A PLENO ZOCALO

José Agustín Ortiz Pinchetti

Señores diputados: Ƒy la gente qué quiere?

L OS DIPUTADOS electos ya empezamos a pensar en una agenda legislativa. Eso está muy bien. Los tiempos políticos son breves, la voluntad política exigua y las disputas y contradicciones entre la Cámara de Diputados y el Senado, entre las distintas fracciones y adentro de cada una de ellas no hará fáciles los consensos. Sin ellos la reforma no va a tener camino. ƑPor qué mejor no intentamos adivinar lo que quiere el pueblo que nos eligió? No es tan difícil, porque la gente se está expresando con claridad a través de los sondeos de opinión. Veamos dos ejemplos.

1. HAY repudio respecto del derroche de recursos en las campañas políticas. Se gastaron mil millones de dólares para elegir a la Cámara de Diputados. Diez veces más que en las democracias estables. La mitad fue para organizar la elección y la otra mitad para los partidos. De ese dinero, 70 por ciento fue para las televisoras. Las campañas resultaron larguísimas; más del doble que en los países democráticos. ƑY los beneficios? Exiguos. No hubo debates importantes. No se identificaron nuevas personalidades políticas. No se esclarecieron temas nacionales. Sólo votaron cuatro de cada 10 electores. La composición de la Cámara de Diputados cambió muy poco.

SI LOS electores propusieran, indicarían que quieren pagar menos dinero y acortar las campañas; transparencia en el uso del dinero y rendición de cuentas de los legisladores. Quieren oir promesas concretas y que el IFE haga público si los candidatos cumplieron o no. Son unas siete cosas de puro sentido común al alcance de una discreta reforma. Pero no es fácil hacerle caso a la gente. Las burocracias que controlan a los partidos controlan también a las fracciones en las cámaras. ƑCómo podrían dejar pasar una reducción financiera justamente enfrente de las elecciones de 2006? ƑCómo van a pagar una fuerte multa PRI y PAN? Sin este dinero y con participaciones reducidas quedarían en la quiebra técnica.

2. EN cuanto a reformas de fondo, más de la mitad de los electores creen que hay que combatir la pobreza y el desempleo, y mejorar la educación y la salud pública. ƑCon qué dinero? La reforma fiscal sería indispensable, pero desagradable e impopular. Es necesario primero reducir drásticamente el gasto suntuario del gobierno federal y del Poder Legislativo y los partidos. Sólo así habría legitimidad para proponer nuevas cargas a los ciudadanos.

ƑEL gobierno y/o los partidos renunciarán a sus prerrogativas? ƑA seguir gastando mucho y sin vigilancia efectiva? ƑLos legisladores dejarán la grilla? ƑAbandonarán el estilo cortesano tan arraigado? Los diputados y senadores, cuando hablan de los temas de la agenda legislativa, no sienten ningún interés en lo que propondrían los electores. Están divorciados de ellos. La gente siente antipatía por sus representantes, a quienes ni siquiera identifican. El protagonismo de los legisladores en los noticiarios es deplorable. La gente no confía en ellos y los repudia. Pero ellos pueden dormir tranquilos; no dependen de la opinión pública sino de la cúpula de sus partidos. ƑY México? ƑY la democracia? ƑY la historia? Esas abstracciones pueden esperar.

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