.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
S O C I E D A D    Y   J U S T I C I A
..

México D.F. Sábado 29 de noviembre de 2003

La tragedia, convertida por autoridades en guerra de cifras, oculta la historia de cada víctima

Negligencia oficial, constante en 10 años de feminicidios en Juárez

Los homicidas habrían apostado por el anonimato y por una compleja red de complicidades

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Ciudad Juarez, Chih., 28 de noviembre. Irregularidades, hostigamiento a familiares, negligencia frente a las denuncias por desaparición y fabricación de culpables son las constantes de los crímenes contra mujeres cometidos en los pasados 10 años en Ciudad Juárez, que la Comisión Nacional de Derechos Humanos documentó en su reporte reciente. Ahora las distintas voces oficiales pretenden convertir los feminicidios y los crímenes de odio en pleito de cifras, como si al disminuir el número total de las asesinadas se pudieran ocultar las historias detrás de cada víctima.

No se trata de números, sino de mujeres asesinadas con indicios de violencia sexual. Eran casi niñas y jóvenes de escasos recursos, cuyos homicidas han apostado por el anonimato y por una compleja red de complicidades derivadas del crimen organizado para permanecer ocultos. Sólo la lucha constante de las madres de las víctimas ha mantenido la memoria y la denuncia contra la impunidad. A continuación, algunos de los casos más representativos de los expedientes de feminicidio en Ciudad Juárez:

1. Silvia Irene Rivera Morales. El 7 de julio de 1995 esta joven estudiante de 17 años desapareció. Trabajaba en la zapatería Tres Hermanos de Ciudad Juárez, la empresa de donde han desaparecido casi 10 muchachas. Su madre, Ramona Morales, denunció la desaparición ante el Ministerio Público y suministró fotografías de ella. Tuvieron que pasar 72 horas para que las autoridades aceptaran la denuncia y le dijeran: "a lo mejor su hija se fue con el novio o estará con su amiga por ahí". Nunca iniciaron una búsqueda real de la muchacha. El 9 de septiembre siguiente, el cuerpo de Silvia fue encontrado en Lote Bravo, junto con el de Olga Alicia Carrillo y el de Rosario García Leal. Los tres con claros indicios de violación y de tortura. La autopsia reveló mordeduras y amputaciones de la mama izquierda y amputación parcial del pezón por mordedura.

En su testimonio leído ante el relator del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ramona Morales señaló que "los investigadores encontraron luego, luego un culpable, el egipcio Latif Sharif Sharif, quien ya estaba preso por otros supuestos homicidios de mujeres". El expediente del caso revela que los indicios son endebles: se basaban en el testimonio de una testigo que oyó al egipcio gritar el nombre de Silvia; que la agenda de la muchacha traía una anotación con las letras SHA que "seguramente" eran un apócope de Sharif.

Ramona Morales recuerda que cuando encontraron el cadáver de su hija, las autoridades fueron por ella para que lo reconociera. Le impidieron a su hijo que la acompañara. La trasladaron al paraje del hallazgo. El rostro estaba desfigurado. Reconoció parte de sus ropas. Los policías la dejaron abandonada en Lote Bravo. "Tuve que pedir limosna para trasladarme a mi casa de Ciudad Juárez."

En entrevista, Ramona Morales es clara: "Los agentes han tratado de desprestigiar a mi hija para ensuciar su memoria. El entonces regidor panista Rogelio Loya me dijo que vieron juntas a mi hija y a Olga Alicia Carrillo en el Noa Noa y que las mandó matar el egipcio". Desde hace ocho años, la lucha de Morales es para encontrar al verdadero culpable. Acusa a las autoridades: "sólo saben enlodar la vida de una y de nuestras hijas".

2. Cecilia Covarrubias Aguilar. El 17 de noviembre de 1995, a menos de un mes del hallazgo de las tres muchachas en Lote Bravo, el cuerpo de Cecilia, de 16 años, fue hallado en Loma Blanca, dos días después de que su madre Soledad Aguilar Peralta denunció su desaparición después de que había salido para llevar a su hija recién nacida al médico. El expediente decía que tenía dos tiros de bajo calibre en la espalda y había sido violada. A pesar de los indicios de violencia sexual, el dictamen se limitó a reseñar: "muerte violenta con arma de fuego con características de homicidio". La agonía de la familia se agravó porque nunca se supo el paradero de la bebé. Aunque en 1996 inexplicablemente apareció en la lista oficial de la fiscalía el hallazgo de un cuerpo "no identificado", Soledad Aguilar ha insistido en reclamar y clarificar la suerte y el paradero de su nieta. Las autoridades se han negado a cumplir con su obligación de iniciar una investigación penal por la desaparición de la bebé. Amnistía Internacional reportó que la nena no figura como viva, muerta o desaparecida. Se desconoce también quién fue el responsable del crimen contra Cecilia.

3. Lilia Alejandra García Andrade. El 14 de febrero de 2001, Lilia Alejandra desapareció cuando cruzaba una de las zonas más céntricas de Ciudad Juárez: las avenidas Ejército Nacional y Carretera Panamericana. Trabajaba en una maquiladora, tenía 17 años y era madre de dos niños. Su madre, Norma Andrade, el 15 de febrero interpuso una denuncia por desaparición. En el expediente no figura ninguna constancia de actividad judicial sobre la búsqueda de Lilia Alejandra, pese a que ya existían ocho años de "experiencia" sobre estos casos.

El 21 de febrero su cuerpo apareció en un lote baldío cercano al centro comercial Soriana, a las 18:30 horas. Desnuda de la cintura hacia abajo, los signos de tortura y de violencia sexual eran evidentes. Tenía aproximadamente 24 horas de haber sido asesinada. Su madre, desde entonces, ha iniciado una búsqueda incansable para encontrar al asesino de su hija y para conseguir la potestad de sus nietos. Las autoridades han desestimado los datos proporcionados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos sobre la presencia de presuntos narcotraficantes en la zona donde fue hallado el cuerpo y que podrían estar vinculados con el secuestro y el asesinato.

Otros indicios preocupantes rodean el crimen de Lilia Alejandra: a unos 50 metros del lote (perteneciente a la familia Borunda) donde hallaron su cuerpo, se encuentra un shopping center llamado Saint Valentín. El edificio tiene pintado un pequeño zorro, el mismo que está en las propiedades de Valentín Fuentes Téllez, uno de los hombres más ricos de Juárez. El sitio se localiza a dos calles de la avenida Valentín Zaragoza Fuentes. Por si fuera poco, Lilia Alejandra desapareció el 14 de febrero, día de San Valentín.

4. Claudia Ivette González. Obrera de 20 años de la maquiladora Lear, fue reportada como desaparecida el 10 de octubre de 2001. Casi un mes después (6 y 7 de noviembre) aparecieron ocho osamentas de jovencitas en un lote algodonero, frente a la Asociación de Maquiladoras. Las autoridades identificaron uno de los cuerpos como el de Claudia Ivette. Se presume que cada una fue asesinada en intervalos de dos meses. Presentaban alto estado de descomposición y signos de violencia sexual, como violación tumultuaria.

Josefina González, madre de Ivette, reconoció prendas personales que su hija vestía cuando desapareció, pero demandó un examen de ácido desoxirribonucleico (ADN) para identificar a su hija y para saber si los culpables realmente eran Los Choferes (Víctor Javier García, El Cerillo, y Gustavo González Meza, La Foca), detenidos de inmediato como responsables de estos crímenes. Sobre el cuerpo de Claudia Ivette la prueba de ADN concluyó: "La osamenta 189/01 no puede confrontarse con la familia Banda González ni con ninguna otra familia debido a la ausencia de perfil genético de dicha osamenta". En otros seis casos, los exámenes tampoco confirmaron la identidad de las víctimas.

Se ha comprobado que El Cerillo y La Foca fueron torturados. Este último murió en circunstancias sospechosas en el Centro de Readaptación Social a principios de este año. La madre de Claudia Ivette mantiene su lucha para encontrar al responsable del homicidio de su hija.

5. Paloma Angélica Escobar Ledesma. El 3 de marzo de 2002, Norma Ledesma, madre de esta joven de 16 años, obrera de la maquiladora Aerotec y estudiante de la escuela de cómputo Ecco, denunció la desaparición de su hija, en la tarde de un día antes, justo cuando iba a pagar su colegiatura a la escuela. De inmediato comenzaron su búsqueda. El procurador le dijo a Norma que su hija estaba con vida y que seguramente estaba de reventón con algunos amigos. Veintisiete días después de la desaparición, hallaron su osamenta en un arroyo cercano a la carretera a Aldana, detrás del complejo de seguridad pública de Chihuahua. El certificado del médico legista indicó que la joven se encontraba muerta cuando el procurador le informó a su madre que estaba con vida. "Cuando el procurador inventaba fiestas, amigos y malos pasos, ella estaba muerta. Me mentían", declaró Norma Ledesma. Las autoridades involucraron de inmediato a Vicente Cárdenas Anchondo, ex novio de Paloma. Ante la representación correspondiente de la ONU, Norma Ledesma denunció que la comandante Gloria Cobos pidió al joven una foto de la muchacha. Esa misma foto apareció luego "sembrada" en el cuerpo. A Vicente Cárdenas lo torturaron para que se declarara culpable. El 31 de marzo se confirmó la falsedad e inició una averiguación contra la comandante. El 4 de abril de 2002, la procuraduría de justicia de Chihuahua suspendió a la comandante y abrió una investigación por los delitos de abuso de autoridad e imputaciones falsas. Tras un año de persistentes solicitudes de la familia, el 15 de enero de 2003 Cobos compareció ante el departamento de Averiguaciones Previas. Se negó a responder las preguntas relacionadas con sus actuaciones en el caso del homicidio de Paloma Escobar.

Norma Ledesma sospecha que el cuerpo no corresponde al de su hija. No se ha investigado a las escuelas Ecco de Ciudad Juárez y de Chihuahua, de donde han desaparecido y luego aparecieron violadas y asesinadas Liliana Holguín Santiago y María de los Angeles Acosta, en Ciudad Juárez, así como otras dos desaparecidas de Chihuahua.

6. Neyra Azucena Cervantes. El suyo es uno de los casos más recientes y dramáticos de 2003. Neyra, de 19 años, desapareció el 13 de mayo. Desde el inicio su madre, Patricia Cervantes, emprendió una movilización de protesta, apoyada por las organizaciones ciudadanas para reclamar a las autoridades que encontraran a Neyra. Tardaron 15 días en comenzar la búsqueda. Patricia tomó acciones de resistencia civil, como bloqueo de carreteras. En agosto se presentó en su domicilio el sacerdote Antonio Ramírez, conocido como el padre Toño. La fue a buscar para llevarle un mensaje del gobernador Patricio Martínez: que el cuerpo de su hija correspondía a la osamenta que se encontró en un sitio llamado Los Cuernos de la Luna. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición. El cabello estaba separado del cráneo y no había rastro de tejido humano. Al parecer, estaba mutilado en dos o tres partes.

El 4 de agosto se presentó en su domicilio el coordinador del grupo especializado de reconstrucción facial, Alfredo Rodríguez García, para decirle que había 98 por ciento de probabilidades de que ese cuerpo correspondiera a su hija. Las autoridades "inventaron una historia improbable y ridícula", según Patricia Cervantes: que el verdadero responsable era su sobrino David Meza. En una carta pública, Patricia denunció que lo torturaron física y sicológicamente, al igual que a su padrastro, con tal de negar que el caso correspondiera a los asesinatos sexuales. Una fuente conocedora reveló recientemente que "todo parece indicar que descubrieron el cuerpo de Neyra y las autoridades lo escondieron. Sólo hasta que Patricia protesta lo sacan a relucir".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email