México D.F. Lunes 2 de febrero de 2004
Organos reguladores de México y Estados
Unidos lo investigan por el caso Unefon
Desconfianza de accionistas por nuevo escándalo
financiero de Salinas Pliego
Posible uso ilegal de información privilegiada
le habría redituado ganancias por 218 mdd
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y VICTOR CARDOSO; JIM CASON
Y DAVID BROOKS REPORTEROS Y CORRESPONSALES
La desconfianza de accionistas minoritarios respecto de
la transparencia en las prácticas corporativas de Ricardo Salinas
Pliego en sus empresas, pública desde principios de 2001, se materializó
a finales de 2003 con un escándalo financiero en la telefónica
mexicana Unefon, de la cual el empresario habría obtenido ganancias
por alrededor de 218 millones de dólares.
''Estamos sorprendidos de la forma en que esto ha llegado
a la luz pública'', declaró a La Jornada un vocero
de la Securities and Exchange Commission (SEC, órgano regulador
del mercado bursátil de Estados Unidos), al referirse a la investigación
iniciada por esa instancia en diciembre pasado por el posible uso ilegal
de información privilegiada por parte de Salinas Pliego y su socio
Moisés Saba Masri.
El dueño de Televisión Azteca es investigado
por los órganos reguladores de los mercados accionarios de Estados
Unidos y México, por no haber hecho pública la información
que le permitió embolsarse alrededor de 218 millones de dólares
en una operación que incluso se presume que violó normas
establecidas después del escándalo corporativo del gigante
estadunidense Enron.
De diciembre pasado a la fecha, en la medida en que se
conocen más detalles sobre la investigación, las principales
firmas de correduría de Wall Street recomendaron a sus inversionistas
deshacerse de los títulos de empresas relacionadas con Salinas Pliego.
Algo similar ha ocurrido con las casas de bolsa que operan en México,
e incluso Standard and Poor's redujo su grado de calificación de
Televisión Azteca, de estable a negativa, dada la ''incertidumbre
generada por los recientes sucesos que cuestionan la revelación
de información bursátil de TV Azteca, que involucra a su
filial Unefon''.
La
Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), por su parte, también
tiene en curso una investigación por el presunto uso indebido de
información de parte de Salinas Pliego y Saba Masri. ''Aunque no
prejuzgamos sobre la posible violación, sí tenemos elementos
suficientes como para integrar una indagatoria formal en torno al asunto
entre Televisión Azteca y Unefon'', declaró Miguel Angel
Garza, vicepresidente de ese organismo regulador.
El funcionario dijo que la materia de investigación
por parte de la CNBV está relacionada con saber si Salinas Pliego
ofreció información a los accionistas minoritarios de sus
empresas sobre las operaciones de recompra de la deuda que Unefon había
adquirido con su proveedor Nortel Networks y que fue realizada a través
de un intermediario, Codisco, del que después se supo era accionista.
Esto le habría generado una utilidad no reportada a los socios minoritarios.
Tina Warren, vocera de Nortel Networks, dijo a La Jornada
que esa empresa fue avisada por la SEC que el organismo regulador ''ha
iniciado una indagación sobre ciertas transacciones que involucran
a TV Azteca, Unefon, Codisco Investment y Nortel Networks''.
En Estados Unidos, sobre todo después del escándalo
contable de Enron en 2001, las leyes del mercado de valores fueron reforzadas
para proteger los intereses de los accionistas minoritarios en las empresas
que cotizan valores en la Bolsa de Nueva York.
En 2002 entró en vigor la ley Sarbanes-Oxley, que
en su sección 403 establece normas para reglamentar las operaciones
en que estén involucrados los administradores o accionistas de una
empresa. Ordena que ''los directivos, funcionarios y todo accionista que
posea al menos 10 por ciento de las acciones debe reportar las transacciones
que realice antes de que concluya el segundo día hábil después
de que la operación haya sido concretada''.
Es precisamente este ordenamiento, que busca proteger
a los socios minoritarios, el que presuntamente habrían incumplido
Salinas Pliego y Saba Masri.
Fama palmo a palmo
Las investigaciones que realizan los órganos reguladores
de los mercados financieros de Estados Unidos y México respecto
de la operación hecha por Salinas Pliego con TV Azteca y Unefon
son resultado de una práctica que en el ámbito empresarial
ya se le reconoce: su forma poco ortodoxa de hacer negocios. Esto parece
importarle poco al empresario mexicano que alguna vez figuró en
las listas de Forbes con una fortuna cercana a los 3 mil millones
de dólares.
El pasado 27 de enero, Televisión Azteca emitió
un comunicado en el que da muestra de su confianza al difundir que el proceso
''puede tomar varios meses'' debido a diversos procedimientos jurídicos
que deben asumirse en las demandas presentadas por los accionistas minoritarios
de Unefon.
Montado en la fama de empresario poco ortodoxo, pero exitoso
y a veces hasta insolente, Salinas Pliego fue calificado por la revista
Business Week de ''un miembro de la vieja escuela de los hombres
de negocios mexicanos''. La publicación dice que el empresario acostumbra
tomar sociedades existentes para fundar otras nuevas, ''ignorando los derechos
de los accionistas minoritarios''.
En la misma publicación, Salinas Pliego se definió:
''Mi trabajo es producir resultados. Estoy seguro que cuando Unefon comience
a mostrar resultados la gente cambiará su forma de pensar. Los analistas
tendrán que comerse sus palabras''.
En febrero de 2001, The Wall Street Journal citó,
en una tesitura similar, ''como ejemplo de la voracidad de Salinas Pliego,
el hecho de que en 1993 tomó dinero prestado de la cadena Elektra
para financiar la compra de TV Azteca al gobierno mexicano. La familia
Salinas después vendió las acciones a Elektra a un mayor
precio de lo que originalmente había pagado''.
El periódico cita un análisis del Deustche
Bank, según el cual la preocupación de los accionistas que
tienen negocios con el empresario se centra en que maniobras realizadas
por Salinas Pliego podrían ''resultar en la maximización
de las acciones de un virtual grupo, por ejemplo el de Ricardo Salinas,
y no en las de los accionistas minoritarios de cada empresa individual''.
Saber es poder
La compra triangulada de la deuda de Unefon no es la primera
operación de Salinas Pliego que levanta sospechas. En noviembre
pasado, Lorenza Martínez Trigueros, investigadora en materia económica
del Banco de México, confirmó que existen evidencias del
uso y aprovechamiento de información privilegiada por parte de empresarios
para obtener mayores ganancias mediante el alza en los precios de las acciones
que cotizan en el mercado bursátil. Particularmente dijo que se
había analizado una adquisición hecha por Televisión
Azteca en diciembre de 1999, en la que se observaron importantes alzas
de los títulos en los días previos al anuncio.
En la práctica, el empresario ha impulsado proyectos
personales con importantes cantidades de dinero financiado por las propias
empresas que encabeza. En el último informe anual disponible de
TV Azteca, se menciona que ese corporativo extendió tres préstamos
sin garantía ''al señor Ricardo B. Salinas Pliego por una
cantidad total de 2.7 millones de dólares, cada uno con un plazo
de un año y una tasa de interés anual de 12 por ciento. En
diciembre de 2000, Azteca Holdings compró dos de estos préstamos
por la cantidad total de 1.37 millones de dólares. En diciembre
de 2001, Azteca Holdings vendió estos dos préstamos a la
sociedad. La fecha de vencimiento de los tres préstamos se prorrogó
al 23 de diciembre de 2002. Las cantidades completas insolutas conforme
a estos tres préstamos fueron restituidas el 23 de diciembre de
2002''.
Además, ''en diciembre de 1999, la sociedad otorgó
dos préstamos no garantizados a un año por la cantidad total
de 286 mil dólares a Corporación RBS (iniciales del empresario),
con una tasa de interés anual de 12 por ciento. La sociedad prorrogó
la restitución de la suerte principal e intereses devengados sobre
estos préstamos hasta diciembre de 2002. En la fecha de la prórroga,
la cantidad total de intereses y suerte principal adeudada conforme al
préstamo era de 326 mil 125 dólares. El monto total de estos
dos créditos fue pagado en su totalidad el 27 de diciembre de 2002''.
Ese año, la tasa interbancaria de referencia era
de 34 por ciento.
Vivir en tribunales
Desde su salto a la palestra de la fama empresarial con
la compra de Televisión Azteca, Salinas Pliego no ha dejado de enfrentar
conflictos judiciales derivados de la actividad de cada uno de sus negocios.
De operar la cadena de tiendas Elektra, con ventas a crédito, Salinas
Pliego logró en 1993 adquirir la concesión de Televisión
Azteca, una operación que en su momento fue cuestionada por otros
postores.
Ya en la cúspide de los negocios, para 1998 el
empresario rescató parte de su historia familiar al comprar la cadena
de tiendas de muebles Salinas y Rocha, que se encontraba en el Fondo Bancario
de Protección al Ahorro (Fobaproa), porque más allá
del romanticismo representaba ''un buen negocio''.
Al año siguiente comenzaron los dolores de cabeza,
cuando pistoleros asesinaron a su conductor televisivo Francisco Stanley,
quien portaba droga, en un hecho que provocó que Salinas Pliego
apareciera en la red nacional de Canal 13 culpando del crimen a una supuesta
falta de políticas de seguridad pública del gobierno capitalino.
A raíz de los acontecimientos el empresario fue llamado a declarar
en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y por
eso se dijo sujeto de ''intimidación''.
Ese mismo año, Salinas Pliego tuvo que vender su
participación de 78 por ciento en la Compañía Chilena
de Televisión, lo que le generó ingresos por 12.1 millones
de dólares, a menos de 12 meses de haber adquirido la mayoría
accionaria en esa empresa, porque no había podido liquidar el pago
de las concesiones de Unefon por 30 millones de dólares. La operación
se realizó por las presiones que otros operadores, como Avantel,
hicieron en lo que calificaban de trato preferencial para Salinas Pliego.
En mayo de 2000, y luego de tres años de disputas
jurídicas en Estados Unidos, las televisoras NBC y Televisión
Azteca llegaron a un acuerdo mediante el cual ambas empresas renuncian
a sus respectivas demandas por diferencias en programación, y como
parte del arreglo la empresa estadunidense se comprometió a comprar
2 millones de ADS's, con un valor de 26 millones de dólares, que
representará un aumento de 1.08 por ciento en las acciones de la
mexicana. Televisión Azteca se comprometió al pago de 46
millones 170 mil dólares a NBC para finiquitar la disputa que se
ventilaba ante la Cámara Internacional de Comercio, con sede en
París, Francia.
Cancelación nicaragüense
En marzo de 2002, el gobierno de Nicaragua anunció
la cancelación a Azteca Holdings de la concesión de una red
telefónica, porque presuntamente no pagó el monto de la oferta
de 6 millones de dólares en el plazo originalmente convenido. Para
julio de ese año, Azteca International enfrentó una controversia
con la estadunidense Pappas respecto al ejercicio de la opción de
comprar una estación televisora de Los Angeles, en la que finalmente
la mexicana se tuvo que desistir. Salinas Pliego también tuvo que
enfrentar el litigio con Nortel Networks, que derivó en las actuales
investigaciones en su contra.
Pero no todo ha parado en eso. En febrero de 2003, dos
meses después de que un comando armado pagado por Ricardo Salinas
Pliego tomó por la fuerza las instalaciones de transmisión
de CNI Canal 40, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)
determinó aplicar una multa de 5 mil salarios mínimos, alrededor
de 210 mil pesos, a Televisión Azteca por el uso indebido de la
señal concesionada a Televisora del Valle de México.
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