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México D.F. Viernes 3 de octubre de 2003

Beneplácito de escritores de México y España por el reconocimiento al autor de Desgracia

Coetzee, Nobel 2003 por su crítica a la moral cosmética de Occidente

Su obra está llena de ''brillantez analítica'', pondera la Academia Sueca

La convivencia en Sudáfrica es uno de los ejes de su escritura

CESAR GÜEMES Y AGENCIAS

Poco antes de enterarse que era el nuevo Premio Nobel de Literatura, el sudafricano J.M. Coetzee, manifestó: ''La condición de celebridad es algo que he podido evadir satisfactoriamente toda mi vida".

Ahora John Maxwell Coetzee se suma a la ya larga lista que en los más recientes años conforman Dario Fo, José Saramago, Günter Grass, Gao Xiangjian, V. S. Naipul e Imre Kertész.

Ganador en dos ocasiones del prestigiado premio Booker, por sus obras Vida y época de Michael K. y Desgracia, Coetzee es autor también de En el corazón del país, La edad de hierro, Esperando a los bárbaros y El señor de San Petersburgo.

Quehacer escéptico

John Maxwell Coetzee nació en Ciudad del Cabo el 9 de febrero de 1940; ahí cursó estudios superiores que continuó en la Universidad de Texas. Durante los años 60 se desempeñó como programador en Gran Bretaña y posteriormente regresó a Estados Unidos para dedicarse a la docencia.

A lo largo de las pasadas tres décadas, Coetzee no mostró interés alguno en defenderse de los calificativos de frío, solitario o antisocial, con los que sus detractores gustaban defenestrarlo. Sereno, sedujo a su patria y al resto del mundo con sus textos.

Sin embargo, desde Australia, país al que se trasladó hace un par de años, decidió responder, si bien en sus términos: con una novela. Elizabeth Costello contiene a un personaje principal, una escritora australiana por medio de la cual Coetzee disecciona la personalidad de un escritor como figura pública.

La Academia Sueca consideró viable entregar al sudafricano el Nobel de este año, debido a que sus obras están realizadas con una ''composición inteligente, diálogos sólidos y brillantez analítica".

En cuanto a los conceptos que Coetzee suele manejar, el veredicto de la academia señala: ''El trabajo del novelista es escéptico, meticuloso, despiadado en su crítica al racionalismo y la moral cosmética de la civilización occidental".

Con el galardón, el escritor se convierte en el segundo sudafricano en recibir el Nobel, ya que Nadine Gordimer lo obtuvo en 1991. Justamente Gordimer declaró hace apenas unas horas: ''Estoy encantada con la noticia. Coetzee es un buen amigo y un gran escritor. Creo que es genial. Yo fui la primera y ahora él es el segundo. Para Sudáfrica es una gran noticia".

El nuevo Nobel manifestó a los medios su beneplácito y su asombro por el galardón: ''Recibí el llamado de Estocolmo hoy temprano, a las seis de la mañana. Para mí fue una completa sorpresa: ni siquiera estaba ente-

rado de que en esta fecha se daba a conocer el premio". Más adelante, el escritor afirmó estar especialmente contento por haber recibido la noticia y la relacionó con su desempeño profesional: ''La Universidad de Chicago es desde hace siete años mi hogar intelectual. Saul Bellow, mi antecesor aquí, ganó el Premio Nobel de Literatura en 1976".

Salvo esas declaraciones, Coetzee no quiso dar entrevistas. Según la oficina de prensa de la Universidad de Chicago, esto se debe a que el escritor da una gran importancia a su esfera privada.

La privacidad de Coetzee llegó al grado de que, en una de las dos ocasiones que ha obtenido el Booker, prefirió no acudir a recibirlo. Este comportamiento se relaciona con su literatura, ya que su estilo es frío, casi distante, pero su prosa es pulida y conmovedora, ha dicho la crítica especializada. Sus textos, en los que utiliza las palabras con eficacia y economía, son políticos y poéticos a la vez. Sus novelas se centran en general en la vergüenza, la culpa y el destino. Generalmente de manera realista, Coetzee ilumina las relaciones sociales de su patria y lo hace, en ocasiones, de forma alegórica. Sus personajes suelen ser marginados quienes se encuentran solitarios y aislados, además de que viven dolorosas experiencias en su búsqueda de un lugar en el mundo. La convivencia en Sudáfrica, en la que no todos se sienten cómodos, es una especie de hilo conductor en las obras de Coetzee, considerado un autor difícil y enigmático.

El presidente sudafricano, Thabo Mbeki, emitió este jueves un comunicado de felicitación para el galardonado: ''Nuestro país ha ganado una gran cantidad de elogios en una diversa gama de empresas humanas. Esta reciente victoria de J.M. Coetzee se une a los honores rendidos a algunos de nuestros compatriotas".

El premio Nobel está dotado con 10 millones de coronas, (1.2 millones de dólares) y se entrega el 10 de diciembre de cada año, aniversario del fallecimiento de su creador, Alfred Nobel.



Novelista universal

Literatura exigente

ANGEL VARGAS, CESAR GÜEMES Y ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

La noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura 2003 a John Maxwell Coetzee fue tomada con gran beneplácito por escritores mexicanos y españoles. Entrevistados por La Jornada, tras hacerse público el fallo de la Academia Sueca, algunos de ellos, como Carlos Fuentes y Margo Glantz, coinciden en que ésta fue una de las mejores y más justas decisiones en la historia del galardón, y califican al autor sudafricano como uno de los más grandes novelistas del mundo contemporáneo.

En ese tenor, José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis, además de ponderar la maestría narrativa de Coetzee, lo destacan, de forma respectiva, por su capacidad para mostrar ''que la novela es irremplazable: hay cosas sobre nosotros mismos que sólo ella puede decirnos", así como un escritor de ''una literatura muy exigente, que por cierto genera además adicción".

Nueva geografía de la novela

A continuación, un compendio de las reacciones de los autores consultados:

Carlos Fuentes: ''Me parece uno de los mejores premios Nobel de Literatura de toda la historia. Es uno de los novelistas cumbres del momento actual. La serie de novelas que van desde Esperando a los bárbaros hasta Desgracia, la más reciente que ha escrito, más sus extraordinarias páginas autobiográficas, Infancia y Juventud, así como una obra maestra, Foe -una reflexión sobre Robinson Crusoe y su autor-, lo han colocado en el primer rango de lo que llamo la nueva geografía de la novela.

''Lejos de que la novela se haya agotado como género, inclusive se ha hablado ya de su muerte, la vemos hoy fortalecida y vigorosa. Hoy hay novelas provenientes del mundo entero. Hay una internacionalización de la novela como nunca se ha visto en la historia. Y su centro no está sólo en Europa. Hay novelas de Canadá, Latinoamérica, Asia, del mundo entero. Vemos que ha habido tres Nobel para Africa: Nigeria, con el conferido a Wole Soyinka (en 1986), a Nadine Gordimer (1991) y ahora a Coetzee, ambos de Sudáfrica.

''Este último es no sólo un gran novelista sudafricano. Es un novelista universal que maneja un gran tema, las paradojas de la violencia, diría yo: la manera cómo un verdugo se puede convertir en un rebelde, por ejemplo, o cómo la vida del campo puede ser mil veces más violenta que la más violenta de las vidas urbanas.

''Coetzee toca temas profundos para todo el mundo. El suyo es uno de los premios Nobel que más satisfacción me ha dado. Aplaudo y celebro la decisión de la Academia Sueca.''

José Emilio Pacheco: ''El premio Nobel a John Maxwell Coetzee me parece muy justo. Me alegra también que se lo den a un autor al que he leído. Cuando me preguntaron el año pasado sólo pude responder que no conocía a Kertész. Coetzee es un novelista ya del siglo XXI que habla de su terrible realidad sudafricana sin pretensiones de ser 'la conciencia del país', hace libros tan extraordinarios como Disgrace (su traducción sería más bien 'ignominia' o 'deshonra') y al mismo tiempo aparece nuevo y original cuando rescribe a Dostoyevski en El maestro San Petersburgo o vuelve a contar en Foe la historia de Robinson. Coetzee muestra que la novela es irremplazable: hay cosas sobre nosotros mismos que sólo ella puede decirnos.

''Espero que en 2004 el premio sea para Vargas Llosa o para alguno de los tres candidatos mexicanos: Fuentes, Del Paso y Aridjis.''

Obra que genera adicción

Carlos Monsiváis: ''Coetzee es un gran escritor al que llevo tiempo admirando por distintas razones: es un narrador formidable y además uno de los que se ha preocupado por un tema que me interesa mucho: los animales. Su libro Las vidas de los animales me parece excelente. Se rumoraba desde hace tiempo que podía ganar el Nobel y ahora lo ha obtenido felizmente. Desde luego la suya es una literatura muy exigente, que por cierto genera además adicción. Es posible encontrar lectores de Coetzee en cualquier lado, se convierte en manía familiar. Con esta inmensa promoción que genera el Nobel, que implica entrar al mercado de la superfa-

ma, su obra se leerá de una manera más constante y por públicos muy amplios. Me da mucho gusto el Nobel a Coetzee porque es el caso de una literatura exigente que no se exime de los grandes temas y al mismo tiempo se fascina con la tarea de narrar.''

Margo Glantz: ''Me parece un novelista genial y al mismo un ensayista extraordinario. Tiene textos contra la censura que abarcan todo tipo de reacciones -por ejemplo, contra del feminismo estadunidense, al que considera excesivo- con argumentos tan inteligentes como pocas veces he visto.

''Me maravilla la forma en cómo trabaja la figura del poeta ruso Mandelstamm analizando su relación con Stalin. Su novela Desgracia, ganadora del premio Booker, me parece una de las mejores que se han publicado en los recientes 10 años. Es una novela en que, sin ninguna autocompasión ni algún otro sentimiento de por medio ante la situación de Sudáfrica, muestra cuál ha sido la evolución de ese país después de la independencia, la violencia racial y las dificultades que se tienen para volver a vivir de manera armónica. Otro libro que me parece extraordinario y muy divertido es Foe, especie de rescritura del Robinson Crusoe, pero desde el punto de vista de Viernes. Y qué decir de Esperando a los bárbaros o la novela sobre Dostoyevski.

''Me parece un escritor de gran capacidad para organizar tramas novelescas que son sensacionales y para plantear en sus novelas y escritos críticos una visión desapasionada y absolutamente increíble de los acontecimientos políticos contemporáneos, empezando por los de su país.''

Obra sutil y violenta

En España, en tanto, el escritor y filósofo Jorge Semprún se congratuló por el reconocimiento a Coetzee, cuya obra ''sutil y violenta" dijo estar releyendo.

''Me alegro muchísimo. Es un Nobel muy bien concedido. Coetzee es un autor extraordinario. Es suspicaz, lúcido y violento, en el buen sentido de la palabra, con la sociedad de apartheid. Y lo describe con tal fuerza, con tal sutileza", dijo Semprún.

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