Está confirmada la presencia de los 34 líderes políticos de los Estados miembros de la OEA

EU pretende impulsar el ALCA en la cumbre de Monterrey

ROSA ELVIRA VARGAS

Está confirmada la presencia de los 34 líderes políticos del hemisferio cuyas naciones forman parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Monterrey los próximos 12 y 13 de enero para participar en la Cumbre Extraordinaria de las Américas. Aunque se afirma que en ese encuentro no se tocará el pendiente acuerdo continental de libre comercio, Estados Unidos ha mostrado su interés para incidir en la reunión por medio de acciones que consoliden ese proyecto: fortalecer y aplicar los derechos de propiedad, reducir los obstáculos para el envío de remesas, facilitar la creación de pequeñas empresas y aumentar el acceso al capital de los propietarios de microindustrias.

Convocada con la agenda formal de buscar acuerdos y diseñar mecanismos para estimular el crecimiento económico y reducir la pobreza, promover el buen gobierno y combatir la corrupción, e invertir en la elevación del nivel de vida de la población, apenas a principios de este mes se inició en Washington, en la sede de la OEA, la elaboración de la declaración política que suscribirían los jefes de Estado en Monterrey.

El representante mexicano ante ese organismo, Miguel Ruiz Cabañas, declaró recientemente que fueron una serie de factores, sobre todo vinculados con la cooperación y la integración continental, lo que llevó a convocar a este encuentro extraordinario un año antes del programado en Buenos Aires para 2005.

En declaraciones a la agencia Notimex, el diplomático explicó que "existe una preocupación compartida sobre las condiciones económicas de la mayoría de los países de la región'', a lo que se suma la persistencia de las crisis políticas, así como "crecientes necesidades sociales que no han tenido respuesta''.

Pero apenas el pasado lunes 22, en Chicago, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental estadunidense, Roger Noriega, hizo una larga exposición en la que perfiló la agenda que Washington trae a la Cumbre Extraordinaria de las Américas: construir una comunidad de naciones que además de vincularse por el amor a la libertad y fortalecida por el imperio de la ley, "se enriquezca unida mediante el libre comercio''. En síntesis, dijo, "un destino económico común''.

Expuso las razones de peso detrás del interés de la Casa Blanca por negociar en este marco de las Américas: "tres de nuestros cuatro principales proveedores extranjeros de energía se encuentran en este hemisferio. Las exportaciones de Estados Unidos a América Latina han aumentado casi 100 por ciento en la década pasada, en tanto que nuestras exportaciones al resto del mundo se han incrementado en menos de 50 por ciento''.

Del por qué a su país le interesa que se tomen medidas para reducir el costo financiero de las remesas que se envían desde su país, el funcionario expuso que este año 30 mil millones de dólares saldrán de Estados Unidos por esa vía y que se espera que en breve, las remesas a América Latina superen los flujos de inversión extranjera directa, "tornándola en el flujo de capital más grande a la región''. En seis países, ese dinero supera más de 10 por ciento de su producto interno bruto.