Recibió más de 20 balazos con arma de alto poder

La PGR podría atraer el caso del ex agente federal ejecutado el martes

SUSANA GONZALEZ G.

El ex subdirector de la Interpol en México, Miguel Inurreta Desentis, quien murió asesinado el martes pasado a mediodía a las puertas de su casa, en la delegación Xochimilco, recibió más de 20 tiros, de acuerdo con la necropsia realizada por el Servicio Médico Forense. Al respecto, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Bernardo Bátiz, no descartó que el caso pueda ser atraído por la Procuraduría General de la República (PGR).

Inurreta Desentis, quien tenía 50 años de edad, también se desempeñó como policía judicial federal y agente de la procuraduría de Puebla, pero actualmente trabajaba como asesor en una empresa de seguridad privada.

"Parece que fue una ejecución en la puerta de su casa y con muchos tiros", dijo Bátiz, y agregó que la investigación todavía estaba en manos de las autoridades locales, por lo que solicitarían información a la PGR, la cual "por el tipo de crimen y por el calibre de las armas, pudiera ser que atraiga el caso".

Consideró que el asesinato de Inurreta Desentis puede ser obra de la delincuencia organizada, pero se abstuvo de comentar si está relacionado con el narcotráfico.

Los asesinos huyeron en un automóvil Stratus verde, luego de disparar varias veces contra Inurreta Desentis en el momento en que abría la cajuela de su automóvil, frente a su casa, en la colonia Bosque Residencial del Sur.

Guillermo Fernández no participó en el multihomicidio de Tlalpan: Bátiz

Por otro lado, el procurador rechazó que Guillermo Fernández Carmona, quien fue extraditado de Alemania por el gobierno federal acusado de secuestro, delincuencia organizada y manejo de recursos de procedencia ilícita, esté relacionado con el asesinato de los cinco integrantes de la familia Narezo Loyola y dos empleadas domésticas, ocurrido en noviembre del año pasado en la delegación Tlalpan, y por el cual es procesado Orlando Magaña.

Aclaró que si bien a Fernández Carmona se le considera presunto cómplice de Orlando Magaña, no es por el multihomicidio sino por el secuestro del empresario Jaime Alcobe Rosas, realizado en octubre de 2002. Orlando Magaña, dijo, habría trabajado para Fernández Carmona, pero "con el asesinato de Tlalpan no tiene nada que ver directamente", sentenció.

Sin embargo, por la tarde, cuando Fernández Carmona rindió su declaración preparatoria en el juzgado 17 de distrito en materia de procesos penales federales, el titular de la Fiscalía de Homicidios de la PGJDF, Guillermo Zayas González, intentó ingresar a la audiencia con Juan Pablo Quintana, el único sobreviviente de la masacre.

Zayas González, entrevistado luego de acudir a una conferencia al Instituto de Formación Profesional de la PGJDF, dijo que el objetivo era que Juan Pablo Quintana viera a Fernández Carmona para que dijera si colaboró con Orlando Magaña en el asesinato de los Narezo. Mencionó que no fue posible realizar la "diligencia de confronta", porque se llevaba a cabo la audiencia por el proceso federal, pero aseguró que se buscará realizarla en los próximos días.