Aguilas fue eliminado del torneo al caer 0-1 ante Tigres

En nuestra propia casa fuimos mediocres, reconoce Lapuente

Hablé de la vergüenza de ser americanista: Pérez Teuffer ante su equipo

ABRIL DEL RIO

Tras la eliminación de América, al caer en el estadio Azteca frente a Tigres 0-1, el técnico Miguel Lapuente manifestó que se trata de "un gran fracaso, total y absoluto, y el único responsable soy yo. Estoy apenado porque fue una temporada pésima, pero lo que más duele es que en nuestra casa fuimos un equipo malo, mediocre; sí con esfuerzo, pero quizá no con la inteligencia suficiente para sobreponerse a los rivales y las circunstancias de la temporada".

Un tanto más acongojado lucía el presidente de las Aguilas, Javier Pérez Teuffer, cuyos ojos rojos delataban el llanto previo a la conferencia de prensa, en la que recordó el mensaje que lanzó a los jugadores en el vestidor: "Les hablé sobre la vergüenza de ser americanista, creo que la gente no entiende el sentimiento que es este equipo: es una religión, una disciplina, una vergüenza, y a lo mejor hay quien no lo pudo captar.

"Atribuyo este fracaso a la falta de atención, eso lo sabrá el técnico, pero el evento de hoy es de una gran decepción y una gran tristeza", expresó el dirigente, quien se reunirá el lunes con Lapuente para analizar el panorama del equipo.

Acto seguido, Pérez Teuffer abordó el elevador hacia los palcos, mientras que el técnico caminó por el largo túnel de salida, igual de cabizbajo que los aficionados. La mayoría de los jugadores, en tanto, se habían escabullido a bordo de camionetas que transportaban utilería.

En la cancha se había jugado un partido intenso, pleno de llegadas sin concreciones de ningún cuadro, pero fue el regiomontano el que resultó beneficiado con el único penal, un puntapié con el que Pavel Pardo derribó a Alex Mineiro, y fue el propio brasileño quien cobró con un fuerte disparo por izquierda que el arquero Adolfo Ríos apenas rozó con su guante blanco.

Era el pase directo para Tigres y lo celebró su afición, que si bien no era mayoría de los alrededor de 35 mil en las tribunas, su bullicio acalló a las porras oficiales del equipo de Cuemanco, las únicas que asistieron para apoyarlo.