Perdió 60 por ciento de la votación en el estado respecto de las elecciones de 1997

Se desmorona el PRD en Jalisco tras los comicios del 6 de julio

Pese a los malos resultados, no se vislumbra interés por renovar la dirigencia; hay desbandada

JOSE DIAZ BETANCOURT CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 31 de agosto. Con una dirigencia estatal cuestionada por la Comisión Nacional de Garantía y Vigilancia (CNGV), en las elecciones del pasado 6 de julio el Partido de la Revolución Democrática (PRD) dejó de ser la tercera fuerza política en Jalisco, al perder 60 por ciento de su votación respecto de la obtenida en 1997.

Después de esta derrota, las corrientes internas que durante años pelearon por controlar el partido entraron en una especie de amnesia y a nadie parece interesarle ya exigir que se acate una resolución emitida el 15 de septiembre por la CNGV, mediante la cual se ordena a la Comisión para la Legalidad y Transparencia repetir los comicios internos celebrados el 17 de marzo de 2002, en los cuales Celia Fausto Lizaola fue electa dirigente estatal.

Fausto Lizaola está identificada con el llamado Grupo Universidad, que dirige el ex rector Raúl Padilla López, quien de acuerdo con los pronósticos seguirá dictando los destinos del PRD en la entidad.

La ausencia de autocrítica y la falta de coherencia y participación entre los opositores al Grupo Universidad hacen dudar que la Comisión para la Legalidad y Transparencia del PRD nacional -creada para atender las pugnas relacionadas con las elecciones internas- haga valer su resolución y se produzca un relevo en la dirigencia estatal del partido.

Por el contrario, los dirigentes de las distintas facciones perredistas empezaron la desbandada y ya se unieron a otras alternativas e inclusive a otros partidos. Para ellos la administración de lo que queda del PRD será tanto como esperar a que "un cigarro se apague", producto de la inanición que arrojó una magra cosecha de sólo seis ayuntamientos, dos diputados locales plurinominales y dos regidores metropolitanos, estos últimos impugnados por el PAN. Apenas 6.1 por ciento de la votación total.

Nada comparado con las elecciones federales de 1997, cuando el PRD obtuvo en el estado 718 mil 568 votos (15 por ciento de la votación), lo que le permitió obtener 12 municipios y dos diputados plurinominales.

Los resultados de aquel año hicieron que al menos cinco corrientes pugnaran por la hegemonía del partido; competían por la posibilidad de negociar con el Grupo Universidad algunas posiciones.

Las corrientes que sobreviven a la fundación del PRD son las que encabezan Pedro y Miguel León Corrales, quienes se identifican con Izquierda Democrática (ID), que a escala nacional tiene como principales dirigentes a Dolores Padierna y René Bejarano.

Es la única que ha anunciado un proyecto de "reconstrucción" del PRD en Jalisco, sustentado en que Padilla López "debe sacar las manos" del partido, porque "no se puede compartir la tendencia de luchar por una Presidencia de la República en 2006 con 19 distritos destruidos" en el ámbito local, pues así califican los resultados adversos de la elección del 6 de julio.

Para ID, las otras corrientes -como Bases Perredistas, del ex diputado federal Gilberto Parra; la de Juan Manuel Rodríguez, con arraigo urbano; la que dirige José Guadalupe Madera Godoy, diputado local plurinominal e integrante del comité ejecutivo estatal de la sección 47 de Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; la que encabeza Judith Ojeda, del Frente Popular Independiente, y otras- deben también denunciar que la dirección de Raúl Padilla es antagónica a la visión del partido hacia el año 2006.

También se identifican como corrientes del PRD el sector agavero, que encabeza René Beas, y la que sustenta Mario Saucedo, integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido, quien está al mando de la corriente nacional de Los Cívicos, que agrupa, entre otros, a la senadora Leticia Burgos y a Humberto Zazueta.

Para Pedro y Miguel León Corrales "hay más que elementos para que Padilla López (y sus seguidores) salgan del partido, pues manejan los recursos facciosamente, juegan con el PRI y no cumplen con las reglas partidarias".

Para respaldar su lucha por recuperar la dirección estatal del PRD, ID no dudará en recordar la primera resolución de la CNGV, la cual fue corroborada por la Comisión de Transparencia y Legalidad, pues en ambas se desconoce la dirigencia de Celia Fausto Lizaola.

Según la corriente de los León Corrales, los principales embates para forzar a Raúl Padilla a dejar el partido empezarán tras el balance nacional que se llevará a cabo en las primeras semanas de septiembre, donde también se analizarán con especial cuidado los resultados en las entidades donde se llevaron a cabo elecciones concurrentes.

Fuera de ID, a nadie parece interesar el acatamiento del dictamen emitido por la CNGV, el cual el 15 de septiembre del año pasado declaró "la nulidad de las elecciones internas de presidentes y secretarios generales de los comités municipales, delegados al Congreso estatal y consejeros estatales, así como presidente y secretario general del Comité Ejecutivo Estatal".

Para el diputado local plurinominal José Guadalupe Madera Godoy -en su momento uno de los principales impugnadores de la presidencia de Celia Fausto Lizaola-, no existe a la vista una fecha pertinente para volver a insistir en el tema. Señala que "no hay quien promueva una coyuntura unida de presión" para exigir que se retome el tema de la ilegalidad de la dirigencia.

El CEN del PRD, culpable: Celia Fausto

La cuestionada Celia Fausto dijo el pasado 8 de agosto que los dirigentes nacionales del partido fueron los culpables de los pobres resultados. "Hubo insuficiencia de recursos financieros del CEN; el recurso que estaba comprometido para Jalisco nunca llegó, solamente dispusimos de lo otorgado por el Consejo Electoral de Jalisco."

Aseguró que para el CEN del PRD Jalisco no es prioritario, y como efecto de esta calificación los 3 millones de pesos que se ofrecieron en un principio para las campañas se redujeron a nada.

Afirmó que el desprecio hacia Jalisco no es producto de la gestión de la ex dirigente nacional Rosario Robles, sino que tiene un antecedente histórico más lejano. Sin embargo, otro ingrediente citado por la presidenta estatal del partido es que el binomio PRI-PAN confundió y acaparó al electorado.

A juicio de Fausto Lizaola, falta sumar otro factor, pues otras fuerzas políticas -en particular el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)- se convirtieron en receptáculo de muchos cuadros capacitados que antes tuvo el perredismo, de ahí que el PVEM se haya convertido en la tercera fuerza electoral, con 7.2 por ciento de la votación.

El PVEM logró 199 mil votos para la elección de diputados, ganó ocho alcaldías y 24 regidurías en 25 municipios, cuatro de ellos metropolitanos: Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá.

En Jalisco se aportaron al PVEM 195 mil votos para las diputaciones federales, convirtiéndose así en la segunda entidad proveedora de votos a ese partido, después del Distrito Federal.

La hegemonía del Grupo Universidad es lo que ha hecho daño: Martínez Verduzco

Raúl Martínez Verduzco, cofundador del PRD hace casi dos décadas, recomienda que el Grupo Universidad se retire ahora mismo del partido en Jalisco para que se pueda recuperar, diagnosticando así que la hegemonía universitaria "es lo que ha hecho daño al perredismo local.

"Los únicos que podrían hacer algo por la izquierda jalisciense, como Carlos González Durán, Clemente Castañeda, Juan Manuel Negrete, Pedro León Corrales, René Beas, José Luis Rodríguez y Roberto Gómez Lamas están en otros partidos o se dedican a otros menesteres alejados de la política", agrega.

El analista político Alfonso García Sevilla asegura que al tratar de determinar qué pasará con el estado de legalidad del PRD estatal, el meollo del asunto no es saber si la elección de la actual dirigente es legal. Lo importante es saber hasta qué punto el CEN perredista permitirá la continuidad del grupo que ha manipulado al PRD en Jalisco y cuyo balance, elección tras elección, ha sido negativo, sin que parezca importarle a nadie". Además, el relevo de dirigente luego de la renuncia de Rosario Robles podría cambiar las cosas en Jalisco, añade.

"Lo interesante ahora es observar, con los movimientos en la dirigencia nacional, cómo y quién tomará las riendas del partido en el estado, ya que es bien sabido que la corriente encabezada por Leonel Godoy no ve con buenos ojos al ex rector (Raúl Padilla), y esto hace evidente la designación por el CEN de un delegado que venga a analizar la situación actual del partido y acercar a las corrientes relegadas durante los recientes años de hegemonía udegeísta".

García Sevilla dice que "es claro que el partido del sol azteca se sabe con posibilidades de ganar la Presidencia de la República en 2006, pero también sabe que es necesario reorientar los planes electorales y la trascendencia" que para ello tiene Jalisco.

Ahora se conoce, dice, que el grupo padillista no tenía sus esfuerzos puestos en el avance del PRD. "Las estrategias electorales del Grupo Universidad no giraron en torno a la restructuración y consolidación del partido. Por el contrario, el acercamiento hacia el PRI fue evidente desde las precampañas tricolores; el capital político no ha sido puesto en beneficio del PRD, sino negociado al mejor postor, y en este caso, ante la derrota del precandidato priísta favorecido, Enrique Ibarra, se ha puesto en entredicho la fuerza política real que pudiera conservar el Grupo Universidad en Jalisco".

La pregunta es hasta dónde podrá negociar Raúl Padilla la permanencia de su grupo político al frente del sol azteca en Jalisco, dice García Sevilla, pues "las pugnas internas, la cada vez mayor recurrencia a candidaturas externas, la falta de proyectos viables y de capacidad de diálogo en el interior la vuelven una labor harto complicada", concluye.