Ojarasca 73  mayo 2003

Nueva escritura maya

El derecho a hablar del beso
 

Josías López K'ana

  Los poemas escritos en tseltal, tsotsil, mam y español, forman parte de una interesantísima producción literaria que se desarrolla, no hace muchos años, en el estado de Chiapas. Surgen como otra expresión de la cultura indígena: la literatura escrita. En ella se fundamenta el deseo de recuperar la riqueza expresiva de nuestras lenguas ancestrales. Las obras Ocho palabras del amanecer y Distintos colores de la tierra son voces de adentro, siempre dignas. No sólo revelan los elementos fundamentales de la vitalidad de la tierra, que es la riqueza para los alimentos y el bienestar de nuestros pueblos, no sólo iluminan el eclipse de los días en que han sido arrinconados los indígenas desde hace cientos de años, también expresan el cambio social que está ocurriendo en nuestras comunidades indígenas. En uno de los poemas de Abraham Gómez en el libro Ocho palabras del amanecer, dice: "Me dijiste al oído: '¿Te gusta?'. Sólo movía la cabeza con los ojos cerrados, disfrutando el momento, mientras tú gemías de placer sobre mí; me estremecieron tus rasguños lentos y suaves por mi espalda, luego me diste un beso intenso en la boca'.
Los adultos, los principales, preguntarán: ¿Qué es eso? Pedirán que se corrija a los jóvenes, esos son actos de vergüenza para la comunidad, pero éstos dirán: estamos viviendo otro tiempo. El autor es un joven, tiene todo el derecho de hablar del beso.
Acercarnos a estos dos libros es aproximarnos a nosotros mismos, los que a pesar de las adversidades seguimos viviendo. Los autores usan sus propios ritmos poéticos, los que experimentan a diario, año tras año.
Armando Sánchez, coordinador del taller literario en su propia comunidad, es el poeta tseltal que más ha difundido la literatura en su propia lengua materna, tiene un conocimiento profundo de la cultura tseltal de Oxchuc. Su obra demuestra que los indígenas pueden ser protagonistas y autores de su propia conciencia cultural. Hace poco escuché en voz de un extranjero, al conmemorar el Día Internacional de la Lengua Materna: "No hagan caso de unos dizque maestros inútiles que los hacen más inútiles", en alusión a los escritores indígenas que usan la grafía ts para la representación del sonido africada-alveolar-sordo. Ese extranjero lo representa con tz. Su expresión, para mí, es el graznido de ti'ti'mut del poema de Maricela Sántiz López en el libro Ocho palabras del amanecer:
 

En la vastedad boscosa, Eva muy temprano se fue caminando sola entre lodazales y pedregales al cerro de Tzajal lum, a medio camino oyó el graznido de pájaro ti'ti'mut y le replicó:

--¡Ay, avecilla! ¿Piensas que te tengo miedo con tu graznido? --Carnada de zopilote. ¡Oh! ¿Piensas que me espantará una víbora o me caeré en una barranca? ¡Oh! ¿Piensas que me vine sin encomendarme? No me ahuyenta tu evocativo canto de miedo, sé como pedir mi vida. Pedí antes de salir a la puerta de mi casa. Tú ave ti'ti'imut mensajero del diablo... que me perdone mi Creador, por mi palabra contigo.

Al llegar a la milpa suplicó:

--Padre celestial, gracias por ti llegué aquí a la milpa. Perdona pues mi culpa, mi exageración de palabra.


Es cierto que falta mucho por hacer para el desarrollo de la escritura de nuestras lenguas indígenas. Una de esas tareas es ponernos de acuerdo en las grafías, normar su uso. Mientras no haya tal normatividad el uso de la ts es correcto; aquí están los aportes del despertar literario en México, en Chiapas. Las diferencias no deben ser motivo de racismo, de odio. ¡Ya basta! No se trata de despreciar lo que se ha escrito hasta hoy, sino proveer bases para fortalecer la escritura de nuestros idiomas.
No sólo los escritores indígenas tienen ese deber, sino todos los que usan concientemente la lengua, indígena o no indígena.
Armando Sánchez en un poema de Distintos colores de la tierra, dice:
 

Te ofrendo ocho granos de maíz rojo.

Sumergidos en una taza de agua

que en dos o tres horas

levantarán las yemas del grano;

símbolo de que se ha reintegrado

el alma, el ch'ulel a la criatura;

para que con él o con ella

platique, juegue y goce su crecimiento

su formación.


Los autores Juan Álvarez, Armando Sánchez, Abraham Gómez, Manuel Sántiz, Pedro Faro, Noel Inocencio Morales y Antonio López han adquirido cabalmente su ch'ulel (su alma). Desde la cosmovisión indígena winikubikix (ya se hicieron hombres), ya tienen conciencia cabal de las cosas, ya son lo que la sociedad indígena considera miembros completos de la comunidad: han aprendido a labrar la tierra, a cortar la leña, conocen los cantos de las ofrendas a los seres ancestrales, son buenos cultivadores de maíz. Prueba de ello son sus capacidades creativas, vale la pena leer lo que piensan y está en estos dos libros. Son las grandes lumbres del poema de Noel Inocencio:
 
 
 

De donde viene tu lumbre

Tal vez está lejos

Tal vez no estás cuidando

Tal vez no estás probando.

Desde todo el mundo te vemos

Cada rato alumbras como un espejo

Como una lámpara

Eres nuestra luz.

Cada momento vienes

Más en tiempo cuando se acerca la lluvia

En el verano

En el invierno

En la primavera.

Vienes a avisarnos algo

A decirnos algo

A comunicarnos algo

A que estemos preparados.

Tal vez va llegar temblor

Tal vez vienen fuertes lluvias

Tal vez viene fuerte la sequía

Tal vez habrá mal tiempo.

Preparémonos hombres

Preparémonos mujeres

Preparémonos niños

Preparémonos todos.
 

Yo nací y me críe en Oxchuc, un pueblo indígena tseltal; asistí a una escuela con hijos de mestizos, donde a menudo sufrí enormemente por que el español no es mi lengua materna. Estoy seguro que la mayoría de los autores pasaron por el mismo camino. Espero que estos dos libros bilingües sirvan, demuestren que las lenguas indígenas son también importantes, como las otras lenguas que se hablan en el mundo entero, porque todas son iguales. Las lenguas tseltal, tsotsil, mam, español y otras, son el alma de los pueblos de Chiapas. Sin embargo, poca gente puede escuchar estas voces, los libros sólo alcanzan a círculos reducidos de personas. La literatura escrita en los pueblos indígenas es nueva e incipiente. No hay en los pueblos la cultura de asistir a las presentaciones literarias ni de comprar obras escritas. Por eso es importante que la gente conozca lo que se produce acerca de su cultura. Es bueno que se haga todo lo posible para que estas obras lleguen a las comunidades. Para mí, la meta de cualquier libro es que esas voces tengan eco.
 


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Palabras para la presentación pública de los libros bilingües Ocho palabras al amanecer y Distintos colores de la tierra (Espacio Cultural Jaime Sabines, Instituto Mexicano de la Juventud y Unidad de Escritores Mayas-Zoque, Chiapas, 2003). El presente texto originalmente se titula en tseltal Xcholjibal Sk'oplal Cha'pajk' Libroetik (Dos obras literarias). De Josías López K'ana, escritor de lengua tseltal, Ojarasca publicó su extraordinario cuento "El ladrón de las palabras" .

 
 
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Huelga de ferrocarrileros, Distrito Federal. 1958
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