Ojarasca 74  junio 2003


En defensa de la cultura,
el arte y el sentido común
rvazquez



 
 
 

EN IRAK, TODOS PERDIMOS

Ben Okri
Nos encontramos en el epicentro de un profundo viraje en la historia del mundo. La guerra contra Irak ha desatado fuerzas insospechadas. Los primeros signos son ambivalentes. Primero, la necesidad estadunidense de proteger los campos petroleros, pero no hospitales, museos ni bibliotecas, es una catástrofe de la imaginación y una sintomática falta de sentido de los verdaderos valores de la civilización. No presagia nada bueno.

El segundo signo está en el pueblo iraquí. ¿Por qué se volvieron contra sí mismos, saquearon sus propios museos e incendiaron su invaluable Biblioteca Nacional? La respuesta es sencilla. Algunos de ellos fueron deshumanizados. Los quebraron con sanciones, los aplastó la tiranía y los aniquiló la doctrina de la fuerza avasalladora.

Los aztecas nunca se recuperaron después de que Hernán Cortés y los conquistadores rompieron las creencias de aquella civilización. Persia nunca se recuperó de su destrucción por Alejandro Magno.

La guerra de Irak se ganó de la peor manera. Hay una forma de vencer que no destruye los senderos míticos ancestrales. Y existe la victoria que destruye el sentido y el valor del pasado. La peor manera es cuando los derrotados se vuelven contra sus dioses y los echan abajo, cuando un pueblo traiciona su pasado y lo arroja a la hoguera. Y la gente no sabe por qué lo hace. Si aquel pasado tenía poder y valor, por qué nos ha traído hasta aquí: esto es lo sus acciones parecen decirnos. El pasado nos deja indefensos. Necesitamos otro tipo de poder por el cual podamos erguirnos con dignidad y orgullo bajo el sol.

Resulta que tampoco nosotros creemos verdaderamente en los valores de la civilización. De otro modo, hubiéramos encontrado una manera menos imbécil de ganar, por la cual todos fuésemos vencedores. Ahora, con el saqueo a los museos y el incendio de la Biblioteca Nacional de Bagdad, de sus manuscritos y libros, la humanidad entera ha perdido partes enormes de su pasado.

Por esto los museos valen hoy más que nunca. Muy bien podemos estar al borde de una nueva edad oscura, en la cual incluso las llamadas naciones avanzadas ya no sepan cuáles son las cosas más duraderas, se hagan a un lado y miren cómo repta la oscuridad hacia nosotros.

La guerra de verdad siempre ha sido para mantener viva la llama de la civilización en todas partes. Para mantener la cultura y el arte como punta de lanza de nuestro desempeño internacional.

El fin del mundo no comienza con los bárbaros en la puerta, sino con los bárbaros en las cargos más elevados del Estado. De todos los Estados del mundo.

Necesitamos hoy una nueva clase de acción apasionada, duradera e iluminada para el mundo de las artes y el espíritu.

PARA CUBA,
OTRA ES LA VARA

Mumia Abu-Jamal

Recientemente cinco cubanos fueron encarcelados en Miami y condenados por espiar para el gobierno cubano. En realidad, los cinco cubanos estaban tratando de descubrir y detener actos terroristas de exiliados cubanos en Miami contra su patria. Cuando se enteraban de una conspiración contra su país se dedicaban a monitorearla y después informaban a Cuba lo que estaba sucediendo. Para contrarrestar el terrorismo que le ha costado al pueblo cubano tres mil vidas desde el triunfo de la Revolución cubana en 1959 hasta 1999, el gobierno cubano rápido pasó los informes al gobierno estadounidense cuya respuesta fue encarcelar a los cinco y acusarlos de espías.

Los cinco ya han sido condenados por las acusaciones relacionadas a sus actividades de monitoreo, ¡Y las sentencias son desde 15 años de prisión hasta cadenas perpetuas por defender a su país de actos terroristas!

Por un lado, Estados Unidos insiste en decir que tiene el derecho a atacar a otra nación aún sin ser atacado (Irak), y sin embargo, por otro lado, aparentemente no está bien defender la patria de uno contra el terrorismo. Eso es ilógico.

Durante casi 40 meses, los cinco cubanos se han consumido en varias cárceles de los Estados Unidos, separados como el arroz de la paja: Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González no cometieron crímenes contra Estados Unidos ni monitorearon secretos de Estado. Sólo penetraron la comunidad de exiliados en Miami, observaron la planificación de actos terroristas contra su país natal y lo informaron. Ese es su "crimen." Aunque nunca participaron en ningún tipo de terrorismo y de hecho, evitaron unos 170 ataques terroristas contra Cuba, los han confinado en varios gulags estadounidenses. Entonces uno se pregunta, ¿hay de verdad una guerra contra el terrorismo? De ser así, ¿cómo ayuda a esta guerra el encarcelamiento de los que luchan contra ese flagelo?

En lo que respecta a la Mafia de Miami, los "rabiblancos," como se conoce a los anticastristas rabiosos, ellos sí han estado activamente involucrados en el terrorismo contra el pueblo cubano, pero nada tienen que temer porque el gobierno estadunidense los apoya, y de hecho patrocina sus esfuerzos.


 
 
Mumia Abu-Jamal, activista, periodista radial y voz de la resitencia profunda en Estados Unidos, es el preso político más célebre de su país, donde lleva más de 20 años condenado a muerte. Este mensaje fue transmitido recientemente por Radio Habana.

 

 

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Treinta y dos

El polvo kármico de los ángeles está en todas partes.

El rostro oculto de las cosas se abre para nosotros.

El tiempo de la inocencia se ha ido.

Arribamos a la edad del sueño.
 
 

Mueren las vías antiguas.

Hoy atravesamos turbulentos misterios.

No sabemos que todo un camino se ha ido.

No sabemos qué cosas vendrán.
 
 

Seguimos viviendo como si la historia fuera un sueño.

El milagro es seguir vivos y amando 

lo mejor que podemos

en este enigma de la realidad.
 
 

Ben Okri

De la novela Riquezas Infinitas (Infinite Riches)
Phoenix House, Londres, 1998.


Ben Okri es autor de la célebre novela El camino del hambre, ya traducida al castellano. Sus más recientes novelas son Infinite Riches, In Arcadia y Dangerous Love. Ojarasca lo dio a conocer en nuestro país con sus poemas de Una elegía africana. Okri nació y creció en Nigeria durante la guerra civil, y actualmente radica en Londres. Este texto lo envió al Museo Británico con motivo de la exposición "El museo de la mente", inaugurada en el mes de abril. Traducción: Hermann Bellinghausen

Chacagua, Guerrero. Foto: Rodrigo Vázquez
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