Es catalogado por muchos artistas gruperos como el mejor ejecutante en su género

El acordeón es un instrumento lleno de pueblo y hambre: Juan Villarreal

Lamenta que se esté perdiendo el principio de la música norteña y que haya pocas agrupaciones tradicionales Considera que un acordeonista debe tener su estilo propio para sobresalir

ARTURO CRUZ BARCENAS

"En los corridos le pregunto a la gente que sabe las historias que me digan las verdades, para yo echar las mentiras", expresó Juan Villarreal, considerado por muchos artistas gruperos como el mejor acordeonista de música norteña. A sus dotes de intérprete en su instrumento suma la faceta de compositor; su tema Se nos peló Baltazar ha sido grabado por 199 cantantes y grupos.

En entrevista, acompañado de su compadre y amigo Kiko Montalvo, otro acordonista reconocido en el medio, Villarreal expuso que ambos iniciaron en 1969, tocando en el medio que es considerado la escuela de la música norteña: las cantinas. Ha grabado 50 discos. "He trabajado con infinidad de artistas, tanto en cine como en televisión, y en vivo.

"Toqué con Mike Laure. Para destacar, un acordeonista debe tener un estilo propio. Hay muchos acordeonistas, pero pocos sobresalen. En el norte esto se va heredando, pues el instrumento lo tocaron los abuelos y los papás. Antes, los acordeones no tenían el bajo, el tololoche, el base, la tambora y el saxofón".

Dijo que se ha modernizado la forma de tocar el instrumento. Así es la evolución. De un acordeonista, intervino Kiko Montalvo, no se debe evaluar sólo la velocidad o el sentimiento, o los efectos. "Si escuchamos a Carlos y José -un dueto norteño tradicional- los identifico no porque toquen mucho o poco. Es una línea (de sonido). No es que seamos buenos o malos, sino que somos diferentes".

Especificó Villarreal: "El Flaco Jiménez, por ejemplo, tiene su línea. Hay otros que tienen su estilo, como Oscar Hernández o Paulino Bernal. Son, para nosotros, clásicos en lo que hacemos. Nosotros le tocamos al pueblo".

Agregó Kiko: "Para muchos mi compadre Juan Villarreal es el mejor. Tiene un estilo y lo demás ya es cuestión de gustos. Yo lo escucho desde que él tenía 17 años, allá, de donde somos: Reynosa, Tamaulipas, cuando nos acompañaba su hermano José María. Ahí también conocimos, en una fiestecita, a Cornelio Reyna.

"Estaban delgaditos los huerquitos. Nada que ver con lo gordos que se pusieron después. Eran los comienzos. Yo anduve con Cornelio. Me agrada la forma de tocar de Ramón Ayala, su estilo propio. Ninguno toca igual. Mi grupo, Los Cadetes de Linares, suenan distinto a Ramón o al grupo de Villarreal, Los Cachorros".

Juan Villarreal señaló como requisito básico para tocar el acordeón el "tener hambre. Si no tiene ésta no le va a sacar sabor. También hambre de éxito. Al acordeón mientras más le busques más le encuentras. Hay unos que agarraron el acordeón, pero no destacan porque no tienen necesidad".

Villarreal admira al italiano Aldo Lizardi, quien ha llevado el acordeón a salas de conciertos, con piezas clásicas.

La música norteña ha evolucionado

-Hay quien piensa que tocar el acordeón es fácil. En el Metro o en el camión muchos niños pobres lo tocan...

-Las posibilidades son ilimitadas. Ramón Ayala hace llorar al instrumento en Tragos de amargo licor.

Añadió que en Monterrey algunos acordeonistas retirados enseñan a tocar el instrumento a jóvenes de 14 años, en promedio. "Una vez, un señor grande de edad me pidió que lo enseñara, que porque le gustaba mucho el acordeón. No pudo aprender. Chango viejo no echa maroma. Pocos instrumentos están tan llenos de pueblo y hambre como el acordeón, y más en estados como Nuevo León".

-Ahora se habla del norteño light. Ya no es el norteño tradicional, rudo, de Los Alegres de Terán, por ejemplo. Predominan Intocable o Límite.

Villarreal: "Respeto eso. Hay baladas que las hacen como canciones rancheras. Así lo sienten. Creo que sí se está perdiendo un poco el principio de la música norteña". Kiko Montalvo: "Pienso lo mismo que mi compadre Juan. La música norteña ha evolucionado y hay pocos grupos tradicionales".

Loui Padilla, del grupo La Firma, impactó el medio grupero con un estilo fresco, básicamente en su composición La llamada. Pero no ha repetido el éxito. Villarreal: "En este momento los que están aportando algo a la música norteña son Los Invasores de Nuevo León, Luis y Julián, Ramón Ayala, Los Cadetes de Linares, Los Cachorros. Pero son pocos. Hay grupos a la deriva".

Ha habido una baja drástica en la asistencia a los bailes gruperos y la venta de discos se ha derrumbado por la piratería. "Sería grave que muriera la música grupera, pero nosotros hemos visto pasar la música tejana, la cumbia, la banda sinaloense, de todo, pero hemos seguido tercos con lo nuestro".

Villarreal grabó en Disa; ahora lo hace en Cadena Musical, que es distribuido en México por Sony Music, mediante su sello Harmony.