No hay vencedores ni vencidos: César Gaviria, secretario general de la OEA

Acuerdan gobierno y oposición referéndum sobre el mandato del presidente Chávez

La consulta no podría efectuarse antes de mediados de noviembre, afirman juristas y expertos

AFP, DPA Y REUTERS

Caracas, 29 de mayo. El gobierno y la oposición venezolana firmaron hoy un acuerdo que abre el camino para la celebración este año de un referendo sobre el mandato del presidente Hugo Chávez como solución a la crisis, pero los antagonistas del mandatario lo suscribieron a regañadientes pues su cumplimiento está rodeado de escepticismo.

El acuerdo fue rubricado tras más de seis meses de tortuosas negociaciones, bajo la gestión encabezada por la Organización de Estados Americanos, por los seis delegados del gobierno y la oposición, así como por el secretario general del organismo panamericano, el colombiano César Gaviria.

"Yo estoy convencido que el acuerdo evita que se entronice la violencia en el país", dijo Gaviria, quien añadió que además disipa "dudas" que pudieran surgir sobre el estado actual de la democracia en Venezuela.

Destacó asimismo que en el acuerdo "no hay vencedores ni vencidos", pero admitió que nadie puede garantizar que las dos partes cumplirán los preceptos del mismo.

También firmaron los embajadores de las seis naciones del Grupo de Países Amigos de Venezuela en esta crisis política -Brasil, Chile, México, Estados Unidos, España y Portugal- y representantes del Centro Carter y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, cofacilitadores del diálogo.

"No es el gobierno el que va a decir que hemos vencido con este acuerdo, tampoco esperamos que la oposición lo haga: el país es el triunfador, la tolerancia es la triunfadora", dijo Chávez en mensaje radiotelevisado a la nación, después de la firma.

Ahora, sostuvo, "el país puede avanzar hacia su recuperación, a recuperar la paz ciudadana, la paz política y económica".

El acuerdo encauza la solución de la crisis mediante la ejecución de un referendo revocatorio del mandato de Chávez, posible constitucionalmente a partir del 19 de agosto próximo. Sin embargo, no establece una fecha precisa para la consulta.

Aunque los representantes de la alianza Coordinadora Democrática suscribieron el acuerdo en forma unánime, algunos lo hi-cieron con reservas, mientras que el partido Proyecto Venezuela se abstuvo.

Los empresarios y gobernadores de oposición -que tienen puestos en la mesa de diálogo- convinieron en firmar para no "romper la unanimidad", pero "este acuerdo no garantiza el referendo", dijo el gobernador opositor Eduardo Lapi.

El delegado opositor de la mesa, Alejandro Armas, habló a su vez sobre la necesidad de "recuperar la calle" para encauzar el referendo revocatorio este mismo año, y sentenció: "La misión es trabajar para obtener un verdadero piso electoral. Trabajar en la calle es nuestra principal misión".

A su vez, figuras de la oposición como el líder ganadero, José Luis Betancourt, consideraron que el acuerdo es una "distracción" de problemas como la presunta invasión de fincas instigada por el oficialismo.

En este sentido, Gaviria advirtió en un co-municado que el acuerdo "no resuelve las discrepancias existentes, pero es un aporte para que el proceso se enmarque en la normativa vigente".

La consulta electoral depende ahora de la designación de las autoridades del máximo poder electoral y de que al menos 20 por ciento de los votantes registrados del país firme la convocatoria.

Según juristas y expertos, el referendo revocatorio no podría efectuarse antes de mediados de noviembre: la oposición sólo puede solicitarlo a partir de agosto, cuando Chávez cumpla la mitad de su segundo mandato, y sólo a partir de ese día se inician los trámites para la realización del mismo.

"Siguiendo todos los trámites no es ni siquiera este año, sería en enero o febrero de 2004", dijo el jurista Carlos Escarra.

Pese a esto, Proyecto Venezuela tiene preparados ya avisos televisivos en los que llama a votar por revocar el mandato a Chávez el 19 de agosto.

El acuerdo se produce después del golpe de Estado del 12 de abril de 2002 que separó a Chávez por 47 horas del poder, y el paro opositor de 63 días que terminó el 2 de febrero pasado, que colapsó la industria petrolera con más de 7 mil 600 millones de dólares en pérdidas.

La violencia, además, ha dejado unos 70 muertos en el último año y medio.