En el mejor de los casos podría esperarse que la expansión alcance 1.6%

Analistas revisan a la baja los pronósticos de crecimiento económico para México en 2003

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

Una vez que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) registró una contracción anual de 0.7 por ciento en agosto pasado, las más importantes consultoras privadas del país revisan a la baja su pronóstico sobre el crecimiento del producto interno (PIB) durante este año, y en todo los casos estiman una expansión menor a la mitad de la meta de 3 por ciento perseguida por la política económica gubernamental durante 2003.

Hasta septiembre pasado, la encuesta aplicada por el Banco de México (BdeM) a las empresas de consultoría privadas mantenía una expectativa de 1.6 por ciento de crecimiento, pero la de octubre habrá incorporado el descenso de la actividad económica de agosto registrada por el indicador de tendencia IGAE, el cual mide cerca de 96 por ciento de la economía con base en los datos trimestrales del producto interno bruto.

El Sistema de Información Regional de México (SIREM), con uno de los modelos más refinados elaborado por expertos académicos, estima en 1.3 por ciento el crecimiento global de la economía mexicana durante este año respecto al nivel que tuvo en 2002. Mientras, el de Bursamétrica calcula una expansión de 1.2 por ciento.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha dejado entrever que es factible que la economía nacional alcance un incremento de 1.6 por ciento este año, después de que a pesar de los indicadores oportunos en contra mantuvo por más de seis meses la expectativa de 3 por ciento de crecimiento para 2003. Luego, en forma intempestiva indicó que sería de 1.5 por ciento y ahora, que ya transcurre el último trimestre del año considera que ''podría ser ligeramente más arriba'' de su última estimación.

Habría nuevas correcciones a la baja

Más consecuente con el comportamiento real del escenario económico mexicano, el banco central ha reducido en dos ocasiones su expectativa de crecimiento con base en su propio modelo, y se espera que este 29 de octubre, cuando divulgue su informe trimestral sobre inflación, el Banco de México dé a conocer su pronóstico sobre la expansión del producto interno bruto para todo 2003.

Entre tanto, el grupo financiero Banamex-Citigroup ha mantenido en 1.55 por ciento su proyección, pero no han sido pocas las ocasiones en que ha anunciado que este resultado se encuentra en revisión a la baja.

Mientras, más conservador, BBVA-Bancomer lo ha mantenido en 1.6 por ciento durante los últimos dos meses.

Ixe Grupo Financiero, por su parte, adelantó que ''es factible que se observe una nueva disminución en este indicador'' debido a la incorporación del descenso de la actividad económica en agosto. Sobre todo si se considera que los consultores estimaban un incremento de 0.83 por ciento en el Indicador Global de la Actividad Económica y el resultado registró un descenso anual de 0.7 por ciento.

Lo que parece incuestionable es que por tercer año consecutivo los resultados de la actividad económica mexicana estarán en 2003 por debajo de las metas propuestas en la política económica aplicada para alcanzarlas.

Durante el primer año del actual gobierno se proyectó un crecimiento de 4.5 por ciento, pero el resultado real fue una contracción económica de 0.3 por ciento. Bajo circunstancias menos promisorias, en 2002 se estableció una expansión de 1.7 por ciento, pero el crecimiento alcanzado fue de 0.9 por ciento.

Para 2003, la conjunción de políticas públicas se encaminó desde su inicio a lograr una tasa de crecimiento real de 3 por ciento del producto interno bruto, pero el más optimista de los escenarios de los consultores apunta a una expansión 1.6 por ciento en el mejor de los casos. Mientras, la promesa de llegar a una tasa de 7 por ciento al final del sexenio, hecha en campaña por el actual equipo gobernante, parece desaparecer de los pronósticos.

Sin embargo, la balanza comercial del país mostró en septiembre algunos signos de reactivación relacionados con la vuelta al dinamismo de la economía estadunidense. Ese mes la exportación total de mercancías registró un aumento de 5.3 por ciento respecto a septiembre de 2002, el más alto del año, como resultado de una elevación de 5.6 por ciento en la venta externa de productos no petroleros y de 3 por ciento en la de crudo y sus derivados.

No obstante, el resultado acumulado entre enero y septiembre muestra que la exportación total creció 1.3 por ciento respecto al mismo periodo de 2002 y las importaciones aumentaron 0.35 por ciento en el mismo lapso.