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LLAMADA TELEFONICA PARALIZA EL METRO DE NUEVA YORK

Nueva York, 31 de octubre. La moraleja de la historia es simple; si se le cae el celular en la taza del baño, aléjese. Edwin Gallart prefirió la opción de rescatar su teléfono y dejó a cientos de viajeros del Metro de Nueva York sin servicio. Gallart, de 41 años, regresaba a su casa en la línea de Harlem cuando tuvo que ir al baño. Ahí empezó su mala suerte: su celular se cayó en la taza, él trato de sacarlo venciendo su asco, pero todo el antebrazo se le trabó en la poceta. Los pasajeros escucharon sus gritos de auxilio y alertaron al personal de seguridad de la estación, quienes incapaces de liberar por sí mismos a Gallart, llamaron a los bomberos, que sacaron de cuajo el asiento del baño y luego lo partieron para que el hombre pudiera liberar la mano. Durante la larga operación de rescate, el servicio de trenes quedó suspendido y los vagones tuvieron que ser desviados, causando retrasos a cientos de pasajeros en la hora de mayor tránsito. "Esto le valió a nuestros clientes un largo y enredado viaje hasta sus casas, y le costó a la administración de los trenes varios miles de dólares", dijo Dan Brucker, portavoz del Metro Norte, al diario New York Times. En cuanto al teléfono, fue recuperado, según el director de las instalaciones de las líneas Harlem, Al Cecere. Pero "igual uno no se lo querría poner cerca de la cara después de esto", afirmó.

Tokio, 31 de octubre. La japonesa Kamato Hongo, considerada la decana de la humanidad, falleció este viernes en Kagoshima (suroeste de Japón), a los 116 años de edad, informó su familia. "Murió en el hospital municipal rodeada de toda la familia", precisó su nieto, Tsuyoshi Kurauchi. Hongo pereció a causa de insuficiencias cardiaca y renal debido a una neumonía, indicó un portavoz del hospital. Nacida el 16 de septiembre de 1887, Kamato Hongo fue declarada decana de la humanidad por el libro de récords Guinness en marzo de 2002, tras la muerte de la estadunidense Maude Farris-Luse. "No nos importan los récords del mundo. Queremos simplemente que sea ella misma y que no sufra", dijo entonces su nieto. Kamato celebró su 116 cumpleaños el mes pasado rodeada de su familia y sus vecinos. Aunque en los últimos años se había debilitado mucho, seguía teniendo un buen estado de salud y se permitía de vez en cuando el placer de un vasito de Shochu, el alcohol tradicional de la isla de Tokunoshima, su tierra natal. ¿El secreto de su longevidad? Hongo alternaba largos periodos de vigilia y de sueño: dormía 48 horas seguidas y luego permanecía despierta otras 48 horas. Según la agencia de prensa Kyodo, otra mujer, Mitoyo Kawate, de 114 años, es ahora la persona de más edad en la nación asiática. Japón es el país que cuenta el mayor número de centenarios, 20 mil, 85 por ciento de los cuales son mujeres. La mayoría de ellos viven en la isla de Okinawa. El régimen alimentario tradicional (vegetales y pescado), el modo de vida (rural y sin estrés), el medio ambiente no contaminado y factores genéticos son otros tantos argumentos que se plantean para explicar esta longevidad en Okinawa.