Pide Francia el fin de demoliciones de casas; "violan el derecho internacional", dice

Muere palestina en el campo de refugiados de Rafah por disparos de soldados israelíes

El ejército destruyó las viviendas de al menos 300 personas en busca de supuestos túneles

AFP Y DPA

Ciudad de Gaza, 21 de enero. Una palestina murió este miércoles al ser alcanzada por disparos del ejército israelí en el campo de refugiados de Rafah, en el sur de la franja de Gaza.

Muna Ahmad Ismail, de 31 años de edad, recibió un balazo en la cabeza en ese campamento de refugiados, donde el ejército israelí lleva a cabo una operación de gran envergadura desde el martes anterior, dijo una fuente médica palestina, que agregó que una hermana y un cuñado de la víctima resultaron heridos.

Un portavoz del ejército afirmó que los militares abrieron fuego tras ser blanco de disparos de palestinos armados. Otros cuatro palestinos, tres niños y una mujer, resultaron heridos al ser alcanzados por disparos del ejército israelí en Rafah.

Un fuente militar israelí aseguró que la operación que llevan a cabo en el campo de refugiados de Rafah está destinada a destruir túneles que, según el ejército, son utilizados para el contrabando de armas procedentes de Egipto.

En esta operación el ejército ha destruido numerosas viviendas, por lo que unos 300 palestinos de la zona han quedado sin techo.

Tres palestinos resultaron heridos al ser alcanzados por disparos de soldados israe-líes cerca del asentamiento de colonias de Gush Katif, en el sur de la franja de Gaza.

Francia llamó a Israel a "dar prueba de responsabilidad" poniendo fin a estas operaciones que, según el portavoz de la cancillería, Hervé Ladsous, "violan abiertamente el derecho internacional".

Estas operaciones "tienen como consecuencia la destrucción de varias decenas de viviendas sin que sus habitantes tengan la posibilidad de realojarse, y conllevan a riesgos serios para la seguridad de las poblaciones aledañas", prosiguió el vocero.

"Israel tiene, como cualquier Estado, el derecho de garantizar su seguridad, pero éste debe ejercerse respetando el derecho humanitario internacional que estas operaciones militares en Rafah han infringido de manera manifiesta", concluyó Ladsous.

Por otra parte, el hecho de que el presidente estadunidense, George W. Bush, no mencionara el conflicto en Medio Oriente en su discurso sobre el estado de la unión, el pasado martes, fue interpretado por los palestinos como muestra de "desinterés en la aplicación del mapa de ruta".

"Significa que 2004 será el año del desinterés estadunidense por este proceso y el de la ausencia del mapa de ruta", declaró el ministro palestino encargado de las negociaciones, Saeb Erekat.

Agregó que está preocupado por la posibilidad de que Israel se aproveche de esta situación "para intensificar la colonización y acelerar la construcción del muro", en referencia a la polémica valla de separación que Israel construye en Cisjordania.

Por su parte, el primer ministro palestino, Ahmed Qureia, expresó el deseo de que "Bush se pronuncie sobre la ocupación (israelí) antes de ocuparse del proceso de democratización en Medio Oriente".

El Departamento de Estado estadunidense anunció este miércoles el envío de una misión diplomática a Israel y a los territorios palestinos, y negó que Bush esté de-sinteresado en el conflicto de la región.

John Wolf y David Satterfield, diplomáticos de alto rango, partirán "dentro de poco para realizar consultas con israelíes y palestinos sobre la seguridad y los temas de verificación" del cumplimiento del mapa de ruta para la paz en el Medio Oriente, declaró un portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli.

John Wolf se había encargado en junio de 2003 de dirigir una misión de supervisión y verificación de los esfuerzos de ambas partes para poner en práctica ese plan. David Satterfield es uno de los asistentes del secretario de Estado adjunto encargado de Medio Oriente, William Burns.

Ereli no precisó la fecha exacta de la partida de la misión ni su duración.

Por último, un tribunal de Tel Aviv inculpó este miércoles al empresario David Ap-pel, acusado de haber intentado sobornar en 1998 al primer ministro israelí, Ariel Sharon, usando como intermediarios al hijo de éste, Gilad Sharon, y al actual número dos de su gobierno, Ehud Olmert.

Se trata de un nuevo episodio de una serie de casos de corrupción relacionados con la financiación de la campaña que permitió a Sharon ser elegido en 1999 jefe del Likud, el gran partido de la derecha israelí.

"Si tuvieran pruebas suficientes, hubieran inculpado al primer ministro y a Olmert", afirmó el analista Eitan Gilboa, de la Universidad Bar Ilan, cerca de Tel Aviv.

Entre los palestinos, la incertidumbre que pesa sobre la suerte de Sharon suscita diferentes reacciones. A muchos no les importaría que tuviera que renunciar, pero el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, uno de los principales aspirantes a sucederle en el cargo, tiene fama de ser aún más conservador que el actual jefe de Estado.

Además, según el analista político Zacharia al Qaq, hay que tener en cuenta el miedo de que Sharon intente "desviar la atención" de sus problemas legales aumentando las acciones militares en los territorios reocupados o acelerando el lanzamiento de su plan de separación.