.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

P O L I T I C A
..

México D.F. Martes 26 de agosto de 2003

José Blanco

Seres delta

El reciente intercambio, algo ríspido, entre la SEP y la UNAM, sobre la demanda no atendida de educación superior en la zona metropolitana -asunto sobre el cual no existe un registro, por lo cual ya hay un acuerdo para estimarla- parece haber dejado la idea en algunos medios de que la demanda podría ser, en efecto, una cifra considerablemente mayor que la oferta educativa en la zona.

El estudio mostrará que los números están muy lejos de los 100 mil o muchos más aspirantes que algunos creen que existe de diferencia entre demanda y oferta. Muchas voces se han expresado en los medios sobre el tema, y así se hicieron visibles numerosas confusiones. Una de ellas fue creer que la diferencia entre quienes están en la educación superior y el grupo de edad correspondiente (18-24 años) es la demanda no atendida de ese nivel educativo. En la zona metropolitana la cobertura es de 40 por ciento, es decir, 60 por ciento del grupo de edad no está inscrito en ninguna institución de educación superior. Por supuesto, la demanda no atendida no es de 60 por ciento, como algunos, tan conmocionados como equivocados, parecen creer.

Mucho más alarmante es la posición de no pocas voces en los medios, cuya opinión, también equivocada, es exactamente la contraria: la cobertura es excesiva: debiéramos educar a menos jóvenes.

Un ejemplo conspicuo de esta posición se expresa en el artículo de Sergio Sarmiento del pasado 20 de agosto, en Reforma, titulado "Falso debate".

Señalando dos o tres aspectos realmente negativos de las universidades públicas, Sarmiento opina: "Las universidades del país se han convertido en un fraude gigantesco... De la artificialmente baja tasa de desempleo abierto que registra el INEGI, 45.8 por ciento correspondía a personas con educación media y superior el pasado mes de junio... Simplemente aumentar el número de lugares en las universidades públicas, como lo plantea el rector De la Fuente, no ayudaría en nada a los jóvenes, sino que serviría para ampliar aún más este gran fraude".

Lo que más impresiona de tal formulación es la monstruosidad moral expresada a los cuatro vientos, aunque vestida de racionalidad: yo, que fui educado, digo que necesitamos, dado el comportamiento del mercado, dejar a muchos, a la mayoría -dados los datos de cobertura existentes-, sumidos en la ignorancia: esos que necesitamos para usar la pala, el pico, la escoba y limpiar las cañerías. Los seres delta de Aldous Huxley, que servían subyugados a los alfa educados, ambos creados ahora, no por vía genómica como en Un mundo feliz, sino mediante una racional política educativa.

La racionalidad, por otra parte, en realidad brilla por su ausencia La planeación de la educación superior exige ubicarla en plazos muchos más dilatados que la de cualquiera otra política pública.

Pero la tesis de Sarmiento se apoya en un dato no digamos de corto plazo, sino absolutamente de coyuntura: el desempleo profesional de junio, en un momento de tendencia recesiva en la economía mundial. De modo que si en pocos años tuviéramos un periodo de expansión y absorción de empleo, nosotros entre tanto habríamos decidido no contar con más gente educada, en un mundo en el que la palanca primordial del desarrollo es el conocimiento.

Al inicio de los años 80 Francia registraba alta desocupación profesional. Frente al problema, la determinación del gobierno, a la vista de las dificultades económicas y de las decisiones que se estaban tomando en todo el mundo desarrollado sobre la educación superior, fue exactamente la contraria a la propuesta de Sarmiento: amplió la cobertura y buscó renovar los niveles de calidad de la educación con la mayor velocidad posible. Estaba claro que todos los problemas, incluido el desempleo profesional, podían ser resueltos con más y más gente altamente educada, no con ignorancia masiva, más aún en la era del conocimiento.

Decir, por otra parte, que las universidades públicas son un gran fraude, es no contar con la más mínima información de lo que ocurre con esas instituciones y el vasto cúmulo de reformas realizadas en gran parte de ellas en los últimos 10 años, y el gran número de programas de reformas que se hallan en curso.

Por supuesto, la universidad pública requiere de una transformación aún más profunda, acorde con el conocimiento del presente y el del futuro previsible, y con la velocidad con la que se genera y se generará en el porvenir.

Reformas profundas fueron hechas recientemente en un solo acto (una ley) en Alemania, o en Dinamarca, y en otros países con ritmos más pausados. Nuestro turno debe llegar pronto. Requerimos muchas más personas altamente instruidas, una inteligente ampliación de la cobertura, para alcanzar un día una sociedad altamente educada.

Esa es la vía principal, por otra parte, para abatir la desigualdad social monstruosa de este país. Disminuir la cobertura acentuaría aún más la desigualdad, y sería la más torpe decisión para el desarrollo futuro de largo plazo del país.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email