Estudio del PNUMA

La capa de ozono podría restablecerse hasta el año 2050

ANGELICA ENCISO L.

El daño en la capa de ozono es de tal magnitud que sólo podría lograrse su recuperación hasta el año 2050, siempre y cuando las naciones apliquen las medidas establecidas en el Protocolo de Montreal, señaló el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) al celebrarse ayer el Día Internacional de Preservación de la Capa de Ozono.

Entre los problemas de salud que ocasiona el adelgazamiento de la capa de ozono están el cáncer en la piel -anualmente se presentan 300 mil casos en el mundo- y las cataratas -que son la principal causa de ceguera permanente-, como resultado de la sobrexposición a los rayos ultravioleta (UV) de la luz solar.

El daño en la capa de ozono reduce la protección de la atmósfera contra los rayos UV, los cuales, al filtrarse en proporciones mayores, ocasionan problemas a la salud humana y a la biodiversidad, porque también se reduce el crecimiento de plantas y se altera la cadena alimentaria.

Un estudio del PNUMA indica que en la región de América Latina y el Caribe se consume 14 por ciento de sustancias que, en el ámbito mundial, destruyen la capa de ozono. Precisa que el Protocolo de Montreal considera la eliminación de los clorofluorocarbonos -sustancias que se utilizaban en refrigeradores y otros equipos-, que prácticamente se han erradicado en las naciones desarrolladas y en México hace unas semanas se cerró la última planta que los producía.

Cada año, entre septiembre y diciembre, se presenta el fenómeno del "agujero de la capa de ozono" sobre el territorio de la Antártida, que empieza con la llegada de la primavera austral y se recompone cuando el aire caliente que proviene de otras regiones logra penetrar la zona polar. Este fenómeno varía cada día y está influenciado por las condiciones meteorológicas.

El PNUMA detalló que a principios de septiembre, el periodo más difícil, el vórtice polar alcanzó un área de 34 millones de kilómetros cuadrados, centrado sobre la Antártida y con una forma alargada. Ahí las temperaturas del aire son bajas y se forman nubes estratosféricas polares, las cuales destruyen las moléculas de ozono.