.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

E S P E C T A C U L O S
..

México D.F. Sábado 23 de agosto de 2003

Mañana, gran baile en la Macroplaza de Monterrey por sus 25 años de carrera

Ahora el tiempo ya no es mío, como cuando era anónimo: Celso Piña

Agradece a las instituciones gubernamentales voltear sus ojos a la música del pueblo

El gusto por El rebelde del acordeón es hereditario, tres generaciones lo han seguido

DAVID CARRIZALES Y JORGE CABALLERO CORRESPONSAL Y ENVIADO

Monterrey, Nuevo Leon. A unas horas de que comiencen las actividades del primer Festival de Baile Popular en esta ciudad, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, donde se tributará a Celso Piña por sus 25 años de andar en el vallenato, la charanga y el rocanrol, el llamado Rebelde del acordeón charla con La Jornada en la cantina La Bohemia, donde a excepción de los despistados, todos al saludar a Celso Piña se les dibuja una sonrisa de victoria mayor, que a muchos los haría sentirse unos mamones mesiánicos, aunque Piña no se la cree del todo y hasta se para a repartir abrazos a los fanáticos que llegan a su mesa. Con su acento norteño dice: "Qué bueno que ahora las instituciones gubernamentales, a 25 años de iniciar mi carrera, hagan esa onda de voltear hacia esta música del pueblo, es una coronación a mi esfuerzo... pero este éxito yo no lo hice, se fue haciendo poco a poco".

Al trasladarnos de mesa hacia un rincón más apartado de La Bohemia, Celso confiesa: "Qué bueno que me llegó el reconocimiento a los 25 años, lo que es triste es que a tantísimos músicos talentosos no les llegue nunca".

Celso bebe una Tecate en bote. Suspende la plática con dos ingenieros de sonido para platicar con este diario. Retomando su primera respuesta, menciona: "Me siento muy chido, porque gente que puede hacer otras cosas para sacar alguna ventaja lo haga por esta cultura musical, que no tiene que ver nada con Colombia. Tomando en cuenta todo lo que me la he pelado en este tiempo, es muy importante que ahora reconozcan todo ese trabajo".

''No quiero envejecer dando lástima''

Al principio, a Celso Piña se le siente tenso, sensación que se disipa conforme los tarros de cerveza se van vaciando/llenando, junto con el lenguaje no verbal de la entrevista. Para la tercera pregunta Celso está completamente relajado y la plática fluye. "Al principio sólo mi mamá y mi papá me escuchaban, ahora ya hay 10 güeyes que lo hacen. Al principio lo hacía como un gusto, este gusto me ha salido muy caro durante 25 años. Ahora que ya he llegado a mi plan de hace 25 años quizás dure unos cinco o 10 años más tocando, porque no quiero envejecer dando lástima, pero si encuentro la eterna juventud, a los 90 años seguiré tocando".

Después de terminar con los residuos de su cerveza y ordenar otra, Celso sintetiza la importancia de las actividades que concluirán mañana con un gran baile en la Macroplaza: "Aparte de todas las agrupaciones que vienen, Sonora de Margarita, Sonido la Conga y nosotros (Celso Piña y su ronda Bogotá), viene Carlos Monsiváis a hablar de esta música, Joaquín Hurtado también participa... o sea, son grandes cocos que se interesan por esto y me hacen sentir muy bien, porque siempre he estado en el anonimato y tirándome al león mucha gente".

Haciendo un agujero en el tiempo, Piña se pone un poco nostálgico -las cervezas no tienen nada que ver- y suelta: "Mi vida ha cambiado mucho, al principio tocaba y me iba a dormir a mi casa, ahora mi tiempo ya no es mío, ya no lo tengo como cuando era anónimo. Me dicen que me he de sentir como pavorreal con el homenaje, el nuevo disco, el concierto en la Macroplaza... tengo una maraña de cosas en la cabeza, eso es lo que ha variado".

-¿Y te sientes un mamón?

-Cuando quiero, pero en lo general son muy humilde. Lo que me enoja es que alguien quede en llegar a la una de la tarde y llegue dos horas después, entonces dicen que soy un mamón porque me encabrono.

-Y la gente que te rodea, ¿cómo ha variado?

-Todo mundo cambia, ahora somos unos y dentro de cinco años cambiaremos, nuestra manera de pensar principalmente, nadie está fuera de eso. Todos los que me rodean son grandes personas, son mis amigos.

Antes de que mengüe la charla, llega la penúltima tanda de cervezas. Todos los parroquianos de La Bohemia saben que Celso Piña está ahí, pero todos se lo callan porque quieren guardárselo para sí mismos y para la anécdota.

-¿Crees que las nuevas generaciones estén entendiendo mejor tu música, tu onda, que los de tu generación?

-No. Se debe a todos estos años de chinga; hace 25 años tuve mucha aceptación de la raza, pero ya se hicieron a un lado porque ya tienen 50 o 60 años, entonces pues ya sólo piensan en su jale y su mandado. Ya no van al rocanrol. Lo mejor es que en los conciertos hay chavos que me dicen: "Celso, mis jefes se ligaron en un concierto tuyo en el Patinerama". Y otra cosa: una vez me encontré a El Grande, un cuate de años que me presentó a su huerquillo, como de 22 años, me saludó y a su vez el huerquillo me presentó a su chavo de dos años. Ahora está la raza nueva, hijos de aquella gente de mi camada, y ya viene la tercera generación; entonces como que el gusto por Celso Piña es hereditario.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email