Gracias a argucias legales ejercen el monopolio de explotación, denuncian expertos

Empresas trasnacionales acaparan 90% de las patentes de biotecnología

Destacan que la globalización provoca una expansión desigual de la ciencia

Más de 90 por ciento de las patentes en materia de biotecnología están en manos de unas cuantas empresas trasnacionales que las usan para ejercer un monopolio de explotación. "No podemos soslayar que son los países desarrollados y las principales trasnacionales, quienes cuentan con el mayor número de patentes registradas actualmente en materia de biotecnología, es una realidad, ellos crearon el marco jurídico porque son los principales interesados", afirmó la especialista en derecho de propiedad industrial en biotecnología, Adriana Bracho, durante su participación en las segundas jornadas de Globalización y derechos humanos: bioética y biotecnología.

En la reunión organizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México la especialista indicó que se crearon nuevos mecanismos jurídicos, acuerdos y tratados, con el propósito de resolver los nuevos problemas que presentan los avances tecnológicos. Sin embargo, destacó que son "los países industrializados quienes han manipulado los conceptos de la propiedad industrial para alcanzar el beneficio de una patente, aun en temas que antes nunca habían entrado a debate, como el ser humano, que era considerado patente de Dios".

En proyectos como del genoma humano, señaló, se manipularon instrumentos jurídicos al ver que era imposible que en los foros internacionales, fuente natural de la regulación industrial, se aceptara generar monopolios de explotación sobre la raza humana o los animales. De ahí, dijo, que se prefiera manipular los propios conceptos de propiedad industrial para usarlos en su beneficio; un "nuevo resultado de la actividad inventiva y susceptible de aplicación industrial son los calificativos que se solicitan para que un invento pueda ser patentado, pero ahora se están cambiando los preceptos de novedad y empiezan a crearse criterios propios que justifican patentar la investigación sobre genes humanos, manipulación y todo lo que se ha hecho en materia de animales".

Situación muy diferente, aseguró, sucede en lo relacionado con el debate respecto al aprovechamiento de los beneficios industriales en plantas y vegetales. "Los derechos sobre la reproducción comercial de una variedad modificada de alguna planta o vegetal suelen estar mejor establecidos, ya que tenemos un amplio y añejo debate sobre el tema, aunque también es común encontrar que son las trasnacionales quienes tienen los mayores beneficios".

Por su parte, Luis Díaz Múller, investigador del IIJ, destacó que ante el nuevo paradigma del modelo científico-tecnológico en el que se desarrolla la vida moderna, el conocimiento, vía las patentes, se ha transformado en un bien elitista y piramidal. "Es increíble que el conocimiento sobre el genoma humano, que es un bien de la humanidad, sólo esté en manos de cuatro grandes trasnacionales que controlan esta información".

Esto provoca, dijo, una apropiación desigual del conocimiento, lo que en el caso de la salud, por ejemplo, "parecería que es un bien propiedad de los países industrializados".

La globalización, destacó, sólo ha provocado una expansión desigual de la ciencia y la tecnología en el mundo, "la velocidad del cambio es grande, pero no es equitativo", sentenció.