El domingo, segunda vuelta entre Berger y Colom

Listas, misiones de Europa y OEA que observarán los comicios de Guatemala

AFP Y DPA

Guatemala, 25 de diciembre. Las misiones de observación de la Unión Europea (UE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) se declararon hoy listas para verificar la elecciones presidenciales del próximo domingo en Guatemala, en las que contenderán en la segunda vuelta los candidatos Oscar Berger y Alvaro Colom.

Portavoces de ambas misiones informaron que este jueves completaron el despliegue de 170 observadores en diversos puntos del país, con 110 enviados de la UE y 60 de la OEA, en un proceso que consideraron más "tranquilo" en comparación con la primera vuelta, pues esta vez no se registraron amenazas de ningún tipo.

"No hemos visto irregularidades, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha ido resolviendo algunos problemas de la primera vuelta, con dos entradas en las urnas -entrada y salida-, ha colocado más información para los votantes y ha hecho más ágil la votación, sin retrasos, como en noviembre", expresó el vocero de la UE, el español Rafael López.

Por parte de la OEA, el venezolano Moisés Benamor explicó que uno de sus objetivos es dar prioridad a cuatro municipios, donde se repetirán elecciones locales, las cuales fueron anuladas por actos de violencia en la primera ronda, además de tener importante presencia en las cabeceras departamentales, que suman 22.

Los candidatos Oscar Berger, de la Gran Alianza Nacional (Gana, derecha), y Alvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, centroderecha), se tomaron un receso con motivo de la Navidad y este viernes cerrarán sus campañas con sendas giras por el interior del país.

Berger, quien fue el más votado en los comicios del 9 de noviembre, aparece como favorito para ganar, pues a la fecha mantiene su ventaja de ocho puntos porcentuales sobre el segundo lugar que ocupa Colom, de acuerdo con las encuestas de opinión.

Mientras, el presidente guatemalteco, Alfonso Portillo, entregará su cargo el 14 de enero enmedio de la frustración por no haber podido llevar adelante una profunda reforma fiscal, además de haberse visto imposibilitado en sus objetivos de poner fin a la discriminación indígena, la corrupción y el narcotráfico.

No obstante, Portillo -quien atribuye su fracaso fiscal a un boicot de la cúpula empresarial- afirma que dejará un país con estabilidad macroeconómica, índices manejables en déficit fiscal de 1.6 por ciento en este año, inflación por debajo de 6 por ciento y reservas monetarias de casi 3 mil millones de dólares.