Emilio Pradilla Cobos

Doble discurso

En su tercer Informe ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Andrés Manuel López Obrador afirmó que "en los últimos tres años la recaudación fiscal registró un crecimiento promedio de 3 por ciento anual, a pesar de la parálisis de la economía nacional y de que no se aumentaron los impuestos y derechos en la capital". Igualmente adelantó que "en el presupuesto de ingresos del próximo año no aumentarán los impuestos en términos reales, pues con un manejo responsable del presupuesto alcanza para programas como el de apoyo a personas adultas mayores y más" (La Jornada, 18/9/03). Dos días después, López Obrador afirmó que se contaba con recursos suficientes para su programa de vivienda (La Jornada, 20/9/03); es evidente el error de la nota al señalar: "Firme, la meta de realizar 150 mil acciones de vivienda en este año", pues la meta anual real es de 25 mil acciones y la de 150 mil es la del sexenio, lo cual confunde a la opinión pública, en beneficio de López Obrador, pero en detrimento de la verdad.

Sin embargo, en el programa emergente de enajenación de inmuebles propiedad del Gobierno del Distrito Federal (GDF), documento de la Dirección General del Patrimonio Inmobiliario de la Oficialía Mayor del GDF, con fecha agosto de 2003, se afirma textualmente otra cosa: "... derivado del recorte presupuestal, durante el presente ejercicio el gobierno de la ciudad se ha visto severamente afectado en sus partidas presupuestales, ocasionando un reajuste económico y presupuestal para todas y cada una de las dependencias y entidades que conforman la administración pública del Distrito Federal. Con dicho recorte presupuestal, los programas sociales implementados por la actual administración se han visto afectados, principalmente los que se refieren a vivienda digna, regeneración de las mismas, cuando presentan alto riesgo de habitación; programas educativos, de apoyo a discapacitados, adultos mayores y jóvenes de escasos recursos económicos, etcétera, así como el desarrollo de la obra pública en general (...) Ante tal situación, el Gobierno del Distrito Federal no puede dejar de cumplir con el interés público y la satisfacción de las necesidades más esenciales de la colectividad; el recorte presupuestal no debe ser impedimento, por ello resulta necesario que el gobierno busque y se allegue de más recursos económicos mediante otras fuentes que no sean las que expresamente señala la Ley de Ingresos para el presente ejercicio presupuestal (...) Alternativamente a los ingresos que percibe el Gobierno del Distrito Federal, la Oficialía Mayor, en aras de recaudar mayores recursos, que permitan hacer frente a la satisfacción tanto del interés público como de las necesidades más esenciales de la colectividad, se ve en la necesidad de implementar, por conducto de la Dirección General del Patrimonio Inmobiliario, el presente Programa Emergente, cuya finalidad primaria es hacer frente a las satisfacciones del interés público, llevando a cabo la enajenación de bienes inmuebles propiedad del Distrito Federal que ya no son adecuados para destinarlos al servicio de las dependencias, órganos desconcentrados y entidades de la administración pública del Distrito Federal y que su utilidad no represente un interés público, en virtud de que actualmente la mayoría de ellos son ocupados por particulares" (pp. 1 y 2).

El objetivo del programa es "... la enajenación de aproximadamente 30 bienes inmuebles (cifra que tiende a incrementarse) (...) Al finalizar el presente ejercicio presupuestal se pretende recaudar la cantidad de mil millones de pesos, los cuales serán destinados a los programas prioritarios del gobierno, ya que de no hacerlo se generarían severos costos y fallas sociales, en perjuicio de los habitantes del Distrito Federal" (p. 3). El documento, que habla por sí solo, incluye la sustentación legal, heredada del viejo régimen, y el procedimiento "eficaz, expedito y transparente" a seguir en la venta de los bienes referidos, por "subasta pública" o, como "caso de excepción" (?), según decida la Oficialía Mayor (pp. 4 y 5).

Aunque se diga lo contrario, se trata de privatizar bienes públicos para financiar por "otras vías" los programas gubernamentales, ante la insuficiencia de los ingresos fiscales. Estamos ante dos verdades: la del discurso público y la de la realidad interna. Si esta situación sigue los próximos tres años, se continuarán vendiendo bienes del DF para mantener los programas asistenciales y las obras de prestigio, sobre las que se construye la popularidad del jefe de Gobierno; Ƒhasta cuándo alcanzarán? Suponemos que López Obrador no quiere avanzar hacia una reforma fiscal equitativa y progresiva, ni tocar los impuestos y tarifas, para no afectar su popularidad entre las capas de ingresos medios y altos y los empresarios, que en un proyecto democrático y de izquierda tendrían que pagar mucho más, pues piensa que con su apoyo podría llegar a Los Pinos. ƑCuántos dobles discursos más nos presenta y oculta diariamente el jefe de Gobierno?