México D.F. Viernes 26 de diciembre de 2003
Superó expectativas el concierto altruista
del tenor
Plácido Domingo reunió a más de
7 mil personas en la Riviera Maya
DAVID SOSA CORRESPONSAL
Cancun, Q. Roo. Un atardecer con tonos rojizos
y ocres que contrastaron con el azul turquesa del mar Caribe, el sonido
del caracol y el humo del copal, fueron el ámbito que marcó
el inicio al ritual que antecedió al concierto del tenor Placido
Domingo -a beneficio de niños, adultos y ancianos enfermos terminales
de cáncer y VIH-, ante más de 7 mil espectadores en un escenario
mágico, ambientado con la cultura maya.
En
la noche más larga del año, simbolismo ancestral de la cultura
maya, estuvieron también la soprano de Puerto Rico Ana María
Martínez y la Orquesta Sinfónica de Yucatán. Luego
del sonar de teponaztles, de la humificante presencia del copal y el movimiento
constante de las plumas y los cuerpos, ocuparía el escenario la
mágica y cándida presencia del Ballet de Cámara Talulah,
veintena de jóvenes cancunenses que tras interpretar un fragmento
de la Suite del Cascanueces, recibieron del respetable una elocuente
demostración de sonoro afecto.
El tenor inició su presentación con un viaje
imaginario, remontando a los espectadores a la Edad Media a través
de una oración denominada O Souverain Le Cid, dando muestra
de su majestuosa voz.
El repertorio estuvo integrado por una combinación
de ópera, zarzuela y canciones latinas y otras muy mexicanas, entre
ellas, algunas de compositores yucatecos.
Como parte de la primera fase del programa, el poseedor
de nueve premios Grammy y dos Grammy Latinos, acompañado por la
Orquesta Sinfónica de Yucatán, ofreció después
el micrófono a la soprano puertorriqueña Ana María
Martínez, quien interpretó el tema Una voce poco fa
de El Barbero de Sevilla.
Le siguieron después arias de Otello y El
Niño Judío, para después pasar a la zarzuela,
con temas como Amor, vida de mi vida, de Maravilla; Intermedio
de Las bodas de Luis Alonso, y En mi tierra extermaña,
de la zarzuela Luisa Fernanda.
Una pieza tras otra, los aplausos no se dejaron esperar,
sin embargo, no fue sino hasta que se escuchó Estrellita,
de Manuel M. Ponce, pero sobre todo con el tema Peregrina, de Palmerín,
que el público se volcó en el reconocimiento.
Yo sé que nunca, Huapango, El gato montés,
Te quiero dijiste, Mía, y Golondrinas Yucatecas convocaron
nostalgias y provocaron entre el auditorio un sonoro aplauso que sigue
resonando aún en la memoria de quienes fueron testigos de este histórico
concierto por la alegría.
El presidente municipal, Juan Ignacio García Zalvidea,
entregó hoy, en nombre del ayuntamiento de Benito Juárez,
el premio Kukulcán al tenor Plácido Domingo.
García Zalvidea manifestó que este esfuerzo
que realizan particulares en favor de los más necesitados, así
como la importante proyección internacional que tendrán Cancún
y la Riviera Maya a raíz de este exitoso acto internacional, "es
motivo de satisfacción y orgullo".
El premio Kukulcán fue instituido por el cabildo
de Benito Juárez, en su cuadragésima quinta sesión
ordinaria, el pasado 15 de diciembre, con el objetivo de reconocer a los
visitantes distinguidos en materia de ciencias y cultura. En esa fecha,
el alcalde y los regidores acordaron en forma unánime otorgarlo,
por primera vez, al reconocido tenor internacional.
Algunos de los personajes que asistieron a este concierto
fueron el gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada;
la alcaldesa de Mérida, Yucatán, Ana Rosa Payán Cervera;
el alcalde de Solidaridad, Gabriel Mendicuti Loría, y el coordinador
de este acto, Jorge Esma Bazán.
El Primer Concierto Alegría rebasó las expectativas
al superar la meta establecida de 4 mil personas, muchos de ellos provenientes
de diversos continentes, quienes gustan de este género y profesan
admiración por el tenor.
|