Los reclusos son golpeados y obligados a dormir desnudos en el piso, acusan

Presos del Cereso de Zitácuaro denuncian maltrato y abusos

La Jornada hizo un recorrido por el penal, inaugurado en enero de este año

ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA CORRESPONSAL

Zitacuaro, Mich., 22 de mayo. Reclusos del Centro de Readaptación Social (Cereso) ubicado en esta cabecera municipal -inaugurado el 15 de enero de 2003- aseguran que, entre otros abusos, los custodios del lugar suelen mantener desnudos a los reos y los envían a separos si consideran que han presentado "mala conducta" o tienen alguna discrepancia con el director del penal, Eli Rivera Gómez.

Los presos sostuvieron que si protestan por esas vejaciones -por las cuales la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió una recomendación esta semana, la cual la víspera fue calificada de "absurda" por el secretario de Gobierno de Michoacán, Leonel Godoy- se les golpea o son obligados a dormir en el suelo de sus celdas hasta por 15 días.

En un recorrido por el Cereso de Zitácuaro, la corresponsalía de La Jornada en Michoacán entrevistó a diversos reos. El director del lugar hizo lo posible por no separarse del reportero durante la visita, pero en un descuido del funcionario un joven que solicitó anonimato narró que fue "subido a los separos" porque pidió un balón de futbol. "Aquí hasta porque el otro día un cuate se echó un pedo también lo castigaron", dijo. Sin embargo, Rivera Gómez negó que existan tales separos y que se hayan cometido abusos contra los presos.

Víctor Quintana Soto, el único interno consultado que aceptó ser identificado, señaló que mediante una hermana suya presentó una queja ante la CEDH sobre la situación en el reclusorio. "Sabía los riesgos que eso implicaba, sabía que no tendría respaldo de mis compañeros, porque estaban atemorizados. Decidí apoyarme en mi familia para darlo a conocer a la comisión de derechos humanos. Antes de que se me castigara y se me llevara a los separos se lo hice saber al director. No me importó que la situación se agravara", señaló.

Quintana Soto, quien recibió una condena de 15 años de cárcel por homicidio, afirmó que el director del lugar tiene "muy poca disposición" para hablar con los internos. "Le pedí que me ayudara a que se me trasladara al Cereso de Morelia, porque allá vive mi familia, y la respuesta fue el castigo. Me enviaron (a los separos) junto con otro chavo, porque reclamó que a su mamá no le permitieron entrar con zapatos al penal". Y añadió: "fui a dar a los separos, ahí me desnudaron, sin cobija y durmiendo en una habitación en la pura plancha. Me tuvieron cuatro días. A mí no se me esposó ni tampoco se me golpeó, pero supimos de otras dos personas que sí golpearon, entre ellos a un viejito al que le decimos El Profe. Lo único que digo es que si el director del penal, Eli Rivera Gómez, y el comandante de los custodios, Hugo Rodríguez, se pasan una noche en esas condiciones, yo me paso dos".

Niegan el paso a visitadores de Derechos Humanos

La titular de la CEDH, Gabriela Loredo Velázquez, recordó que el viernes de la semana pasada, después de recibir la queja de Víctor Quintana, envió a una visitadora al penal de Zitácuaro. "No la dejaron pasar; eso nos indignó mucho, porque a pesar de que ella llevaba un oficio de la comisión para entrevistarse con algunos internos, le dijeron que el director no estaba. Se presentó el jefe de custodios con un asesor jurídico, quien pidió los nombres de las personas con las que se iba a entrevistar, pero la negativa fue la misma. Eso es la primera vez que ocurre".

Añadió que el lunes siguiente se presentaron en el Cereso dos visitadores de la CEDH que pudieron entrevistarse con los internos y constatar la acusación, con la que se fundamentó la recomendación que el organismo envió recientemente a la Subsecretaría de Seguridad Pública estatal, en cuanto a las condiciones en el penal.