TERCER INFORME DE GOBIERNO

Resultados preliminares del IFE de la votación pasada

Inquietan a niños pobreza, discriminación y maltrato

RENATO DAVALOS

Los niños mexicanos de entre 10 y 13 años consideran que la pobreza es el principal problema del país; los de 14 a 17 años, califican a la discriminación por incapacidad, enfermedad, color de piel o tendencia sexual, de problema esencial, y un tercio de los infantes de seis a nueve años señaló que sufre maltrato, según revelan los "resultados preliminares de opinión" del Instituto Federal Electoral (IFE), derivados de la votación emitida por los menores el pasado 6 de julio.

Esa votación se realizó en mil ocho casillas, que se instalaron a lo largo y ancho del país. Participaron poco más de 3 millones de menores, de los que 52.1 por ciento fueron mujeres y 47.9 varones. El mayor interés fue de los niños de seis a nueve años.

El nivel de abstención en la renovación de la Cámara de Diputados también se reflejó en el interés infantil y juvenil, pues la participación disminuyó 28 por ciento en relación con los comicios de 2000.

Entre los niños de seis a nueve años, casi un tercio manifestó que los golpean y, por tanto, se sienten afectados por la violencia intrafamiliar. Asimismo, cerca de 3 por ciento de las niñas manifestó que abusan de su cuerpo y 4 por ciento de los niños se manifestó en ese sentido. En tanto, 47 por ciento opinó que el maltrato ocurre porque los adultos no saben que los infantes tienen derechos, y 39 por ciento señaló que las razones se derivan de que los adultos se desquitan de sus problemas con los niños.

En el segmento de 10 a 13 años, el mayor problema manifestado fue la pobreza, con 69 por ciento, seguido de la inseguridad. Los niños evidenciaron un mínimo interés por la sexualidad, el alcoholismo y la drogadicción; 45 por ciento dijo que a los adultos les da pena hablar de estos temas.

En el rango de 14 a 17 años, participaron casi medio millón de jóvenes. El tema central fue el de la discriminación. Prácticamente seis de cada 10 jóvenes declararon no haber sido discriminados en la familia, en la calle, en la escuela o en el trabajo ni en tocadas. El restante 40 por ciento aseveró que la discriminación se explica por la discapacidad y la enfermedad, seguido de la posición económica, el color de la piel, el carácter indígena o la preferencia sexual diversa.

Cinco de cada 10 jóvenes valoran el poder de la educación para lograr el respeto a las diferencias y cuatro de cada 10 atribuyen un importante papel a la aplicación de las leyes.