Confusión en síntomas de la contaminación motiva operaciones innecesarias

Sólo existen en México tres centros para tratar intoxicaciones, dice experta

El plomo en la sangre puede causr dolor abdominal, encefalopatía o la muerte, afirma

ANGELES CRUZ

En México únicamente existen tres centros especializados en el tratamiento de intoxicaciones, los cuales realizan investigación y cuentan con publicaciones nacionales e internacionales. Sin embargo, según la norma internacional, sólo en el Distito Federal deberían existir 20 unidades médicas de este tipo, afirmó Patricia Escalante Galindo, jefa del servicio de Urgencias y Toxicología del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI.

Entre los doctores existe un "total desconocimiento" de los síntomas de la contaminación, principalmente de metales, razón por la cual las personas afectadas son sometidas a procesos quirúrgicos innecesarios. En ocasiones, detalló la especialista, el dolor abdominal típico de la presencia de plomo en la sangre se pretende curar con una cirugía para extraer el apéndice.

Señaló que varios casos de este tipo llegan a los centros especializados de atención. Aunque no existe información oficial disponible sobre el volumen de enfermos por intoxicación en el país, Escalante Galindo refirió que tan sólo en el servicio que ella dirige se atienden a 300 personas al año, la mayoría afectados por plomo y mercurio.

En ese periodo el centro de información telefónica ubicado en el mismo hospital, recibe un promedio de 600 llamadas de todo el país. Resaltó que una vez que se ha detectado algún caso debe ser atendido de manera inmediata, aun cuando los pacientes no presenten síntomas de la contaminación.

Entrevistada con relación a la presencia de plomo en tres habitantes del municipio de Carrillo Puerto, Quintana Roo, Escalante Galindo comentó que este metal puede ocasionar desde un dolor abdominal hasta una encefalopatía e incluso la muerte. Al principio, el organismo de la persona -descompensado por la toxicidad del plomo- está expuesto a que cualquier enfermedad común, como una diarrea o infección respiratoria, le afecte de una forma más grave. No es un asunto que deba tomarse a la ligera, apuntó.

El fracaso del diagnóstico de intoxicación es que no se piensa en ella y menos aún se identifica el tipo de metal porque los síntomas son similares. También mencionó que desde hace varios años se han tomado diversas medidas para reducir el riesgo de exposición a los metales, particularmente el plomo. Se cambiaron los componentes de las pinturas, de los lápices, algunas acciones se han aplicado para reducir la contaminación que emiten las industrias y desde 1997 se eliminó el tetraetilo de plomo de las gasolinas.

No obstante, en algunas zonas del país el problema persiste, igual que la necesidad de que los médicos reciban un entrenamiento especializado. Hasta ahora, los únicos centros toxicológicos de alto nivel que existen en el país están en el Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI, el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza y el Hospital Infantil de México "Federico Gómez Pombo", dentro de los servicios públicos de salud. En el ámbito privado está el Centro Toxicológico de Monterrey, Nuevo León.

De acuerdo con la normatividad internacional, para brindar una adecuada atención a la población en esta materia deberían existir cuatro centros por cada millón de habitantes, lo cual significa que en México tendrían que disponerse de 100 unidades de este tipo y tan sólo en el Distrito Federal estarían 20.

Con relación a los síntomas de la contaminación por plomo, Escalante Galindo explicó que son comunes los dolores de cabeza, los mareos, adormecimiento muscular, somnolencia, confusión e irritabilidad. En algunos casos se presenta un sentimiento de angustia y ansiedad.

Para el caso de los niños, la situación se torna más grave porque la presencia del metal en la sangre altera severamente el desarrollo de los menores. Provoca el trastorno de déficit de atención (TDA) y bajo aprovechamiento escolar. Resaltó que desde hace 10 años se comprobó que la mayor parte de los TDA en los infantes se debe a la presencia de plomo en la sangre.