Las moneras llegaron ya y llegaron diciendo JA JA JA

La risa de la mujer es una especie de tabú y más aún si te ríes de los hombres

Tocar los temas de género contribución de las caricaturistas al cartonismo

Ximena Bedregal


Mujeres humoristas se conocen desde hace un rato cuando se trata del humor en escena, pero en ese otro ámbito del humor que es la caricatura, la tira cómica, donde el trazo dibujado que presenta una síntesis extrema de una realidad para que después del asombro se suelte la (son)risa aún antes de lograr analizar el contenido, su participación es escasa además de poco difundida y menos conocida.
En México, país que desde 1826 ha venido dando grandes caricaturistas y numerosas y extraordinarias publicaciones de cartones, tiras cómicas, satíricas y hasta de formación y concientización social, es en la década de los 70 que aparece la primera mujer caricaturista: Palmira Garza, quién trabajó primero con Gabriel Vargas en La Familia Burrón, luego desarrolló su propio trabajo y hoy se declara 舠retirada舡 de la caricatura.
El historiador de la caricatura Agustín Sánchez González, organizador de la primera exposición de mujeres caricaturistas -hoy en exhibición en el Museo de la Caricatura, Donceles 99, y hasta septiembre- rastreó todo lo que pudo 舠y hasta lo que no, buscando cartoneras舡. El nos cuenta que antes de Palmira, estuvieron Emma Best y Nahui Olin. A pesar de que la primera es mencionada en el libro La caricatura en México como 舠la mujer que más caricaturas ha publicado舡, en su 舠minuciosa búsqueda hemerográfica舡, el investigador no logró encontrar uno sólo de sus dibujos, se la conoce más, nos dice, 舠porque se casó con un caricaturista importante舡. La segunda hizo esos trabajos 舠para su propio placer舡, nunca se publicaron y solo se dieron a conocer en 1994 en una exposición en el Museo Mural Diego Rivera. En este sentido, agrega Sánchez, 舠es justo decir que Palmira es la pionera de la nueva generación de caricaturistas, porque además ella tuvo una lucha muy fuerte para hacer esto舡

¿Se puede hablar de una nueva generación cuando la exposición que presenta el Museo de la Caricatura apenas reúne a cinco?
Hay una generación nueva porque antes no había un conjunto de mujeres que lo hicieran y generación porque en su mayoría son jóvenes, apenas pasan los 30 años. Sin embargo, hoy por hoy sólo dos se dedican de manera profesional a ello, algunas han estado publicando y luego han desaparecido, otras han cambiado de giro. Sánchez González llegó a detectar a quince para diseñar la exposición, sin embargo y 舠a pesar de una búsqueda casi policiaca sólo logré contactar a cinco. Siempre me preguntan ¿por qué no hay mujeres caricaturistas? Ahora puedo decir que sí las hay, aquí están, espero que esta exposición sirva para visibilizarlas, romper esa dispersión y se vayan acercando otras舡
Pero aún falta ver por qué son tan pocas todavía. Para indagar esto, más allá de los importantes datos históricos que pueda dar el investigador, a Triple Jornada le interesó escuchar la voz en primera persona de las autoras y en torno a un rico café tuvimos una larga charla con Cecilia Pego, Cintia Bolio y Guadalupe Rosas, tres de las cinco expositoras. Palmira había volado a su Cuernavaca no bien terminó la inauguración oficial y JotaVe (Jazmín Velazco) exponía en ausencia porque vive en España.
Las tres coinciden en que no pueden decir por qué no hay más mujeres 舠porque nosotras estamos aquí, nos aventamos a esto, tendrían que decirlo ellas, las que gustándoles no le han entrado舡, sin embargo a lo largo de la charla va quedando claro que cada una ha peleado su espacio y visibilidad sola, fue esta exposición la que las llevó a conocerse recién entre ellas, lo que ahora las hace sentirse 舠agrupadas舡 y más fuertes 舠en este Club de Toby舡 que es el gremio.
Ninguna tiene en su memoria alguna madre genealógica en la caricatura, la historieta o el cartón que le hubiera reflejado un camino o que la hubiera influenciado. Cintia y Cecilia acaban de conocer a Palmira, aunque -salvo para Cecilia cuya influencia principal fue el comic japonés- la Familia Burrón, Los Agachados y Cucurucho fueron sus primeras inspiraciones y contactos con el comic.
Cintia piensa que 舠incursionar en este mundo de hombres es sólo una cuestión de elección, desde niña me gustó dibujar e imaginaba que de grande sería monera, jamás pensé en que era un mundo de hombres, lo ví siempre como algo natural, pero puede que muchas se desanimen al ver que es un mundo tan masculino, aunque en mi experiencia personal he recibido apoyo de muchos compañeros舡
Si bien Guadalupe también piensa que es cuestión de elección, la peleó más sola, incluso tuvo oposición, negación de reconocimientos y hasta agresiones físicas de algunos colegas cuando ingresó al gremio imponiéndose como la primera y hasta hace muy poco la única mujer, después con su tenacidad y 舠también con el apoyo solidario de otros colegas舡 llegó a ser su presidenta.
Ser 舠monera profesional舡 no sólo le implicó vencer estas barreras de género. Su proceso para producir cartones como mujer la lleva a la siguiente reflexión: 舠A mi me costó trabajo expresarme en caricatura, la sentía, la captaba, necesitaba hacerlo pero no me fue fácil concretarlo. La ironía y el humor a través de la exageración de los rasgos y de una cosa directa y concreta es más de los varones que nuestro. Las mujeres, por cuestiones culturales, tendemos a ver más amplio y eso genera una línea que diferencia la manera de expresarnos, tendemos a ser más extensas.舡
A mi 舑dice Cecilia Pego- 舠me nace la necesidad hacerlo como una manera de expresar y aliviar el dolor, la inconformidad y la injusticia a través del humor y como mujer lo ha sido de manera más profunda porque vivimos más inconformidad y más injusticia, ahora creo que para llegar a concretizar la caricatura usas una experiencia más masculina, como es la de la definición, la concreción, el lado masculino del cerebro por decirlo poéticamente, entonces me nace de una necesidad como mujer, pero la concretizo con algo masculino. Por otra parte. Mi experiencia es distinta a las compañeras porque yo inicio en Chihuahua donde de manera muy audaz o ingenua propongo mi trabajo en el diario y me lo aceptan sin contar si era mujer o no, ahí me sentí muy como sin género y por otra parte participo y milito con las feministas del Grupo 8 de marzo, lo que me ayuda a desarrollar mi capacidad crítica como mujer y, aunque en el periódico yo andaba con el Club de Toby, ahí no se planteaban mucho las cosas de género. Aquí en México fue distinto, se enfatizaba mucho ésto, incluso en Histerietas, Magú insistía mucho en que quería que se supiera que yo era mujer. Parece que había más polémica y andaban como más cautelosos舡.
Dado que Cintia Bolio se ha dedicado principalmente a hacer cartones con crítica y humor de género (al menos es lo que más ha publicado), llama la atención su siguiente intervención en el diálogo 舠Yo no hago mucho estas distinciones舡 nos dice y luego agrega: 舠yo lo hago como un individuo (SIC), en mi caso mujer, cuando abordo los temas jamás pienso que voy a sacar lo político como un hombre y lo de género como una mujer. Tal vez la gente espera que un cartón de una mujer sea más suave, menos crítico o agresivo, pero en los hechos se dan cuenta que no es así, lo que vale es la calidad del trabajo. No hay cartón de hombres y cartón de mujeres, solo hay trabajos buenos o malos舡
舠Yo insisto舡 interrumpe Guadalupe 舠nuestro lenguaje de expresión es mucho más extenso, más abarcativo, más literal, tenemos necesidades de decir más cosas; ante lo preciso y concreto de una caricatura yo suelo quedarme con la sensación de que quisiera decir más cosas, lo siento como una limitante舡.
舠¿Andamos aventurando hipótesis de por qué tan pocas mujeres se dedican al cartón verdad? Pregunta Cecilia Pego, 舠entonces déjenme decirles algo personal舡 y continúa: 舠Yo como monera viví cosas corporales; durante toda la década que hice caricatura política tuve dolores de cabeza a diario, hacía mis tiras y cartones con la aspirina de cada día. El momento que empecé a pintar se me fue el síntoma para siempre y me di cuenta que la caricatura usaba cien por ciento la mente, me tensaba los músculos y que la pintura me hace pensar, sin duda, pero es sensual, usa como todo mi cuerpo.
¡Es que para mí el cartón es arte! salta Cintia Bolio y el arte 舠no solamente es mente, también es corazón, es talento, es mano, es cuerpo. Al hacer mi trabajo involucro todo el cuerpo舡, piensa un momento y luego agrega 舠en especial en el de Puras Evas que son cuestiones de género舡
Sobre los y en especial las personajas de caricatura que más recuerdan o hubieran marcado su trabajo, Cintia y Guadalupe conocieron y leyeron a La pequeña Lulú, Batman o a la Mujer Maravilla pero no les gustaban 舠eran muy gringas, con todo y estrellitas y no tenían conciencia social como aquellos personajes de las historietas de mi país舡 con los que ambas se formaron en su infancia. 舠Yo no sé si en mi casa estaban prohibidos pero Los Agachados estaban escondidos y yo los leía también a escondidas, era algo maravilloso舡 cuenta Guadalupe, mientras que Cintia 舠confiesa舡 que tuvo la suerte de llegar a un hogar rojillo y feminista, de mujeres combativas y rezongonas donde 舠las historietas sociales y la caricatura política mexicana, Los Agachados, La Garrapata, Helio Flores, Naranjo, y hasta Mafalda. igual que la crítica política, eran parte de nuestro ambiente cotidiano舡
La influencia de Cecilia Pego es diferente 舠A mi las historietas mexicanas no me llamaron mucho la atención, lo que me inspiró más en mi trabajo, incluso plásticamente, fue la caricatura japonesa y sí tuve un personaje favorito que era la Princesa Caballero, que era ¡M A R A V I LL O S A!, era como una Juana de Arco, una mujer que tenía que vestirse como hombre para que no le quitaran el reino y vivía entre una gran intriga palaciega porque los intrigosos querían demostrar que era mujer. Ella era mi heroína, la adoré, incluso su aspecto andrógino, su amistad con la hija del demonio, además era una luchadora social que siempre protegía a los débiles. Me parecía muy real porque hasta se morían, mientras en otros comics me enfadaba que explotara una bomba y el héroe o heroína no se muriera, me parecía mentira. Ahí empecé a vivir toda esta política de la intriga, la lucha de género, de poder y con ella tomé mi primera posición de género y de justicia social. Creo que mis personajes tienen mucho de ella, hasta estéticamente. De las historietas gringas lo único que me gustaba era la bruja Cacle Cacle de La Pequeña Lulú todo lo demás me parecía super cursi.

El humor

Ustedes como caricaturistas trabajan con una forma del humor. ¿Qué pasa con el humor y las mujeres? ¿Hay un humor de mujeres? ¿Hay temas que a ustedes como mujeres caricaturistas les llaman más?
Ya sabemos, dice Cintia Bolio, 舠que en este mundo patriarcal la risa de la mujer no está muy bien vista y menos cuando es el hombre el objeto de risas. La risa de la mujer es una especie de tabú y más aún si te ríes de los hombres, recordemos la película El Color Púrpura cuando ella, ya vieja, se ríe del suegro y éste le dice que se calle porque es de mala suerte que una mujer se ría de un hombre; pero la caricatura es humor y tienes que mostrar una situación que a través de la exageración haga reír. En el cartón político te tienes que reír de ellos que son los que llevan la política en general y no se va a notar si lo hizo un hombre o una mujer si en la firma no se deja claro. Sin embargo, a mi me gusta hacer humor crítico hacia las mujeres, creo que no sólo se vale reírnos de las mujeres sino que es necesario para poder avanzar, porque las mujeres reproducimos y perpetuamos las injusticias. Como mujer a veces es duro, yo veo mis cartones y dijo ¡Que ácido, puede parecer machista! Pero no, tenemos que ser críticas con nosotras y ¡Ni hablar!
Para Pego, 舠el cartón no tiene como fin siempre hacer reír, se trata de exagerar y sintetizar para hacer visible el lado oscuro de las cosas o los hechos, a veces provoca risa pero muchas veces solo un ¡Ahh!, una reflexión. Yo no siempre busco hacer reír sino presentar algo de una manera contundente, que algo dramático se transforme en patéticamente ridículo, a mí eso me hace reír porque mi humor es el humor negro, pero puede sólo hacer reflexionar o comprender. Ahora, en lo que se refiere a las diferencias, creo que en los temas políticos no hay diferencia entre lo que hacemos nosotras o un hombre cartonista, la diferencia está en los temas específicos de género, que no lo tocan ellos o lo hacen de una manera muy diferente舡
舠Como caricaturista, la forma del humor con la que trabajo es la ironía, que como es difícil de procesar provoca la risa舡 afirma Guadalupe. 舠En la caricatura política no veo diferencia entre hombre y mujer, los problemas nos atañen y tocan a todos por igual y si estás medianamente informada vas a captar y compartir o no una crítica. Como mujer lo que me llama a caricaturizar es criticarnos a nosotras mismas porque me dan ganas de decir ¡Activas muchachas, no solamente nos dejemos, reaccionemos! Y me gustaría que la risa sirva para eso舡.

---Todas han hecho una diferencia entre el cartón político y el de género en este diálogo ¿Acaso el cartón de género no es político?

Por supuesto, responde de inmediato Bolio, el feminismo es política, pero a veces es doloroso y difícil. Cuando hice el cartón para la Triple sobre los asesinatos en Ciudad Juarez o Puras Evas sobre el mismo tema, fue muy doloroso y muy complejo el concretar cómo hacer humor crítico sobre algo tan terrible para mí como mujer y, a la vez, dar el mensaje político. Nuestra contribución es llevar estos temas a las páginas de los periódicos.
Para mí ¡Absolutamente! enfatiza Cecilia Pego. En todos mis cartones o comics o tiras de género yo hago política, yo considero a mi feminismo absolutamente político. Somos las mujeres las que hablamos de estos temas, como caricaturistas ayudamos a politizarlos a través del comic y el cartón, los hombres nunca van a hablar de cosas como violencia, derechos reproductivos, guarderías y hay aún muchos temas que tocar como guarderías infantiles, menor salario, muchos. Creo que sacar los temas de género es nuestra contribución al cartonismo y son temas que deben tener una mayor relevancia política y estar en la mesa. Es nuestra contribución a poner temas que se deben tocar en la política. La democracia empieza cuando la mujer tiene una mejor calidad de vida y aunque hagamos humor con la política舰 ¿Cómo decir?, ¡La de los políticos pues! esto es algo que las cartonistas mujeres debemos siempre abordar.
Sin duda esta primera exposición de cartonistas mujeres que presenta el Museo de la Caricatura es un hecho histórico. Las moneras llegaron ya - como se titula el libro que la acompaña- a la historia mexicana de este arte/oficio. Su organizador Agustín Sánchez nos cuenta que a pesar de su reciente inauguración ya se han empezado a acercar otras caricatu-ristas. Esperamos que no sólo en la próxima exposición y en la siguiente edición del libro, compromisos ambos adquiridos por el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, podamos ver muchas más que cinco, sino principalmente que los medios publiquen su trabajo, especialmente aquél que siga politizando el tema de las mujeres en esta cultura. Una pequeña puerta se ha abierto, que más humoristas del cartón abran un boquete enorme por donde puedan pasar muchas, todas las que quieran poner su creatividad en este campo.