Cae la afluencia foránea

Captó el turismo 4 mil 871 mdd en el primer semestre

MIRIAM POSADA GARCIA

La captación de divisas en materia turística alcanzó una cifra récord durante el primer semestre del año, al ubicarse en 4 mil 871 millones de dólares, a pesar de que la llegada de turistas internacionales disminuyó 10.5 por ciento, señaló el secretario del ramo, Rodolfo Elizondo Torres.

En su primer informe sobre la situación del sector turístico, Elizondo Torres precisó que los 4 mil 871 millones de dólares captados entre enero y junio de este año en el sector turístico representa un incremento de 6.9 por ciento respecto del mismo periodo de 2002, esto a pesar de que han llegado menos turistas, pero quienes eligieron el país como destino incrementaron su gasto 7 por ciento.

Destacó que en el periodo de referencia la balanza turística creció 18.9 por ciento, con un superávit de mil 901 millones de dólares, mientras que la generación de empleos aumentó en 10 mil plazas, por lo que un millón 767 mil mexicanos laboran formalmente en la actividad.

Señaló que uno de los segmentos con mejores resultados es el del turismo de cruceros, que en el transcurso del año ha tenido un crecimiento de 45.4 por ciento, y afirmó que los usuarios gastan 53.3 por ciento más que en 2002.

Por su parte, el turismo fronterizo, que había registrado una caída promedio de 31 por ciento, ha mostrado una ligera recuperación, por lo que consideró indispensable trabajar para recuperar este mercado que al año representa 80 millones de cruces.

El turismo doméstico también ha tenido una importante participación en el mercado, debido a que la ocupación hotelera en los destinos tradicionales registró crecimiento de 2.2 por ciento.

El funcionario confió en que la recuperación del sector se mantenga, luego de la crisis que atravesó por la invasión de Estados Unidos a Irak, y las condiciones económicas por las que pasa la economía mundial. Dijo que el gobierno federal y el Poder Legislativo deben colaborar en el otorgamiento de créditos fiscales y la desregulación que incentiven la inversión en la llamada industria sin chimeneas.