Recuerda que dios nació mujer

Las voces secretas rescata la fuerza creadora de la mujer: Adamina

Aleyda Aguirre -- Dios nació mujer, afirma Metztli Adamina en el escenario. Presenta al público Las voces secretas, esas que el machismo ha querido acallar pero se dispersan por todas partes, para hacer vigente a la mujer loba, a la mujer libre, desnuda de violencia y maltrato.
¿Cómo puede caminar el mundo si no hay igualdad? ¿Cómo si no se toma en cuenta a la otra parte de la ecuación de la vida? cuestiona indignada la directora teatral. En estos tiempos, dice, es de actualidad que en todas partes se hable de las mujeres, pero solamente se refieren a ellas por la violencia que se ejerce en su contra. Metztli no expresa solamente eso "yo hablo de la otra cara de la moneda, de las voces secretas, o sea, de la mujer con una fortaleza interna, con libertad, la mujer de luz, de fuerza, de la creadora y procreadora, yo hablo de otro tipo de mujer, de la verdadera esencia de la mujer".
Aunque en el primer acto de la obra: Sombra sin rostro, Metztli presenta el lado lastimero y dañado: la mujer golpeada, mutilada, violada; brinca de esa realidad para presentarnos otra, al "gran útero de la vida", a la serpiente, la vaca, la mujer pájaro, la 舠Venus de Wilendorf舡, porque, recuerda, todos los animales sagrados del paleolítico y del neolítico eran diosas.
"Empiezo precisamente con la violencia porque quiero que vean eso, que se den cuenta que eso que dicen las mismas mujeres que ellas son, no es así; yo también soy mujer y no soy así, entonces quisiera que las mujeres abrieran su panorama interno y externo para saber que existen otras cosas dentro de ti misma y que entonces no tenemos por qué estar a merced de nada, porque somos las creadoras, somos seres de luz, seres divinos. La primera conceptualización que el ser humano hace de dios es la mujer y eso no se lo enseñan en la escuela a nadie, eso está olvidado y muy convenientemente tapado porque no quieren que nosotras volvamos a nuestros orígenes, que reconozcamos ese origen divino, pero el gran útero de la vida era representado por una diosa, la gran diosa".
Está tan arraigada la violencia entre las personas que pareciera que es normal e incluso las mujeres se sienten culpables de todo, afirma. Explica que al concluir la obra abre un espacio a la reflexión, en el que ha tenido muchas sorpresas: "no entienden a mujeres como yo, dicen ´esa loca´. Las mujeres creen que nosotras somos las que tenemos la culpa ¿de qué? de que te corten todo, de que te corten el clítoris舰 en lugar de decir en una sociedad donde hay hombres y mujeres somos responsables todos de este sistema donde no hay equidad, ellas aprenden bien la lección" del patriarcado y se culpan de todo.
Meztli las invita a olvidar eso que sólo les deja la opción de ser mujeres maltratadas, mutiladas, calladas, tímidas, miedosas, agazapadas, mujeres con una burka en el rostro y con una burka en el cerebro, porque, afirma, la única mujer que existe no es aquella a la que se le ejerce violencia en un mundo patriarcal; la mujer tiene muchas caras, es un diamante lleno de luz, tiene una visión holística.
Subraya: "desde su primer aparición en el mundo como Lilith, la primera mujer de Adán que no sólo no hizo caso a Adán, sino no hizo caso a dios, la primera mujer disidente, la que se inconforma, la que no fue hecha de la costilla de Adán y que tiene mente por sí misma y decisión por sí misma, la hacen a un lado en la Biblia, la desaparecen porque fue la primera mujer que desobedeció no a Adán, sino a dios, dijo no, yo esto no lo quiero, y lo que hacen es poner a Eva, a esa mujer nueva, creada pertinentemente para un hombre como Adán, la ponen sumisa, nace de su costilla, siendo que la mujer es la que da a luz, no el hombre, la mujer es la que tiene nueve meses dentro un ser humano y ahí se da la vida, la mujer es el gran útero del mundo, es la creadora, por eso el primer icono, la primera conceptualización de dios es la mujer".
Desde el año pasado, Metztli, junto con Verónica Contreras, Joshuana Rodi y Eugenia de la O, han presentado Las voces secretas en lugares como el Museo Universitario del Chopo, en el Teatro Sergio Magaña, en el Arlequín, la Cámara de Diputados, en Xochimilco, entre otros lugares. Música, danza, poemas y monólogos son traídos a escena para retornar a la voz primigenia, la voz de la diosa. Entonces aparecen la poesía de Alaide Foppa, Sor Juana Inés de la Cruz y fragmentos de las obras de Ki No Tsurayukii, Carlo Antonio Castro, Clarissa Pinkola y las propias actrices.
Con escasa escenografía, apenas unas veladoras, una silla y velos de diversos colores con los que representan diversos estados de ánimo y emociones, estas tres actrices develan a las/os espectadoras, a la mujer que se esconde tras la violencia. "Ella se siente a veces como cosa olvidada en el rincón obscuro de la casa, como fruto devorado adentro por pájaros rapaces, como sombra sin rostro y sin peso", dice una voz, luego de haberse levantado el telón, pero también a la mujer nueva: "Llevo la luz de la vida en los ovarios, donde están depositadas todas las semillas. Soy la buscadora de huesos ¡la fuerza indestructible!舡, proclama otra personaja.
Mantenerse es difícil, confiesa la actriz, porque a muchos y muchas no les interesan las puestas en escena que se refieren a las mujeres, sin embargo asegura que no abandonará esta propuesta -a pesar de que los dueños de teatros vean ese arte sólo como un negocio- al menos hasta que cumpla con las 100 representaciones y develen una placa.
En tanto, como no cuenta con un teatro fijo para presentarla, realiza convenios, ya sea con los institutos de la Mujer, las comisiones de Equidad y Género, con Institutos de Cultura, escuelas... Su idea es también llevar Las voces secretas a lugares donde la gente no tiene acceso al teatro, como zonas marginadas, barrios, cárceles.
La también directora teatral señala que aunque ella tenga una actitud de "loba creadora", no deja de enfrentarse al machismo todos los días, desde que sale y un tipo le enseña el pene o le quiere "agarrar las nalgas". Hay mujeres agrega, que no se dan cuenta de la violencia porque se han acostumbrado a ella y sólo la reconocen cuando son golpeadas, no obstante ella la ve por todas partes y asegura que la única forma de combatirla es con la educación y con el rescate de las figuras históricas femeninas como la Coatlicue, Atenea, Isis, Lilith y muchas más.
El antecedente de Las voces secretas, dice en entrevista, fue que un día se vio al espejo y miró a una mujer casada a cuyo marido le molestaba que leyera y estudiara, "esa no soy yo" se dijo, entonces sus demonios internos, de loba, lloran, aúllan, gritan y dicen 舠aquí estoy舡 y produjo Las voces secretas. 舠El conocimiento me hizo llegar a eso, es uno de los grandes privilegios de la vida, que saber es amar, que conocer es amar, que saber quién eres tú es amarte".