Laura Alicia Garza Galindo

Banco Mundial: Ƒcrisis de fe?

El pasado miércoles 23 presenté en la tribuna de la Comisión Permanente un punto de acuerdo relativo a las declaraciones expresadas al periódico estadunidense The Wall Street Journal -reseñadas con oportunidad por La Jornada y analizadas en la columna México SA, de Carlos Fernández-Vega- por Michel Kline, vicepresidente del Banco Mundial (BM) para el Desarrollo del Sector Privado, transformado ahora en vocero de esa entidad multilateral dedicada a apoyar con recomendaciones y créditos blandos a prácticamente todos los países del orbe. Por conducto de este personaje el organismo manifiesta "crisis de fe" en torno a las privatizaciones del sector energético y de los abastecimientos de agua.

El problema que me lleva a insistir en el tema no es el propio punto de acuerdo, sino que en mi cabeza se mantuvo vigente este asunto extraño, más aún cuando La Jornada, el día 23, vuelve a encabezar su edición citando al BM, que prácticamente se desdice e insiste en que las reformas estructurales del sector energético en México deben realizarse. Es esto lo que quedó instalado -dicho coloquialmente- como mosca en la oreja.

No deseo aburrirlo, así que paso de plano a mis conclusiones. Si en la mayor parte de los países en que se han desregularizado o privatizado las empresas públicas energéticas, sobre todo las de electricidad y gas, estos procesos han generado profundas tensiones sociales y, en casos tan importantes como el estadunidense, se ha revertido el proceso privatizador para retornarlo a las entidades públicas de los estados e inclusive de algunos condados, Ƒpor qué el Ejecutivo federal de México, cuyo referente favorito ha sido, es y será el poderoso vecino del norte, no claudica en el intento, dado el evidente disgusto de la población por el alza -aunque sea disfrazada de reducción de subsidios- de las tarifas eléctricas? ƑPor qué el Ejecutivo federal insiste en la reforma, no obstante que en muchos países, como Estados Unidos, se revierten las desregulaciones? ƑPor qué cuando ya todos vienen de regreso nosotros apenas vamos, con perseverancia digna de mejores causas? Tal vez los compromisos que muchos imaginamos son reales. Pero al margen de esto, tan preocupante y que sólo se puede calificar de ceguera, existen otras situaciones merecedoras de atención.

Quizás el dilema trasciende a una entidad multilateral internacional, el BM, relativamente pequeña, al igual que el Banco Interamericano de Desarrollo y otras similares, si las colocamos al lado del Fondo Monetario Internacional, y el primero sólo se prestó para ser vocero de inquietudes más amplias que con mucho lo rebasan, y por eso el desmentido.

ƑQué tal si el dilema es la necesidad de rescatar todo el sistema de empresas trasnacionales que obedecen a un orden internacional hegemónico? ƑY si el tiempo que se solicita al mundo, por conducto del BM, es para reflexionar, maniobrar y analizar cómo rescatar al modelo capitalista, que naufraga? No, no es descabellado. Si registramos que actualmente son sólo un exclusivo grupo de empresas trasnacionales las que monopolizan la acumulación de insumos fundamentales -como energéticos y agua- pero también sustentan al poder y poseen un bien fundamental, que no común, como lo es la riqueza y... el capital, podríamos percibir que esta situación coloca en jaque mate al resto de las trasnacionales, que carecen de alguno o varios de estos "insumos" fundamentales, e igual sucede en los ámbitos locales, con las empresas nacionales, ayunas de los mismos insumos, en países ya "favorecidos" con las desregulaciones, que son los más. Entonces, el problema y al mismo tiempo la explicación es el inmenso desaliento del sistema todo, que tiende a agotarse, a desaparecer. Es lo que sucede al cuerpo humano, y perdonen la ligereza del símil, cuando, en un proceso de autoinmunidad, tiende a desarrollar diversas enfermedades, entre ellas el lupus (lobo) heritematoso (enfermedad de la sangre), en la que un grupo de células pierde la memoria y ataca a las restantes, devorándose a sí mismas hasta que el cuerpo se colapsa y muere.

Esa es la paradoja. Es la preservación del modelo capitalista, que, mal operado, dejó de atender al todo para servir a unos cuantos, las economías hegemónicas, que al final parece colapsarán al sistema completo. Ese es el gran riesgo. Porque es claro que han aparecido sus signos de agotamiento: desempleo, profundización de la pobreza y una cada vez más inequitativa distribución de la riqueza en el mundo, no sólo en México, y no rescata ello la ceguera institucional del presidente Vicente Fox.

Ante este grave desequilibrio, los problemas se multiplican con velocidad. Y sí, las primeras en fenecer son las pequeñas y medianas empresas de los países que se prestan al juego, e inclusive los que se resisten, y no se salvan los que retroceden, como el propio coloso del norte. Al final se claudica, por la fuerza o por la necedad de unos cuántos. Ignoro si usted estará de acuerdo con el análisis. Yo siento que atrapé la mosca y ya no me molestará en la oreja.