El cantante griego estuvo en México para promover su disco Sometimes I dream

Si mis baladas románticas despiertan interés por la ópera me siento satisfecho: Mario Frangoulis

ARTURO CRUZ BARCENAS

El griego Mario Frangoulis canta el clásico inglés Nights in white satin en italiano, con una potencia, que prende al más apagado. Estuvo en México para promover su disco Sometines I dream, que contiene 12 temas, varios de ellos, dijo el intérprete, ofrecen "sueños de amor y los colores del mundo Mediterráneo, el profundo azul del mar y del cielo, la calidez y el espíritu de mis antepasados".

Al oírlo en Luna rosa, una de las composiciones de su cidí, es inevitable pensar en cantantes tipo Tom Jones. En Europa, Frangoulis es un suceso y llena grandes auditorios. Lo clasifican como tenor melódico; sus interpretaciones las hace en italiano, español, griego e inglés. A él eso del crossover lo tiene sin cuidado. Era, en sus años mozos, una promesa de la ópera, pero su alma bohemia lo fue acercando a la canción romántica, en la que se mueve como Nemo en el agua.

"Mi gran amor es la ópera y la música clásica, pero siempre me pareció que con la ópera me resultaba muy difícil comunicarme; fue entonces cuando encontré un puente más contemporáneo para llegar a más gente y para poder comunicar lo que realmente sentía."

Su disco nada tiene que ver con lo que se llama bel canto. "Hemos elegido canciones para este álbum que no están ligadas a la ópera, pero que son buena música, con unas letras increíbles. Creo que este álbum está lleno de sorpresas", precisó.

Poderoso don

Frangoulis nació en Grecia, donde de niño comenzó a estudiar música; en la adolescencia entró a la Guildhall School de Londres; cursó teatro, cuyas técnicas ahora aplica en sus actuaciones. Con el cambio de su voz descubrió un poderoso y fabuloso don, que cristalizó en papeles de los musicales Los Miserables y El fantasma de la ópera.

Fue el único estudiante privado de Alfredo Kraus y pasó tres años en el Juilliard School of Music de Nueva York. En 1993, fue el único ganador del Luciano International Voice Competition, realizado en Filadelfia.

En entrevista, consideró que la voz, su instrumento, es "algo muy delicado; si la lastimas o la dañas ya no puedes hacer mucho por ello. Siempre estoy buscando opciones y escucho diferentes estilos. Antes escuchaba a Freddy Mercury o a Elton John. Existe un público para cada género y se le debe respetar. Yo tengo la suerte de haber vivido; si no vives no puedes compartir".

Afirmó que nunca ha sentido envidia por el éxito de otras personas; "por el contrario, me siento feliz cuando lo logran. Las cosas no te las regalan; hay que obtenerlas con trabajo. Alguien ejemplar es Madonna, quien siempre se ha esforzado y buscado nuevas opciones. Se fue a Nueva York, donde colgaba abrigos, pero ahora trabaja con diyéis y siempre está en busca de algo nuevo.

"Cuando me preguntan sobre el secreto de mi éxito, lo único que contesto es que se debe al trabajo."

Sin aire de culto

-¿Cantar como usted y Andrea Bocelli ayuda a quitarle el aire de culta frialdad al bel canto?

-Por Andrea no puedo contestar, pero por mí mismo, sí. La música de Bocelli abrió muchas puertas. Cuando ponen un disco mío no oyen sólo arias, sino baladas románticas, y si logro que a partir de eso se interesen por la ópera me siento satisfecho.

-¿Noches de satín blanco muestra los altos niveles de interpretación que puede alcanzar el rock?

-A una canción clásica como esa se le pueden hacer muchas interpretaciones; en el caso de la mía es la que puedo hacer, porque no soy un cantante de rock. Mucha gente ha hecho un trabajo de crossover, de pasar de un estilo a otro; no me gusta que a mí me digan que soy un tenor de crossover. Cuando Freddy Mercury hizo el dueto con Cavalle fue una cosa impresionante. Mercury amaba la música clásica y, aunque no era un tenor clásico, sí era un tenor de facto, uno de los mejores en su estilo. Abrió áreas nuevas.

"Mucha gente escuchó por primera vez a Montserrat Cavalle a partir del dueto con Mercury."

Frangoulis dijo que tiene el proyecto de hacer una gira por Latinoamérica en 2004, en la cual estaría incluida su presentación en México. Su segundo disco saldrá en mayo del mismo año.