Los amantes suicidas de Amijima, pieza dramatúrgica dirigida por Gilberto Guerrero

Obra teatral revisa el amor en Oriente

En el montaje se aborda un concepto fundamental en la cultura japonesa: el honor

CARLOS PAUL

¿Qué lleva a una mujer a salvarle la vida a su esposo y a la amante de éste? ¿Cómo se concibe el honor, la infidelidad, la pasión, el amor, la prostitución y la renuncia en la milenaria cultura del Japón? Esas son algunas cuestiones que más allá del machismo y la abnegación femenina aborda la puesta en escena Los amantes suicidas de Amijima, de Monzaemon Chikamatsu, dirigida por Gilberto Guerrero, quien encabeza la compañía Perro Teatro.

Escrita en el siglo XVII para teatro de marionetas Bunraku, la obra fue adaptada por Guerrero con el afán de ofrecer una mirada distinta a la de Occidente sobre el amor, el honor, la ética y el papel femenino en la antigua sociedad japonesa, y para explorar y reinterpretar su estética.

Es una obra en apariencia sencilla, pero cuya esencia tiene una profundidad que va más allá de lo que en un principio se pudiera pensar como misoginia, machismo o abnegación femenina, explica Guerrero.

La historia gira en torno al amor y pasión entre un comerciante y su amante, una prostituta, oficio que en Oriente se aprecia de manera distinta que en el mundo occidental.

El, intentando ser el cliente único, se gasta su fortuna en ella. Sin embargo, llega el momento en que no tiene el dinero suficiente para comprarla, para sacarla de la casa donde trabaja. Su situación amorosa los lleva a un callejón sin salida, por lo que ambos se prometen suicidarse como única salida a su pasión.

La esposa percibe esa posibilidad y manda una carta a la amante diciéndole que renuncien al suicidio, lo que ésta acepta. Tanto la esposa como la amante llegan a un pacto honorable, situación que tendrá un valor distinto para cada una de ellas. No obstante el acuerdo, la amante decide suicidarse sola, por lo que la esposa le pide al marido que la rescate.

''Para muchos -dice Guerrero-, esto podría ser una situación machista, en la que él tiene dos mujeres y puede escoger a alguna de las dos, inclusive pretender tener a la dos. Sin embargo, la historia va más allá, pues al no existir una salida honorable para ese amor, de tener, como decimos, una casa chica o abandonar a la esposa, se toma una decisión final.''

La obra tiene ''una esencia y profundidad muy particulares, que tiene que ver con una concepción del lejano oriente, de la vida honorable, del estar bien con ellos mismos, con el poder ver de frente a las demás personas; lo que nosotros en Occidente podríamos decir: seres que se mueven bajo una determinada ética".

La dirección del montaje "hace énfasis en la desesperación de los amantes, en la generosidad de los tres protagonistas, en un sentido del orden que rebasa lo meramente superficial".

Respecto del trabajo actoral y plástico, "es una reinterpretación de la estética japonesa, no es de ninguna manera teatro japonés tradicional, sí evocamos o retomamos ciertos valores y elementos. Podríamos decir que es una obra inspirada en lo oriental realizada por un grupo de mexicanos, con todo lo que esto significa, ya que el asunto aquí para nosotros, no es de apariencias sino de esencias, a las que hemos querido llegar tanto en lo plástico, lo actoral y en el discurso".

Con las actuaciones de Blanca Hurtado, Gabriela Betancurt, Luis Rodríguez, Leopoldo Arias y Alfredo Herrera, y vestuario, iluminación y escenografía de Carolina Jiménez, Los amantes... se escenifica viernes, sábados y domingos, a las 20, 19 y 18 horas, respectivamente, en el Teatro Santa Fe, Unidad Habitacional Santa Fe, Camino Real a Toluca esquina Roque Velasco. Teléfono 5516 2163.