.. | México D.F. Domingo 18 de mayo de 2003
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife Rahme
La Casa Blanca y los straussianos nucleares
Alimentar el aura de Bush como un presidente de guerra
será la prioridad en los próximos 18 meses
DE LA CASA BLANCA a Casablanca prosigue la "manufactura
del terror", como llaman los "straussianos" (los epígonos del polémico
filósofo de corte fascista Leo Strauss que dominan al grupo gobernante
en Washington) a la necesidad de crear a un enemigo para mejor afirmar
sus principios. ¿A quién conviene y asienta mejor el terror?
Sea quien fuere el autor de la súbita escalada de los atentados
terroristas en una semana sumamente difícil para la economía
de Estados Unidos, llama la atención que su recrudecimiento se correlacione
al desplome del dólar frente al euro y el oro, mientras la economía
va que vuela a la deflación.
NO SE GESTO EL "efecto Irak" de "guerra económica"
y el asesor estrella Kart Rove concentra todo su estratagema para la relección
de George W. Bush por medio de la explotación del terror: "la guerra
es mucho más larga y amplia que Irak y abarca la guerra contra el
terrorismo que en forma fortuita va más allá de la elección
presidencial de noviembre del 2004: (...) alimentar el aura de Bush como
un presidente de guerra, lo cual le ha dado 15 puntos de ventaja, será
la prioridad de la campaña en los próximos 18 meses", le
comentó a un grupo de estudiantes del Colegio de San Anselmo de
Anchester (New Hampshire), Rove, quien "definió la clara estrategia
de Bush: ¡Es el terror, no la economía estúpido!" Dependiendo
de las circunstancias tampoco se elimina la posibilidad de una "sorpresa
en octubre" previa a la elección de noviembre, que puede poner a
trabajar horas adicionales a la flamante "seguridad del hogar" para elevar
la popularidad de Bush gracias al "terror". Para no dejar dudas sobre la
estrategia, la convención del Partido Republicano se celebrará
un mes antes de septiembre en el feudo del Partido Demócrata, en
Nueva York, a unos cuantos pasos del sitio de los atentados del 11 de septiembre
(Francis X. Clines, New York Times 10-05-03) ¿El terror bushiano,
con máscara de Al Qaeda y Osama Bin Laden, durará por lo
menos 18 meses?
JEET HEER DISECA el pensamiento de Strauss "el
pensador del momento en Washington" (The Boston Globe 11-05-03)
y cita a Shadia Drury, la profesora de la Universidad de Calgary (autora
del imprescindible libro Leo Strauss y la derecha de EU), para quien
Strauss era "un judío nazi (nota: así viene) cuyas pretensiones
de patriotismo y piedad estadunidenses ocultan una cínica y extremista
ideología antidemocrática". Según Heer, "si se lee
a Strauss con mentalidad escéptica, en la forma en la que él
leyó a los grandes filósofos, toma forma una imagen perturbadora.
Bajo este enfoque, Strauss emerge como un maquiavélico disfrazado,
un profesor cínico que estimuló a sus seguidores a creer
que su superioridad intelectual les permitía gobernar al grueso
de la humanidad por medio de la duplicidad" ¡Qué duro!
QUEDARIA
TRUNCADO EL pensamiento holístico de la secta esotérica
de La Cábala si solamente uno se detuviese en la filosofía
fascistoide de Strauss, sin abordar la parte complementaria de estrategia
nuclear que representa Albert Wolhstetter, como demuestran Alain Frachon
y Daniel Vernet en Le Monde (El estratega y el filósofo
16-04-03): "En los años 60 (...) el senador Henry Jackson (fallecido
en 1983) criticó los grandes acuerdos sobre el desarme nuclear.
Forma entonces una generación de jóvenes amantes de la estrategia
entre ellos Richard Perle y William Kristol". Luego Perle se encuentra
con Wolfowitz y "ambos trabajan para Kenneth Adelman, otro detractor de
la Détente" (nota: la distensión de la disuasión
por el terror nuclear). El furibundo antiambientalista Adelman fue "asistente"
del secretario de Defensa Donald Rumsfeld de 1975 a 1977, director del
Control de Armas en el equipo Reagan, es miembro de "Freedom House" (que
preside James Woolsey, el ex director de la CIA, adicto a la "guerra perpetua",
que profesa la teoría de la "cuarta guerra mundial") y profesor
teatral de Shakespeare. Pues Perle y Wolfowitz no habrán aprendido
mucho del contenido de la obra genial del "gran bardo", pero sí
se excedieron en su conocimiento teatral. Entre otras beldades del grupo
criminal trasnacional "Irán-Contras", "Freedom House" cuenta con
el racista Samuel Huntington (but of course!), autor del tóxico
Choque de las civilizaciones: reconfiguración del nuevo orden
mundial.
STRAUSS (FALLECIDO EN 1973) y Wolhstetter (fallecido
en 1997) no se conocieron, pero sus creativos epígonos los unieron
inextricablemente en el más allá. Los ensayistas de Le
Monde refieren que Wolhstetter, "consejero del Pentágono, es
uno de los padres de la doctrina nuclear de EU, que cuestiona la doctrina
tradicional de 'destrucción mutua asegurada' (MAD, por sus siglas
en inglés) que dio origen a la disuasión" que era "inmoral"
y un "suicidio mutuo", debido a las "destrucciones infligidas a las poblaciones
civiles (sic) e ineficaz, porque llevaría a una neutralización
mutua de los arsenales nucleares": a un "equilibrio artificial" con la
URSS. En su lugar "proponía una 'disuasión gradual', es decir,
la aceptación de guerras limitadas (sic), eventualmente con
armas nucleares tácticas, y armas "inteligentes" de alta precisión.
Fueron los alumnos de Wolhstetter (R.Perle, P. Wolfowitz, E. Abrams, D.
Feith, etcétera) en el gobierno de Reagan quienes lanzaron la Guerra
de las galaxias y ahora han denunciado el Tratado Misilístico
Antibalístico (ABM) dentro del equipo Bush. Seguramente que en su
grata memoria incitaron a que el Comité de Servicios Armados del
Ejército en el Senado haya aprobado el 9 de mayo pasado la abolición
de la prohibición para desarrollar armas nucleares pequeñas
(de menos de 5 kilotones) "de bajo rendimiento" con el propósito
de ser utilizadas contra los "estados canalla". Queda sin resolver por
el equipo Bush la "inmoralidad" de los "bombardeos de las poblaciones civiles"
que esperamos queden solucionados en sus próximas "guerras preventivas".
BEN WATTENBERG, MIEMBRO de los "straussianos" de
La Cábala, la secta esotérica de iluminados profetas paleobíblicos
que domina la Casa Blanca (ver Bajo la Lupa 11 y 14-05-03), entrevista
al "infame y famoso" (así lo dice en un juego de palabras en inglés)
Perle sobre su relación con Wolhstetter, considerado el estratega
nuclear del grupo. El polémico Perle se ostenta como miembro del
American Enterprise Institute y, en ese entonces, presidente del Consejo
Consultivo del Pentágono (fue obligado a renunciar a la presidencia,
debido a sus fétidas transacciones mercantiles). Todo empezó
en una alberca en Hollywood (PBS 14-11-02). Perle era compañero
de preparatoria de Joan, la hija de Wolhstetter, que lo invitó a
nadar a la casa paterna. ¡Qué suave! El estratega Wolhstetter
le regaló su artículo que lo transfiguró: El delicado
balance del terror (¡vaya obsesión macabra de La Cábala!),
un ensayo sobre la relación estratégica de la URSS y EU,
que elaboró como director de Consejo de Investigación de
la Rand Corporation en Santa Mónica. El entrevistador Wattenberg
ataja que "Wolhstetter es considerado como el abuelo de los halcones"
que Perle traduce como "personas rigurosas", debido a que Wolhstetter era
"un matemático en lógica, por entrenamiento", y añade
que "su protegido era Wolfowitz" -el subsecretario de Defensa, inventor
e interventor de la "guerra preventiva" y que, en realidad, controla conceptualmente
al secretario nominal Rumsfeld y al vicepresidente Cheney.
WOLFOWITZ EMPRENDIO SU tesis doctoral con Wolhstetter:
"Bob Barkley (nota: se equivocaron, es Bartley), editor del The Wall
Street Journal (obviously!) fue un gran admirador de Wolhstetter.
(...) Nuestra conversión en halcones es producto de pensar
seriamente sobre los dilemas que plantea un mundo difícil". Wattenberg
y Perle admiten que su "héroe es la encarnación de lo halcón,
el senador Henry Scoop Jackson". Perle salta de la alberca de Hollywood
a Princeton, donde recibe una llamada de Wolhstetter, quien lo insta a
hacer equipo con Wolfowitz para un "trabajo voluntario" (nota: gratis,
¡Cómo no!) en Washington sobre la "defensa balística
misilística" que se debatía ardientemente en el Senado en
1969, donde encontraron a Henry Jackson: la química entre los tres
fue absoluta. Pues sí: entre halcones se entienden. Perle
trabajó 11 años con Jackson y la colaboración engendró
la célebre Enmienda Jackson-Vanek (represalia comercial por
la prohibición de la emigración de judíos de la URSS)
que todavía sigue envenenando las relaciones en forma anacrónica
entre Washington y Moscú, pese a que salió alrededor de un
millón de hebreos de Rusia para colonizar la antigua Palestina (entre
ellos Nathan Sharansky, quien llegó a ser viceprimer ministro).
BROTA EL LADO halcón de Jackson y
su discípulo Perle durante la guerra fría, así
como su "escepticismo" congenital sobre el "tratado de limitación
de armas estratégicas" (SALT) que "permitió el ocultamiento
de 20 mil ojivas" de parte de la URSS. Después de arrojarse y arrogarse
elogios mutuos, Wattenberg y Perle abordan a los "neoconservadores". Perle
aduce que en el mundo actual analizado con "rigor" no se puede ser "liberal
e ingenuo". Se nota el entrecruzamiento de los pensamientos del hobbesiano
Strauss y su "guerra perpetua" con las teorías atómicas "preventivas"
de Wolhstetter. La constante es el trauma del "apaciguamiento a Hitler"
en Munich. En esta óptica es más enriquecedor el pensamiento
del sefardita búlgaro y Premio Nobel de Literatura, Elias Canetti
(Masa y Poder) sobre las causas que produjeron el fenómeno
nazi que, se ve, desconoce la secta esotérica de La Cábala,
que se estancó en la misantropía incoercible de Strauss y
la misoginia de su discípulo Allan Bloom (de la Universidad de Chicago).
Otra constante de los "straussianos": su fascinación por Churchill
(venerado por el mismo Strauss). Sobre el ataque demoledor a los miembros
de la secta esotérica de La Cábala "straussiana" de que nunca
hicieron servicio militar y adoptan un lenguaje militarista a ultranza,
como asienta la revista crítica The Nation (a decir de Wattenberg),
Perle lo desecha de "táctica McCarthysta". Acepta que muchos del
grupo de "neoconservadores" son "judíos", pero fustiga que "existe
un tono de antisemitismo", porque "existen más judíos palomas
que judíos halcones". No especifica dónde: si en EU
solamente, o en Israel también. Ambos, Wattenberg y Perle, intentan
desmontar sin mucha persuasión las acusaciones de una "agenda oculta"
de la guerra contra Irak para beneficiar a Israel, lo cual representa un
"argumento sucio", porque "confunde las lealtades entre EU e Israel". Perle
concluye con un feroz ataque a la ONU "una institución débil,
ineficaz y corrupta" y, con Wattenberg, analiza el enfrentamiento conceptual
que plaga a los hacedores de política internacional entre "idealismo
y realismo". Perle tilda el idealismo de la ONU "como una total estupidez".
DESDE UN PUNTO de vista más terrenal, intermedio
entre el infierno y los cielos, a nuestro juicio, un idealista sin realismo
peca de anacoreta catatónico, mientras un realista sin idealismo
exuda satanismo a raudales.
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