Esas naciones ni siquiera tienen derecho a decidir sobre sus procesos de producción

Organiza OMC la depredación de los países más pobres, afirma especialista

El organismo se ubica por encima de gobiernos y no reconoce más ley que la suya

KARINA AVILES

Al advertir sobre los aspectos más peligrosos de la liberalización del comercio, la vicepresidenta de la Asociación en pro de Gravámenes a Transacciones para la Ayuda a Ciudadanos, Susan George, afirmó que la Organización Mundial de Comercio (OMC) es una instancia que organiza la depredación de los países más pobres mediante un ''canibalismo'' en el que las naciones con pocos recursos ya no tienen ni siquiera el derecho a decidir sobre la base de sus procesos de producción, por lo que consideró que es tiempo de ''detener'' esta competencia desventajosa.

La integrante de esa asociación, conocida por la lucha emprendida para lograr reglas justas en el sistema económico internacional, externó que la OMC es antidemocrática puesto que no reconoce más ley que la suya, además de que se coloca por encima de los gobiernos y de los derechos de los pueblos.

Manifestó que los grupos altermundistas, aunque todavía están ''lejos de haber ganado'', constituyen una ''gran esperanza'' para que los ciudadanos pueda tener una vida digna. Además, añadió, ya han logrado cambiar los términos del debate mundial.

Consideró que el hecho histórico durante la reciente reunión de la OMC en Cancún fue el surgimiento de los 21 países encabezados por Brasil para buscar formas más equitativas de intercambio comercial. Si estas naciones van más allá de lo que es el comercio podrían constituirse en uno ''de los grupos más importantes''.

En una conferencia ofrecida en la Facultad de Economía de la UNAM, advirtió que tras el fracaso en Cancún se intensificará la presión sobre los países pobres a través de acuerdos bilaterales, pues es ''más fácil imponer la ley del fuerte contra el débil'' mediante este tipo de convenios.

La especialista enumeró algunos de los aspectos ''altamente peligrosos'' de la OMC. Uno de ellos es el órgano de reglamentación capaz de ''decirle a un país que tal regla es ilegal por ser una barrera al comercio''. Otro es el principio de la ''nación más favorecida'', mediante el cual ''no están obligados a tratar a todos los miembros de la misma manera''.

Uno más de los peligros es el ''tratamiento nacional'', por el que los países no pueden considerar mejor a las empresas nacionales que a las extranjeras. Además, añadió, tampoco tienen derecho a decidir sobre la base del proceso de producción.

Otro de los riesgos es que los servicios públicos están incluidos en los acuerdos de la OMC y se incrementará la presión para abrir otros sectores al libre mercado.

La especialista, quien participó en la reunión de Cancún, manifestó que la OMC dice ser un organismo democrático porque ''los países votan''. Sin embargo, esto es contrario a la verdad porque hay más de 30 naciones que ni siquiera tienen un embajador permanente en Ginebra.

Para dar otro ejemplo de la inequidad, precisó que la delegación estadunidense en Cancún estuvo integrada por 650 personas, cantidad mucho mayor a la de todos los delegados del continente africano. También se refirió a los subsidios a la agricultura de las grandes potencias y dijo que entre Estados Unidos y Europa las subvenciones ascienden a 3 billones de dólares.

Por lo anterior, indicó, es necesario pugnar por reglas justas y que la ciudadanía ejerza mayor presión sobre el Estado para que éste entienda que ''en su casa no puede ir en contra de los derechos de su pueblo''.