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E S P E C T A C U L O S
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México D.F. Lunes 27 de octubre de 2003

TIEMPO DE BLUES

Raúl De la Rosa

El ferrocarril

Primera llamada


PARTE DE NUESTRA historia contemporánea se hizo a lomo de ferrocarril. Las imágenes sepias nos remiten a las tropas transportadas en tren; federales o revolucionarias todas se movían en vagones erizados de fusiles y cañones. Hoy día, el tren casi ha desaparecido como medio de transporte. Los corridos y canciones sobre las locomotoras son incontables: La rielera, el Corrido del primer tren, Corre trenecito corre, El crimen del expreso y muchas más; uno de los sones de mariachi más conocidos está dedicado a una locomotora: La Negra, que era la que corría de Colima a Guadalajara (el comienzo de este son imita la aceleración paulatina de la locomotora).

EN EL BLUES también ha sido motivo de numerosas composiciones, además de haber sido el medio de transporte más utilizado por los músicos ambulantes; sólo había que esperarlo para subirse clandestinamente y viajar gratis. Algunos dicen que por eso la armónica fue tan popular en el blues: te la guardabas en el bolsillo y... a correr para alcanzar el tren. Cosa difícil de hacer con un piano.

THE BLACK SNAKE (La serpiente negra) es como llamaban a la locomotora. Hay un blues de Victoria Spivey con el mismo título, pero con doble sentido, que no tiene que ver con algún tren. Fue en 1903 cuando W.C. Handy, en la estación de trenes Tutwiler, escuchó por primera vez tocar la guitarra sobre la que el músico deslizaba un cuchillo, técnica conocida como slide; para este efecto se utiliza un tubo de metal colocado en el dedo. El KC era otro tren que aparece en las letras de varios blues, algunos lo conocían simplemente como Katy.

Segunda llamada


LOS SILBIDOS DEL tren y la sirena de los barcos siempre anuncian partidas, despedidas. En Estados Unidos hay varias migraciones fundamentales. La primera es el arribo de los colonizadores provenientes de Europa. La segunda es la conquista del oeste, término poco adecuado, pues el oeste estaba poblado por diferentes naciones indias y mexicanas; esta migración se hizo a caballo, en carretas y al último en ferrocarril. La tercera no ha sido registrada como tal; se trata de la emigración de la población negra del sur hacia los estados norteños de ese país, en especial al finalizar la Guerra Civil y antes de la Segunda Guerra Mundial. Millones se movilizaron hacia el norte en ferrocarril. La última la han realizado los migrantes de todo el mundo en busca del sueño americano, principalmente los llamados hispanos, cuya mayoría es de origen mexicano.

EXISTEN DOS HISTORIAS que tienen que ver con el ferrocarril; las dos están cargadas de angustia y de solidaridad, tan ausente en estos tiempos. En 1849 una pequeña esclava de nombre Harriet Tubman se fugó hacia el norte en busca de la libertad, acción que repitió para auxiliar a otros esclavos por medio de la llamada The Underground Railroad (La Vía Clandestina); vasta red de activistas blancos y negros que ayudó a escapar a los esclavos una década antes de la Guerra Civil hacia el norte de Estados Unidos y Canadá. Hasta en 15 ocasiones Harriet Tubman regresó al sur en auxilio de alrededor de 300 fugitivos (incluida su familia). Nunca fue atrapada.

LOS ACTIVISTAS BLANCOS y antisegregacionistas viajaban de noche y ponían señales en los lugares donde podían esconderse los fugitivos. Sembraban alimentos y distribuían señales luminosas a lo largo de esa ruta -que seguía las vías del ferrocarril- para que los esclavos pudieran llegar a su destino. Harriet Tubman fue conocida como Moisés, aludiendo a la epopeya de los israelitas en su fuga de Egipto hacia la tierra prometida.

Tercera llamada


PARECEN LEJANOS ESOS días; sin embargo, en la actualidad nuestros hermanos centroamericanos, al igual que nuestros compatriotas, se ven obligados a abandonar su tierra para ir en busca de un trabajo que les permita mantener a sus familias; así emprenden un viaje lleno de peligros y el riesgo de morir en el intento.

LA RUTA ES cruzar todo el territorio mexicano hasta llegar a la frontera, pero el viaje ha significado la muerte de muchos. El medio para transportarse ha sido principalmente el ferrocarril y esta odisea está plagada (al igual que para los esclavos del siglo XIX) de riesgos.

PERO UNA VEZ más la solidaridad de los más pobres surge espontáneamente. En las cercanías de Córdoba, Veracruz, los habitantes se han organizado para ayudar a esos indocumentados centroamericanos. El reportaje de Guadalupe López en La Jornada (14-10-03) muestra la ayuda que los habitantes prestan a sus hermanos de Centroamérica: "En el trayecto desde sus naciones de origen hasta tierras mexicanas, los emigrantes han sufrido asaltos y agresiones. Algunos ya han sido deportados en varias ocasiones, pero regresan, pues en Centroamérica 'no tenemos nada', dice un indocumentado... del caserío salen corriendo mujeres, niños y algunos hombres que alcanzan a dar en la mano bolsas con comida, pan, frutas y botellas con agua a los inmigrantes que vienen en el convoy, o se las arrojan. Esta escena solidaria se repite diariamente en Córdoba y pueblos circunvecinos por donde pasan cientos de indocumentados centroamericanos".

PARECERIAN LEJANOS AQUELLOS días, pero los refugiados y los inmigrantes actualmente suman millones en todo el mundo. Las luchas fratricidas, las hambrunas, el deterioro de las economías latinoamericanas y de los países de la antigua Unión Soviética, las luchas étnicas y religiosas, además de los perseguidos políticos, han provocado el mayor fenómeno migratorio en la historia de la humanidad.

Cantos ferrocarrileros con Oscar Chávez. Ediciones Pentagrama (258-259).

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