Hay que reinventar la democracia, dice el escritor

"Sigo creyendo en el movimiento zapatista", afirma José Saramago

CARLOS PAUL

"Sigo creyendo en el movimiento zapatista, sin embargo, creo que cayó en una trampa en la que quizá no pensó. El triunfo de haber llegado al Zócalo ha sido el momento del fracaso, porque la otra parte (el gobierno) no tenía buena fe. Ingenuidad del subcomandante Marcos o de la comandancia general no, y quizá ahí sí el pueblo mexicano tenga responsabilidad. Se entusiasmó con la caravana y luego no reaccionó, aceptó pasivamente lo que ocurrió después", opinó José Saramago, premio Nobel de Literatura, en la charla que mantuvo durante casi dos horas con el periodista Ricardo Rocha la noche del viernes en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Palacio de San Ildefonso, que fue abarrotado por el público, por lo que se tuvo que instalar una pantalla en el patio del recinto.

El escritor recordó la promesa de campaña del presidente Vicente Fox de resolver el problema de los indígenas chiapanecos en 15 minutos, y se preguntó sobre cuánto tiempo ha pasado desde entonces. "Cuántos cuartos de hora han pasado ya, cuántos muertos ya, cuántas humillaciones y desastres".

El autor de Ensayo sobre la ceguera, respecto a su alejamiento del régimen cubano, luego de señalar que "es una Revolución que se ha distanciado de sí misma", destacó: "No debería añadir, pero para que no exista ninguna equivocación la solidaridad con el pueblo cubano se mantiene intacta, nadie me verá jamás en el campo de los adversarios o los enemigos de Cuba. Eso jamás".

Antes había explicado la diferencia entre las interrogantes de quiénes somos y qué somos y la manera en que surgió su más reciente novela, El hombre duplicado. Del escritor Franz Kafka dijo que "es el que más necesitamos en estos momentos". Señaló que "la literatura tiene que provocar en el lector desasosiego, lo tiene que perturbar e involucrar en la historia, haciéndolo sentir que se habla de él".

Saramago comentó también que lo que pasa con los pueblos es lo mismo que sucede con una persona. "Dormimos, despertamos, a veces tenemos insomnio o pesadillas, y debo decir que México, como otros países, vive una pesadilla, pero habría que preguntarse qué es México o qué es Portugal. Tengo una tesis que me ayuda a comprender tal cuestión, pues más que creer en los pueblos creo en las generaciones, y en ese sentido ya es hora de que una nueva generación se decida ha decirle a sus padres que no han hecho nada".

Para concluir, el autor de El evangelio según Jesucristo y Todos los nombres habló sobre la situación actual en el mundo. Al respecto, señaló: "En primer lugar me gustaría plantear dos preguntas muy sencillas: en cuántos países Estados Unidos tiene bases militares y en cuántos no las tiene. Si en principio no entendemos esto, no entendemos nada. Los planes de dominio mundial de Estados Unidos empezaron a diseñarse en los años 20 y no tienen nada que ver con los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre". Ese plan, según el escritor, "está en proceso de desarrollo y no lo van a parar".

Es por eso, agregó, "que tenemos que impulsar y enfrentar dos puntos fundamentales: la democracia y los derechos humanos. Sin democracia no hay derechos humanos y viceversa. Hay que reinventar la democracia, porque ahora es el poder económico, las grandes trasnacionales, las que controlan el poder político. Y en estas cuestiones hay que decirlo fuerte y claro: los medios tienen una responsabilidad tremenda. No podemos dejar que vuelva a ocurrir lo que ha pasado a lo largo de la historia, que nos convirtamos en víctimas y cómplices, la víctima que sufre y el cómplice que calla. Todo lo que necesitamos para nuestra felicidad -terminó José Saramago- está en en la lucha por los derechos humanos".