.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

E S P E C T A C U L O S
..

México D.F. Jueves 31 de julio de 2003

Baño de damas, de Rodolfo Santana, se presenta de viernes a domingo en el teatro Helénico

Los baños de hombres son aburridos; los de mujeres, interesantes: Franco

En tono de comedia, el autor realiza una aguda reflexión sobre la condición femenina

Sus protagonistas narran a La Jornada sus experiencias personales en este cuarto privado

MYRRHA YGLESIAS S. ESPECIAL

BanosCeciliaGabrielaDoce mujeres, una minúscula toalla cubre los cuerpos. Algunas llevan puestos los tacones... afuera llueve. Sutilmente la piel empieza a percibir el calor, un calor artificial.

El antecedente de este momento ocurrió hace sólo unos minutos. Son alrededor de las siete de la noche con 40 minutos. No es un domingo cualquiera ni tampoco se trata de un evento exhibicionista, pero sin saberlo ellas nos compartieron sus conversaciones, sus disgustos. Son las actrices de la obra de teatro Baño de damas, original de Rodolfo Santana, Premio Casa de las Américas 2003. Es una comedia ligera en la que el autor realiza una aguda reflexión sobre la condición de la mujer.

La obra se estrenó el 27 de junio bajo la producción de La Divina Providencia (Leticia Huijara, Pilar Boliver -quien también realizó el vestuario y maquillaje- y Eugenia Leñero) y no ha cesado de contar con una gran asistencia de un público heterogéneo, que se divierte y sorprende a partir de las historias que se desarrollan sobre el escenario, específicamente un baño, trabajo de escenografía e iluminación de Juliana Faesler.

El director Francisco Franco nos comenta que en los baños de hombres no pasa nada: "Son muy aburridos, las conversaciones son de lo más estándar. Los hombres son muy pudorosos, gritan y alardean mucho, pero en realidad no hacen nada, sin embargo en los baños de los deportivos todo mundo comenta entre sí sobre su cuerpo -todo el tiempo están observándoselo-, algunas veces de manera discreta pero otras no. Lo interesante pasa en el de damas".

¿De qué manera se identifican con las experiencias que vive cada uno de sus personajes en Baño de Damas? Esto es lo que piensan las protagonistas.

Yo entro a lo que voy: Cecilia Gabriela

"A veces me meto a los baños de hombres por equivocación, pero creo que lo más terrible que le puede pasar a una mujer es cuando inesperadamente te llega el periodo estando en la calle, y esto se vuelve una odisea porque tienes que ir a una tienda a comprar lo que necesitas y buscar un baño, es muy incómodo. Yo soy como los hombres, entro a lo que voy y no me doy cuenta de lo que sucede alrededor, y como soy actriz a veces es un poco incómoda la vida porque me da pena que me reconozcan, la gente me inhibe y las multitudes me aterran.

BanosVanesaCianguerotti''Me he dado cuenta de la gran soledad en la que vivimos las mujeres y esto de alguna manera nos hace hacer o decir cosas que no pensábamos o no queríamos, y esto se puede ver en los personajes de la obra. Cuando ésta termina uno se pregunta qué es lo que pudo haber pasado, qué sigue, adónde va cada una de éstas mujeres. Por lo pronto Cloe Castro, mi personaje, vuelve a una soledad verdaderamente espantosa."

Pilar Padilla: ''mis ángeles de la guarda me acompañaron''

"Fue terrible, hace como tres o cuatro años estaba con una depresión amorosa y con dos o tres tequilas me puse una borrachera espantosa con dos amigos en una cantina en la Condesa. Ellos se portaron y me trataron como mis ángeles de la guarda porque entraron conmigo al baño de mujeres, lo cual fue una experiencia muy extraña para las que entraban y veían a una borracha con dos tipos. Cuando llegué a mi casa como a las cuatro de la mañana sentí y pensé que me moría -el alcohol me hizo estragos-, como al personaje de Lety." (Aurora, interpretado por Leticia Huijara)

Lourdes Echevarría: de chavas abandonadas en el baño

"En un antro me tocó ver a una chava que se puso pedísima, y el güey con el que iba la dejó ahí, parece ser que se acababan de conocer. La metieron al baño para tratar de revivirla porque realmente estaba perdida -no podían sacarle la dirección de donde vivía, la cabeza se le caía-, estaba muy mal. Justamente la mujer que se hizo cargo de ella fue la encargada del baño, y hasta que finalmente la chava se acordó de quién era y dónde vivía la mandaron a su casa. Se me hizo malísima onda ver a una chava abandonada por un culero ojete."

Norma Angélica: ''he visto sangre que sabes que no es normal''

"Más allá de que cada vez que está ocupado y con cola el baño de damas, yo, sin ningún tapujo -descaradamente- me meto al baño de hombres y me muero de la risa cuando ellos me encuentran ahí, porque se salen, se apenan o se ríen.

''En el baño he visto mujeres muy ebrias, mujeres llorando.... Sangre, sangre que sabes que no es normal, que más bien es provocada y dices '¡Ay Dios, pero qué pasó aquí, qué se sacó ésta pobre mujer!'

''Las mujeres que atienden los baños siempre han sido muy amables conmigo, generalmente me encanta hablar con ellas un poco."

Nuria Kaiser: ''el espejo es el mejor aliado''

"Antes de estrenar la obra estábamos como muy observadoras de qué es lo que pasaba en los baños y fui a un antro. Varias veces estuve entrando al baño para ver qué sucedía y de pronto entró una chava con la cabeza sangrando, me impactó mucho porque tenía mucha relación con lo que pasa en la obra. No la había golpeado nadie, sino que al mesero se le habían caído unos vasos en la cabeza de ella. En general el mundo del baño es bastante impresionante, ver el tipo de chavas que van, por ejemplo, o darte cuenta como el espejo es el mejor aliado."

Vanessa Ciangherotti: ''ahí me di cuenta: vienes a este mundo solo y te vas solo''

BanosLeticiaHuijara"En un antro fui partícipe de una situación en la que a una chava le dio un ataque de epilepsia y donde todo mundo salió corriendo, incluso la señora encargada del baño. Solamente nos quedamos una amiga y yo a ayudarla. Fue muy fuerte porque yo tendría unos 14 años, y ver a esta chava que tendría como 18 o 19, y que era como muy exuberante, con la boca muy trompuda de donde le salía espuma y con los ojos completamente rojos, de verdad fue impresionante. Cuando le estábamos metiendo la toalla en la boca los ojos se le pusieron en blanco, porque finalmente todo lo que le pasaba era una descarga eléctrica y la fuerza que ella tenía era impresionante, era como una escena de El exorcista.

''Lo que más me impresionó no fue tanto la chava, sino la reacción de todo mundo. Ha sido una de las lecciones más importantes en mi vida, donde me di cuenta de que vienes al mundo solo y te vas solo."

Leticia Huijara: ''una simple guacareada destruye lo bello''

"Alguna vez me he ido a refugiar a un baño a causa de los cólicos, que son experiencias verdaderamente fuertes. Una vez vi a una mujer muy guapa volviendo el estomago y me acuerdo que fue una experiencia fuerte, en el sentido de darme cuenta con qué facilidad se pierde, no la compostura, sino esto que nosotros pensamos que es bello, y que una simple guacareada lo destruye por completo."

Cabe destacar que la producción general y la adaptación de la obra de teatro son responsabilidad de Leticia.

Carmen Delgado: ''admiro a las lesbianas que dan la cara''

"Una vez con un grupo de amigas muy íntimas fuimos entrando al baño de una en una, no recuerdo dónde, y yo entré antes al baño y ellas después, y sin que se dieran cuenta de que yo estaba ahí me enteré de que una de ellas -que es una cantante importante y conocida- era lesbiana, así que le estaban inventando toda una historia, todo un show para que nadie se enterara. Yo estaba muy chavita pero me dio coraje que la mujer tuviera la necesidad de ocultar su homosexualidad. De por sí la sociedad es terrible con las mujeres, y ser lesbiana lo complica todavía más. Yo admiro a las mujeres que realmente dan la cara y no les importa."

Baño de Damas

Original de Rodolfo Santana

Producción: La Divina Providencia.

Dirección: Francisco Franco

Escenografía e iluminación: Juliana Faesler

Vestuario y maquillaje: Pilar Boliver

Funciones: Viernes, 20:00

Sábado, 18:00 y 20:30

Domingo, 18:00 horas

Teatro Helénico.

Av. Revolución 1500. Col. Guadalupe Inn.

Tel. 5662-8674 / 7535.


Olga Harmony

Baño de damas

Por alguna razón, las obras que tratan de mujeres y de sus problemas íntimos tienen entre nosotros gran éxito de público (muchas veces duran tantos años, que las actrices se relevan o bien, para abatir su cansancio, ''morcillean" de tal modo que el texto original resulta irreconocible). Sin intentos de teorizar, me imagino que a las féminas les gusta reconocerse en escena y que los varones pretenden acercarse a lo que los cursis llaman ''el eterno femenino", cosa que creo totalmente inexistente. En lo personal, las veo poco y generalmente me aburren, porque creo que cada mujer es mucho más que sus relaciones con el sexo opuesto, pero por otro lado -y sin entender del todo el fenómeno- me alegra que muchas actrices tengan trabajo en estos difíciles tiempos que corren y que espero que Leticia Huijara, que se responsabiliza de la producción de Baño de damas, logre reponer su inversión, lo que al parecer está logrando. Dicho lo anterior me referiré a esta escenificación.

El laureado dramaturgo venezolano Rodolfo Santana es poco conocido entre nosotros. Hace algunos años vimos en una Muestra Nacional este mismo texto montado por el director tapatío Fausto Ramírez y ya entonces aparecía como una comedia banal, muy lejana a otros autores venezolanos como José Ignacio Cabrujas, César Reinfijo o Isaac Chocrón, de los que algo conocemos. En verdad tiene cosas divertidas, entremezcladas con ligeras críticas a la clase política hechas por empleadas de alguna cámara legislativa y se agradece que se muestre una solidaridad femenina entre desconocidas, cuando alguna tiene un problema en ese baño de un cabaret de lujo, muy alejada del prejuicio de las rivalidades femeninas que no pocos sostienen.

En esta adaptación de Leticia Huijara, quien es fruto del taller de Vicente Leñero y ya obtuvo una beca como dramaturga joven, y a pesar de ello, mucha parte de la trama resulta inconsistente y los defectos saltan a la vista. Si mal no recuerdo, se eliminó a la hija de Carmen, la encargada del baño y su problema, con lo que la reacción final de ésta, un acto casi reflejo, resulta poco consistente al eliminar un motivo más para su aturdimiento frente a todos los males que le caen encima.

Un grupo de buenas actrices esta vez no lo demuestran bajo la dirección de Francisco Franco, más atento a la ligereza del trazo escénico y a la comicidad de las situaciones -que sí consigue- que a un auténtico seguimiento de los personajes que aparecen, cada uno con su historia, así sea de manera fragmentada. En la escenografía de la prolífica Juliana Faesler que reproduce un baño de cabaret de lujo con todos sus aditamentos y con el vestuario muy propio para acudir a uno de estos centros diseñado por Pilar Boliver, las entradas y salidas de las mujeres se dan a muy buen ritmo, incluso el par de taburetes que Carmen coloca al centro casi en proscenio -y que nos pueden hacer temer una dirección muy frontal- se utilizan sólo cuando es necesario y la acción escénica ocupa todos los espacios. En eso Franco siempre ha demostrado pericia, pero la verdadera interpretación de los personajes (que es su punto flaco, pero que ya había logrado en la dirección de Muerte súbita, de Sabina Berman) se muestra ausente.

Leticia Huijara representa a Aurora, casi todo el tiempo borracha, lo que es muy celebrado por el público, y lo hace bien porque es una buena actriz y una mujer simpática, pero un beodo o una beoda son papeles muy fáciles para quien ha mostrado otras posibilidades. Bárbara Eibenschutz está débil como Valeria y su mirada final hace que se lamente que no todo su desempeño tenga igual fuerza. Norma Angélica está graciosa, sin más, en su Carmen, pero poco creíble ante la mala noticia que le llega del hospital; este personaje, que se convierte en ángel vengador, debe cargar dolor y culpa al final y su insistencia de no irse hasta no terminar su turno nos debe conmover como un deseo de la pobre mujer de no perder un empleo que necesita más que nunca, cosa que no sucede porque la actriz no muestra esas emociones. Las otras actrices y el actor cumplen su cometido sin mayores dificultades, sin riesgos ni matices en esta escenificación sin mayores miras que el éxito comercial.

Y como nota final, mi agradecimiento a María Cristina García Zepeda por el envío del libro que guarda la memoria de los primeros 50 años del Auditorio Nacional.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email