Se presenta en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, como parte del FIC

El Ensemble Resonanz trae a México su carácter libertario en la música

Interpretará partituras de Manuel M. Ponce y Arnold Schoenberg, entre otros

PABLO ESPINOSA

Entre la vasta oferta cultural que comprende la versión 31 el Festival Internacional Cervantino (FIC) destaca de manera irresistible el Ensemble Resonanz, verdadera maravilla que logra el milagro de conectar el cielo con la tierra, es decir, que aterriza el paraíso, es decir, que su carácter eminentemente vital atrae, acopla y satisface plenamente a los jóvenes de cuerpo y corazón.

El Ensemble Resonanz, conjunto instrumental de primer nivel proveniente de Alemania, se presentará este domingo, a las 18 horas en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl (Insurgentes Sur 3000), como parte del agasajo cervantino.

Esta banda insólita surgió hace nueve años entre integrantes de la Joven Orquesta Filarmónica Alemana. Desprovistos de telarañas en las entendederas, han establecido una impronta fenomenal con sus interpretaciones de autores que nacieron por igual hace 200 que hace 20 años. A la fecha, el Ensemble Resonanz es de hecho un grupo de culto. Su prestigio es de vario linaje, dado el carácter libertario de sus acciones musicales. De manera que entre el público de concierto goza de un prestigio mayúsculo. El público adulto los venera, pero son los jóvenes quienes los ubican, otra vez sin telarañas en las entendederas, entre sus máximas querencias.

Porque sólo una mente sin telarañas es capaz de disfrutar de una rola de ZZTop, que de un poema de Bob Dylan, que de la fascinación de la música electrónica de los buenos diyéis o de una sonata de Mozart. Ese es el paisaje cerebral de los fanáticos del Ensemble Resonanz. En ese paraíso, como buen edén, no resultan expulsados los que prefieren un rango más limitado de querencias, es decir, que quienes optan por Mozart, Haydn, Bach, entre otros semidioses, siempre encuentran placer a mares en los conciertos del Ensemble Resonanz.

Lo que unifica a todos esos públicos es la pasión por la música de nuestro tiempo, por las creaciones de compositores que viven aún entre nosotros o bien por obras ya clásicas producidas en el transcurso de la pasada centuria.

Es en ese rango amplio donde el Ensemble Resonanz se mueve como pez en el agua y es ahí donde radica su grandeza, que amplifican con una amplitud de repertorio que pocos, muy pocos conjuntos orquestales en el mundo pueden lograr, es decir tocar Bach con calidad tal que deja boquiabiertos a todos y enseguida ofrecer la mejor versión que pueda oírse en el planeta entero de una partitura de Stockhausen.

Obras antiguas y contemporáneas

Entre la nueva realidad de la música de concierto en el mundo, resulta deslumbrante la proliferación de orquestas de cámara de calidades exorbitantes y de repertorios tan bien recibidos por el público como es el caso del Ensemble Resonanz, cuyo prestigio lo ubica en la mejor vanguardia planetaria al lado de, por ejemplo, el Ensemble Recherche, de Friburgo; la MusikFabrik, de Renania, y el Ensemble Neue Musik, de Berlín. Y sus pares conocidos: la Orquesta Saint Martin in the Fields, en Londres, o bien los 12 chelistas de la Filarmónica de Berlín.

El programa que ofrecen los chavos del Ensemble Resonanz, venerados por sus fans como si fueran diyéis, los U2, los Pearl Jam o los Coldplay, ofrece el balance característico que los ha hecho legendarios: una combinación de obras antiguas y contemporáneas.

Este domingo en la sala Nezahualcóyotl iniciarán con la Sinfonía primera, de Carl Philip Emanuel Bach, seguirán con las Estampas nocturnas, de Manuel M. Ponce, deslumbrarán con el Concierto para orquesta de cuerdas de Bernd Alois Zimmermann (1918-1970, sin ningún parentesco con Robert Zimmermann, mejor conocido como Bob Dylan) y concluirán con una de las obras maestras del repertorio del siglo XX: Noche transfigurada, en su versión para orquesta de cuerdas, de Arnold Schoenberg (1874-1951). Todo un festín.