Las reformas al artículo 27 generaron una "transformación regresiva", afirma

Sólo 22% de las mujeres campesinas son propietarias de tierras: experta

Esto tiende a perpetuar el dominio masculino y dificulta el empoderamiento femenino

CAROLINA GOMEZ MENA

En México sólo 22.4 por ciento de las mujeres que viven en el campo son propietarias de tierras, y 81.1 por ciento de ellas la adquirieron por herencia, planteó Carmen Diane Deere, economista agrícola y directora del Centro de Estudios Latinoamericanos, Caribeños y Latinos de la Universidad de Massachusetts, al lamentar que aún prevalezca una "gran inequidad" en este rubro entre hombres y mujeres, situación que tiende a perpetuar el dominio masculino y a dificultar el empoderamiento de la mujer.

Al participar en el ciclo de conferencias Feminismo, desarrollo y democracia, organizado por la UNAM y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Deere subrayó que en "todas las formas de acceder a la tierra, es decir a través de la herencia, comunidad, Estado y mercado, el hombre goza de preferencia".

Ello está planteado en el libro Género, propiedad y empoderamiento, realizado por Deere y la investigadora y profesora de la Universidad Nacional de Colombia, Magdalena León, el cual fue resultado de una investigación realizada en 12 países de Latinoamérica.

Según León, la desigual distribución de la propiedad, no sólo en México, sino en toda Latinoamérica, hace evidente que las reformas agrarias en estos países no les dieron la oportunidad a las mujeres de acceder a la tierra, y con ello les pusieron una traba más para lograr la equidad.

"La propiedad es la bisagra que permite a la mujer lograr procesos de empoderamiento, para su bienestar y el de sus hijos, y por ende de la sociedad. Privar a la mujer de la propiedad, la pone en mayor riesgo de pobreza. Tener un propiedad es más importante que tener ingresos vía el trabajo, porque ésta se puede transmitir, vender, rentar o hipotecar. Es el principal elemento de resguardo para la mujer, y en especial para la que vive en el medio rural".

Ante esto, León consideró que una de las principales exigencias femeninas debe ser exhortar a los gobiernos a abatir esta inequidad. "Es indispensable luchar por hacer efectivo este derecho, porque ha sido fuente de opresión, pues estudios han demostrado que la propiedad es un elemento esencial para obtener el poder no sólo en la familia, sino también en la sociedad".

Y es que, según las expertas, el hecho de que la mujer sea dueña de una propiedad le da mayor capacidad para negociar, más certeza a los hijos, ya que éstas tienden al gasto en el capital humano, por ejemplo, brindar mejor educación a los hijos, y además existe mayor posibilidad de que herede la propiedad a las hijas.

Para Deere, la propiedad de la tierra tiende a ser "más alta para las mujeres en Paraguay (27 por ciento) y México, muy baja en los países andinos (Perú, 12 por ciento), y en general menor en los centroamericanos. Tal es el caso de Nicaragua con sólo 15.5 por ciento".

León señaló que los cambios que en México se hicieron al artículo 27 constitucional en 1992 generaron una "transformación regresiva contra las mujeres" y agregó que aunque modificar las normas es un "prerrequisito" para que la mujer tenga más acceso a la propiedad, también urge transformar la cultura machista. "México tiene situaciones muy complicadas a nivel del proceso de herencia, fue el primer país que dio igualdad a hombres y mujeres en cuanto al derecho a la tierra, en 1972, pero luego se vuelve regresivo."