"Ficticios, 200 mil nombres incluidos en el padrón"

Candidato checheno denuncia que Moscú prepara elecciones de Estado

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 22 de agosto. Con el registro de candidatos se cumplió una formalidad más para "legitimar" en las urnas a Ahmad Kadyrov, el gobernante interino que el Kremlin desea mantener al frente de Chechenia, en unos comicios cuyo resultado, en realidad, no depende de cómo voten los propios habitantes de esta república separatista del Cáucaso del Norte.

Puede haber un solo ganador -el cuestionado Kadyrov, quien junto con los líderes independentistas combatió a las tropas rusas y luego se cambió de bando-, porque ahora así conviene a Moscú y no escatimará recursos con tal de lograrlo.

Funcionarios rusos admiten, en pláticas off the record, que los comicios en Chechenia -lejos de ser parte de una solución política al conflicto armado- están pensados para tener más efecto fuera de Rusia que dentro, en la medida en que el Kremlin está obsesionado por poder presentar a Kadyrov como presidente electo por los chechenos.

Aún falta mes y medio para que se abran las casillas, pero ya uno de los candidatos que se atrevieron a desafiar la voluntad de Moscú, el único diputado checheno de la Duma rusa, Aslambek Aslajanov, acaba de denunciar la primera irregularidad grave.

De acuerdo con Aslajanov, político que goza de credibilidad y representa al sector moderado de la diáspora chechena -cuyos miembros, que suman cientos de miles de potenciales sufragios, por ley no pueden votar fuera de Chechenia, mientras se autoriza que voten residentes temporales, como se califica a los 80 mil soldados rusos que sostienen en el poder a Kadyrov-, más de una tercera parte de los nombres que hay en el padrón son ficticios.

Para ser más claro y contundente, Aslajanov afirmó que, del total de 540 mil supuestos electores incluidos en las listas elaboradas por la administración provisional pro rusa, "cerca de 200 mil son almas muertas", que existen sólo en el papel, como habría dicho el genial Gogol.

Con votos asegurados de ese modo y similares, no sería raro que se supere el éxito del "referéndum" de marzo pasado, en el cual se registró una afluencia de 89.5 por ciento y se aprobó que Chechenia siga formando parte de Rusia, con 96 por ciento de los sufragios.

Aunque los chechenos poco pueden cambiar con su voto, ante la oferta electoral de 11 candidatos registrados (la mayoría simples comparsas), sondeos recientes revelan la tendencia generalizada a favorecer en las urnas a "cualquiera menos a Kadyrov".

Por ello la gente cercana a Kadyrov acaba de difundir los resultados de una encuesta, que atribuye al Centro de Estudios de la Opinión Pública de Rusia (VTsIOM, por sus siglas en ruso). Según la misma, el candidato de Moscú encabeza la intención del voto con 32 por ciento, frente a 15 por ciento de Aslajanov, que iría segundo.

Las cifras favorables a Kadyrov se dieron a conocer poco después que Bislan Gantamirov, el (todavía no cesado) ministro de Información y Prensa en el gobierno pro ruso de Chechenia, lanzara su lapidario pronóstico de que el elegido del Kremlin "no podrá sacar más de un 3 o 5 por ciento del voto".

Es difícil saber hasta qué punto Gantamirov minimizó la influencia real de Kadyrov, pues ya hizo pública su intención de incorporarse al equipo de campaña del controvertido Husein Dzhabrailov, representante de un clan empresarial afincado en Moscú, cuya oferta electoral -igual que la del otro magnate que hizo su fortuna en la capital rusa, Malik Saidulayev- parece limitarse a los millones que está dispuesto a gastar en la promoción de su candidatura.

Es fácil, en cambio, saber hasta qué punto los incondicionales de Kadyrov exageraron su popularidad: el prestigiado VTsIOM, a decir de su subdirector general, Aleksei Grazhdankin, jamás realizó el sondeo que citan, al anunciar que su jefe va adelante en la preferencia de los electores.

En ese contexto, se entiende que políticos chechenos de la talla de Ruslán Jasbulatov, ex presidente del Parlamento ruso, hayan declinado ser postulados por considerar que en este momento "no hay allá (en Chechenia) condiciones para celebrar elecciones normales".

El propio Aslajanov era de la misma idea, pero se decidió en el último momento. No parece ingenuo ni se prestaría al juego de nadie, lo cual hace creer que si Aslajanov aceptó participar como candidato, es sólo para exhibir, desde dentro, los procedimientos desaseados que marcan los comicios presidenciales en Chechenia.

Mientras el Kremlin proclama que estas elecciones son un nuevo testimonio de que la situación se "normaliza" en Chechenia, la guerrilla separatista -sin hablar de los grupos más radicales, los que realizan los atentados suicidas- está incrementando de modo sensible el número de emboscadas y ataques contra el ejército federal. Tan sólo en los pasados dos días, murieron 17 soldados rusos.