México D.F. Miércoles 3 de diciembre de 2003
Recabarán fondos en centros comerciales
y cajeros
Buscan SEP-Unicef llevar a las aulas a 2 millones de
niños
El Estado no evade su obligación educativa: Sylvia
Ortega
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Con aportaciones de la sociedad civil y de empresarios,
autoridades de la Secretaría de Educación Pública
(SEP) y la representación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef) en México pretenden incorporar a la escuela a los 2 millones
de niños mexicanos que están fuera de las aulas de prescolar,
primaria y secundaria.
El
proyecto consiste en que los clientes de establecimientos como Comercial
Mexicana y del Banco Santander Serfín aporten un peso en sus compras
o en el uso de los cajeros automáticos.
A la pregunta de si con estos programas el Estado no evade
su obligación de dar educación básica a los mexicanos,
la subsecretaria de Servicios Educativos del Distrito Federal, Sylvia Ortega,
insistió en que aquella es indeclinable, pero que en esta tarea
necesitan recursos de toda la sociedad.
La representante del Unicef en México, Yoriko Yakusawa,
explicó que el aporte del sector privado y de la sociedad civil
no pretende remplazar la obligación del Estado de garantizar una
buena educación, sino que este proyecto es un "complemento".
Sin tener una meta clara sobre los fondos que pretenden
obtener, el programa Todos en la escuela funcionará primero en dos
entidades: en el Distrito Federal, donde 64 mil niños de 5 a 15
años están fuera de las aulas, y en Chiapas, donde el rezago
es de 184 mil menores.
Según los promotores de esta iniciativa, en un
mes se han recabado 700 mil pesos en centros comerciales, y 450 mil en
los cajeros automáticos, en 12 días que lleva la promoción.
Además, participarán otras empresas, como Nextel, que patrocinó
la copa de golf Unicef; Aeroméxico, que promueve tarjetas y productos
de esa organización; y Laboratorios Liomont, que dona fondos a las
comunidades de Ocosingo y Chilón, en Chiapas, y el Club de Industriales.
Yakusawa indicó que los fondos se van a utilizar
en la capacitación de docentes, como parte del programa Escuela
amiga, que funciona en Yucatán y Quintana Roo, para hacer un censo
que ayude a identificar a los niños que no asisten a la escuela,
y para realizar una campaña con el objetivo de sensibilizar a la
sociedad en el tema.
En opinión de la representante del organismo internacional,
México ha logrado grandes avances, y la prueba es que más
de 90 por ciento de los niños asiste a primaria, cuando hace cinco
décadas la proporción era de la mitad.
Dijo que en América Latina tendemos a caer en un
"pesimismo paralizante", por lo que llamó a reconocer los avances.
En momentos en que se discute el presupuesto para 2004,
Ortega dijo que, sin duda, se requiere una inversión creciente en
educación, pero también de una estrategia de participación
y que se asegure que los fondos públicos están bien aplicados.
"La inversión debe ser creciente. No podemos renunciar
a procurar mayor cantidad de recursos públicos", afirmó.
Pero quien se quejó abiertamente de la carencia
de fondos fue el secretario de Educación de Chiapas, Alfredo Palacios.
Explicó que la Federación reparte el presupuesto de manera
desigual, lo que ha provocado que esa entidad dedique 95 por ciento de
sus recursos a pago de salarios y sólo 5 por ciento para operación
y rehabilitación de escuelas.
Señaló que la situación de estados
como Guerrero, Chiapas y Oaxaca no es igual a la de las entidades del norte.
Indicó que en el sur tienen pendiente el incremento de su matrícula
y la mejora de la calidad.
Dijo que el gobierno federal entrega a Chiapas 7 mil 800
millones de pesos y no toma en cuenta que el estado gasta por su cuenta
5 mil millones para atender su sistema de educación.
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