Se espera restructuración en los primeros meses de 2004

La actual administración de Pemex profundiza el proyecto privatizador

PATRICIA MUÑOZ RIOS

La actual administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) no sólo ha profundizado el proyecto privatizador y "entreguista" de los gobiernos anteriores, también continúa con el desmantelamiento de instalaciones y de los cuadros de profesionistas de la empresa, e inclusive prepara para la primera mitad de 2004 una restructuración masiva de personal que implicará despidos, así como jubilaciones anticipadas y forzadas.

La Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera señala lo anterior en un informe sobre la administración de Pemex, en el que indica que en realidad ha habido despidos de personal en forma permanente durante todo el régimen, periodo en el que se han cancelado cerca de 9 mil plazas en la paraestatal, aunque se han creado otras nuevas para funcionarios aliados al foxismo.

Inclusive, hasta 2001 había cerca de 16 mil demandas laborales interpuestas contra la administración de Pemex y ahora este número asciende a 25 mil 500, lo cual demuestra la resistencia de los trabajadores a las acciones ilegales que se han llevado a cabo en materia laboral por parte de quienes dirigen la paraestatal.

El costo de los laudos favorables a los trabajadores se estima en más de 6 mil millones de pesos hasta el momento, lo que significa una grave pérdida para la empresa.

En cuanto al desmantelamiento de Pemex, el documento señala que en Exploración y Producción casi desaparecen los equipos de perforación, pues de 220 que existían sólo quedan 30, e inclusive la maquinaria vendida como chatarra, en algunos casos, ahora es arrendada a Pemex por los mismos particulares que la adquirieron, advierte un informe de la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera.

Establece que también se ha desmantelado la flota petrolera, comercializando los barcos que se venden como chatarra y posteriormente se rentan a Pemex.

En cuanto a Pemex Petroquímica, de 62 plantas de proceso petroquímico con las que contaba la paraestatal en la década pasada, actualmente sólo operan 14 en forma normal y completa.

Según este análisis, así como se ha dado un desmantelamiento de los equipos también los cuadros que tenía la empresa han sido debilitados, es decir, indica que ha habido una sustitución masiva de los funcionarios y profesionales de carrera que tenía la paraestatal por personas provenientes de la iniciativa privada internacional y nacional, "que comulgan con el panismo y que en muchos casos no cuentan con los conocimientos, experiencia y habilidad requeridas para los puestos. Esta es la parte instrumental de la privatización silenciosa", sostiene.

Explica, en este sentido, que los casos más destacados son los de Pemex Petroquímica, en la que más de 90 por ciento de los puestos directos han sido ocupados por funcionarios provenientes de empresas privadas, ya que por ejemplo se registró la entrada de personal de ICA al Proyecto Cantarell, e inclusive se promovieron personas identificadas con los contratos de servicios múltiples, y lo mismo sucedió en muchos otras áreas, como Pemex Refinación.

"La administración de Pemex además de traer a nuevos ejecutivos con un enfoque de empresa privada y promover a los funcionarios identificados con su proyecto privatizador, trata de convencer a los profesionistas de carrera en la institución de las bondades del proyecto que favorece la alianza y la entrega de la industria de los hidrocarburos y petroquímicos al gran capital internacional, pero se está topando con la honestidad profesional e institucional y con un nacionalismo acendrado en ellos", expone.