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P O L I T I C A
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México D.F. Sábado 6 de diciembre de 2003

DESFILADERO

Jaime Avilés

Fox, ante los derechos humanos y la ONU

Sacará chispas el informe del alto comisionado
Alicia Barnard, denunciada por sus víctimas
Rebelión en la Condesa contra el casino Caliente

POR UN OIDO le entraron y por el otro le salieron a Vicente Fox las denuncias que varios periodistas hicimos la semana pasada respecto de la insoportable matanza de mujeres en Ciudad Juárez. Ningún efecto le causaron los nombres de quienes, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) están señalados como presuntos jefes de la sociedad secreta, pero ampliamente ramificada, que se dedica a la comisión de esos crímenes sexuales. Ante la mención de Valentín Téllez, esposo de Karla Korrodi, como uno de los principales implicados, Fox reaccionó como sólo él sabe hacerlo: anunciando que ayudará a Lino Korrodi, padre de Karla y suegro de Valentín, a ganar la gubernatura del estado de Tamaulipas.

Las palabras del titular del Ejecutivo federal sólo causarán alivio entre los tamaulipecos. Si Fox apadrina al mago de los dineros sucios que lo llevaron a la Presidencia de la República -así sea nada más para conocerla por dentro, no para ejercerla-, ello significa, con toda seguridad, que el señor Korrodi no será el próximo gobernador de los tamaulipecos. Su precadindatura tiene, por decirlo con el lenguaje de la televisión, "fallas de origen". Incapaz de convertir en realidad constitucional cualquiera de sus proyectos de reforma (con excepción de la ley Zedillo, que niega los derechos y las culturas de los pueblos indios), Fox no es ya garantía de nada para nadie.

Eso piensan sin duda los empresarios fraudulentos de Enron, que diseñaron la privatización de la industria eléctrica, al ver que su ambición de apoderarse del mercado energético tampoco se concretará, como creían, en los pocos días que le quedan al actual periodo legislativo. Y lo mismo estarán opinando los banqueros gachupines y estadunidenses, para quienes serían, en el plano teórico nada más, los dineros que el "gobierno" pensaba recaudar mediante el impuesto al valor agregado (IVA) para medicinas y alimentos. Si se confirma la denuncia que Enrique Galván Ochoa publicó ayer en este diario, el famoso IVA a comida y fármacos estaba destinado a cubrir el vencimiento de una serie de pagarés del Fobaproa. Eso explica ahora por qué los propios banqueros llevan semanas golpeando al peso.

Concentrado absolutamente en las mismas tareas que Carlos Salinas de Gortari -esto es, en sostener como coordinadora del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados a la profesora, que no maestra, Elba Esther Gordillo-, Fox recibirá el próximo lunes un duro golpe a su imagen internacional cuando el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos presente su diagnóstico sobre el estado que guarda México en esa materia. Saldrán chispas de la residencia oficial de Los Pinos, aseguran los que saben.

Pese al hermetismo que la citada sucursal de Kofi Annan ha mantenido en torno de ese informe, fuentes conectadas con los especialistas que lo redactaron señalan que, de acuerdo con una evaluación comparativa, en el México de las mil maravillas de Fox la tortura policiaca sigue siendo el recurso de "investigación" más utilizado por la Procuraduría General de la República, que tan deportivamente dirige el general Rafael Macedo de la Concha, a quien según la columnista de El Financiero, Eva Makívar, bien podría llamársele "Macedo de la Cancha" por su proclividad a exhibirse en pantalones cortos como jugador de futbol.

Una tipa de cuidado


Con las manos crispadas y los ojos por momentos llorosos, empleados de la Secretaría de Salud (Ssa) se acercaron a esta columna para informar que ya no soportan los abusos, las humillaciones, los gritos, los insultos, las amenazas y muchas otras formas de crueldad mental que reciben de la señora Alicia Barnard Amozorrutia, directora del Centro de Documentación Institucional de esa dependencia, que tiene a su cargo el archivo histórico de la medicina mexicana, en cuyas gavetas hay documentos fechados desde 1561 hasta el presente.

Los quejosos en ningún momento acusaron a la señora Barnard de hacer mal o incumplir su trabajo, pero no se mordieron la lengua al señalarla como una neurótica ensoberbecida que ha provocado ya la renuncia de 64 trabajadores bajo su mando. En particular narraron el caso de una mujer llamada Adriana, que tenía 36 años cuando se embarazó porque ella y su compañero de vida juzgaron que era el momento de hacerlo. Fue una decisión libre y sin duda legítima, pero no tomaron en cuenta el despotismo demográfico de la señora Barnard, quien al conocer la noticia llamó a su empleada y lo menos que le dijo fue que era una estúpida. ƑCon qué derecho?, cabría preguntarle a Julio Frenk.

Bajo el acoso de su jefa, Adriana llegó al término de su embarazo con gran resentimiento y amargura, pero cuando regresó a sus labores después de su periodo legal de incapacidad, se encontró con que ya no tenía personal de apoyo a sus órdenes y la señora Barnard resolvió congelarla. Por este motivo, afirman sus compañeros, "Adriana cayó en un estado de depresión profunda y trató de suicidarse".

En un oficio fechado el 26 de junio de 2003 y dirigido al contador público Miguel Villaseñor, director general de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Ssa, 26 empleados de esa oficina escribieron a su jefe que confirmara o desmintiera un rumor, según el cual volverían a trabajar en el área de la temible señora Barnard, de la que habían salido huyendo. "La razón de solicitarle tal confirmación se debe a que por rumores nos enteramos de que nos tienen contemplados para regresar a depender de la C. Alicia Barnard Amozorrutia (...), de resultar cierta esta versión ello nos representaría con absoluta seguridad el retorno a la situación de malos tratos, gritos, despotismo, abuso moral y abuso de autoridad a la que por mínimo respeto a nuestra dignidad como personas humanas definitivamente no estamos dispuestos a aceptar."

Esta página pone a disposición de Julio Frenk un legajo de documentos similares, entre los cuales figuran renuncias de ex empleados de la señora Barnard, que se alejaron de ella por las mismas razones, así como quejas del público que usa el archivo histórico, una de las cuales, firmada por Alma Juárez, relata lo que vio en sus visitas a esa institución:

"Cuando ella (Alicia Barnard) está y solicitamos información, siempre nos quiere dar lo que ella considera que necesitamos y no pone atención a nuestra solicitud. Al personal que se encuentra atendiendo al público le grita de manera por demás prepotente y con majaderías sin importar nuestra presencia. No respeta el lugar donde supuestamente se debe guardar silencio, ya que los usuarios estamos estudiando o revisando el material. Al usuario nos trata con la punta del pie y nos grita; en una ocasión presencié cómo corría a una usuaria porque según ella no sabía qué quería".

La traicion de Virginia


Antes de tomar posesión como delegada del Gobierno del Distrito Federal en Cuauhtémoc, la perredista Virginia Jaramillo invitó a comer a varios escritores y periodistas de la colonia Condesa para pedirles orientación y consejo con el propósito de gobernar mejor. Al acto de masticación colectiva asistieron el poeta Juan Gelman, los novelistas Paco Ignacio Taibo II y Federico Campbell, el enciclopedista Humberto Mussachio y no recuerdo quién más, tal vez yo mismo. La Jaramillo se comprometió a frenar el desordenado crecimiento de restaurantes y bares en ese europeo rumbo de la ciudad.

Poco después de asumir su cargo, convocó a una parrillada a los comensales de la vez anterior y a vecinos que se han destacado en la lucha por la conservación del barrio. Ahí reiteró su oferta, añadiendo que habría una línea directa para que los condesianos la mantuvieran al corriente de lo que estuviese ocurriendo. Todo era simple y pura demagogia. Hace algunas semanas, el poeta Juan Gelman descubrió que en el edificio donde estuvo el cine Plaza, entonces propiedad de Gustavo Alatriste, estaban construyendo un local de apuestas, adscrito a la cadena Caliente, de Jorge Hank Rhon.

Gelman y Mara, su esposa, al frente de un nutrido grupo de vecinos, usaron la línea directa de Virginia Jaramillo para alertarla acerca de la novedad y subrayarle que un establecimiento con capacidad para mil personas iba a traer consigo una verdadera marabunta de automóviles. La oficina de Jaramillo respondió que iba a investigar y trató de calmar a sus "aliados", pidiéndoles que no se preocuparan porque ella no iba a tolerar semejante barbaridad. Pero nunca volvió a comunicarse con ellos. Los vecinos, por su cuenta, descubrieron que el casino contaba con todos los permisos necesarios expedidos por la delegación. Ante esto decidieron rebelarse. El próximo lunes, por lo tanto, en punto de las 12 del día, darán una conferencia de prensa en la Casa Refugio de la glorieta de Citlaltépetl y el jueves siguiente marcharán por la Condesa demandando la clausura del casino o en su defecto la renuncia de Jaramillo.

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