Pendiente el proceso por agresión al gabinete en 1998

Deja la cárcel en Querétaro el líder del FIOZ; "sigo siendo zapatista"

MARIANA CHAVEZ CORRESPONSAL

Queretaro, Qro., 25 de diciembre. "Siempre seré parte del zapatismo civil" manifestó Jerónimo Sánchez Sáenz, quien fue preliberado del penal de San José El Alto el lunes pasado después de permanecer cerca de seis años recluido por los delitos de despojo y daños por la pinta de una barda.

En conferencia de prensa, efectuada el miércoles, anunció que se reintegrará al activismo y buscará ser interlocutor entre las organizaciones sociales y el gobierno estatal.

Sobre el activismo que tendrá, el dirigente del Frente Independiente de Organizaciones Zapatistas (FIOZ) reconoció que será en la medida en que se lo permitan sus obligaciones legales, pues durante los próximos tres años tendrá que ir a firmar al penal.

Rechazó que haya negociado su liberación y que tenga que cumplir ciertos condicionamientos impuestos por el gobierno estatal, sin embargo, reconoció que su situación legal le impedirá una participación tan activa como la que tenía.

Explicó que buscará reintegrarse al movimiento social como "un puente de comunicación entre las organizaciones y la administración estatal", movimiento, que, consideró, debe restructurarse, pues se encuentra desmantelado pero no acabado.

También informó que se mantiene vigente el proceso por las agresiones al gabinete presidencial de Ernesto Zedillo el 5 de febrero de 1998, cuando el convoy oficial fue apedreado por presuntos integrantes del FIOZ luego de la ceremonia por el aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, pero señaló que en esa ocasión hubo infiltrados en su grupo, con la misión de detener a los líderes de las organizaciones sociales.

Aseguró que ningún gobierno reconocerá la existencia de presos políticos zapatistas, porque de esa forma le daría al movimiento mayor fuerza y un estatus que no quiere que tenga pero que el pueblo mexicano sabe que existe.

Además, anunció que en su oportunidad dará a conocer todas las anomalías que existen en el penal de San José el Alto, pues el sistema penitenciario local es muy malo.

Jerónimo Sánchez Sáenz reconoció en el gobernador panista, Francisco Garrido Patrón, su voluntad y "un buen signo" al permitir que saliera en libertad, situación a la que su antecesor, Ignacio Loyola Vera, nunca accedió.

Recordó que durante mucho tiempo le guardó rencor a Loyola Vera, sin embargo, ahora ya no lo tiene y prefiere abocarse a colaborar en la construcción de diversas cosas en las que hace falta trabajar.

"Hay un sentimiento de impotencia muy fuerte, pero se ha ido transformando por la idea de integrarme con la gente que está haciendo algo por los que menos tienen. Eso no quiere decir que no me haya dolido (el encarcelamiento), pero se puede canalizar a otro lado", dijo.