Vuelve al color

Eloy Tarcisio apela a la parte alegre del ser humano

MERRY MAC MASTERS

Hablar de ''postarte" implica que ''los grandes teóricos niegan la pintura como algo actual". Por tanto, Eloy Tarcisio voltea hacia ''la parte del ejercicio artístico en forma directa con el material". Con ese propósito montó una exposición de su obra más reciente, es decir, 58 piezas, en su mayoría acuarelas, con ''algo de tinta, óleo y acrílico" en el taller de grabado de gran formato de Emilio Payán, Tiempo Extra Editores (en Cuarta privada de Altamirano 452, Barrio Loreto, San Angel).

Después de la ''historia de rosas" presentada hace tres años en la galería de Arte Mexicano, el artista visual se fue al color. ''En mis orígenes fui colorista -afirma-. Pero, académicamente me reduje al mínimo de colores. De hecho, mi gama durante muchísimos años fue de rojos. Allí va un poco la degradación del rojo hacia el rosa. Después de la exposición de ese recinto, busqué un renacimiento en el color, en contra de lo que es la guerra, los dramas, la tragedia del ser humano. Busqué la luz, la vida, el sentido de las cosas naturales, de lo cotidiano. Eso me despertó el deseo de participar otra vez en el color.

''La mayoría de mis obras tienen mucho color. Y, aunque los temas son recurrentes, el sentimiento es otro. Hay una atmósfera más de libertad, de desprejuicio. La idea que tengo ahora es hacer cosas festivas, que apelan a la parte alegre del ser humano, la esperanza o la fe."

Para Eloy Tarcisio los orígenes de su obra están ''un poco" en las posvanguardias del neoexpresionismo alemán, el arte bruto español y ''esas corrientes de los años 80, cuando no había reglas para pintar, pero se pintaba. Están en ese tipo de artistas que no respetaban los límites de la pintura. Hace 10 años aposté por el performance y ahora que ya es moda, apuesto más a la parte íntima del artista".