Causa pesimismo la deteriorada situación económica y la falta de reformas, afirma

Urge erradicar los daños provocados por la corrupción: Rivera Carrera

El obispo y el nuncio Bertello coinciden en que es necesaria una "cultura de la paz"

ANGELES CRUZ Y ANGELICA ENCISO L.

Ante la deteriorada situación económica y las reformas frustradas, que son causa directa del pesimismo y el sentimiento de derrota existente entre los mexicanos, los cristianos "no tenemos miedo de los acontecimientos y de los cambios", manifestó el cardenal Norberto Rivera Carrera.

En su mensaje de Año Nuevo, el arzobispo primado de México resaltó que en el país estamos "amenazados por una cultura de la muerte y tentados a creer que ya nada se puede hacer y, por tanto, a caer en el conformismo, que en definitiva nos hace cómplices con la situación de violencia y de injusticia que repudiamos".

Se pronunció por erradicar "la cultura de la muerte" y por "recuperarnos de los terribles daños causados por la corrupción, reparar el tejido social y devolver a las instituciones su credibilidad, encontrar los caminos hacia un auténtico desarrollo con justicia social, volver al respeto por la vida y establecer una nueva cultura de la paz".

Ante cientos de feligreses que se dieron cita en la Catedral Metropolitana, afirmó que "hay muchas realidades oscuras" que provocan el sentimiento de resignación, principalmente entre los jóvenes, que debería ser el sector de la población más abierto a la esperanza.

Añadió que el llamado a la esperanza sería alienante si no fuera, al mismo tiempo, un llamado a vivir cambios en nuestra historia personal y comunitaria.

Sin hacer referencia directa a la frustrada iniciativa de reforma fiscal del presidente Vicente Fox, hacia la cual manifestó en días pasados su aprobación y apoyo, el prelado señaló que la sociedad se deja arrastrar "fácilmente" por el derrotismo y el escepticismo ante el fracaso de muchas ilusiones y anhelos de la humanidad.

Durante la homilía pronunciada la noche del 31 de diciembre, Rivera Carrera recordó el mensaje del papa Juan Pablo II el día que inició su pontificado, en el cual llamó a los católicos a no tener miedo "de todo lo que el hombre ha producido y que está convirtiéndose cada día más en un peligro para él. šEn fin, no tengáis miedo de vosotros mismos!"

Por otra parte, en la Basílica de Guadalupe, el nuncio apostólico, Giuseppe Bertello, pronunció ayer ante miles de feligreses el mensaje de año nuevo y del día Mundial por la Paz.

El nuncio demandó que el mundo trabaje en favor de la paz, y señaló que la justicia por sí misma no constituye una garantía para una sociedad pacífica.

Aunque la violencia y la injusticia no son inevitables, es necesario "trabajar para llegar a una cultura de paz, para que no haya más violencia en nuestras familias, en nuestro ambiente de trabajo, en la sociedad", expresó.

Aseveró que la paz no es algo teórico, que puede interesar a los políticos y a los dirigentes de las sociedades, con una mezcla de buenas ideas y sentimientos, sino que es un proceso continuo. La Iglesia, expuso, debe ejercer una función educadora para lograr una cultura de la paz.