Ana María Aragonés

Los indocumentados y la propuesta de Bush

Creo que es importante poner en la fría perspectiva de los números a los trabajadores migratorios indocumentados, pues esto nos permitirá conocer la magnitud del problema y con ello darnos cuenta de hasta qué punto la propuesta del presidente Bush, presentada el 7 de enero de 2004, resulta totalmente insuficiente por decir lo menos.

De acuerdo con una investigación dirigida por el doctor Jeffrey S. Passel, publicada el 12 de enero de 2004 por el Urban Institute -organización no partidista dedicada a la investigación en política económica y social-, según el Censo de 2002 hay en Estados Unidos 9 millones 300 mil migrantes indocumentados, lo que representa 26 por ciento del total de la población extranjera. Los mexicanos conforman 57 por ciento de ese total, es decir, 5 millones 300 mil. Otros 2 millones 200 mil (23 por ciento) provienen de otros países de América Latina, 10 por ciento de Asia, 5 por ciento de Europa y Canadá, y 5 por ciento del resto del mundo.

Si bien son seis los estados que han sido tradicionalmente receptores de estos trabajadores -California, Texas, Nueva York, Florida, Illinois y New Jersey-, desde 1990, y esto es lo que hay que recalcar, pues estamos hablando de 14 años, se encuentran trabajadores indocumentados en muchos otros estados. El documento señala que estas nuevas regiones son las montañas Rocallosas, el medio oeste y el sureste de Estados Unidos.

Añadiría que, de acuerdo con lo datos obtenidos de una investigación que hemos estado realizando con el doctor Dunn en la Universidad de Salisbury entre los años 2000 y 2004, una nueva región de recepción que ha tenido crecimiento verdaderamente explosivo de migrantes indocumentados es la llamada península de Delmarva (Delaware, Maryland y Virginia). Una de las razones es que ahí se encuentran las más importantes procesadoras de pollo.

Si estas industrias han logrado crecer de manera extraordinaria es porque, entre otras cosas, disponen de la fuerza de trabajo indocumentada que llevan a cabo el tipo de trabajo 3D. Esto ha propiciado un auge impresionante de la región, situación que reconoce importante número de personajes de la política local. La construcción está en auge y con ello el resto de los sectores a los que, por supuesto, se están incorporando más migrantes indocumentados.

Y todos trabajan. Por lo tanto no es extraño que la investigación de Passel confirme que 96 por ciento, es decir, cerca de 6 millones de indocumentados estén trabajando, lo que representa cerca de 5 por ciento de toda la mano de obra en Estados Unidos. Estas cifras exceden la propia participación de los migrantes legales o la de los mismos trabajadores nativos, porque los indocumentados son hombres jóvenes y con menos posibilidades de presentar alguna incapacidad, estar retirados o estudiando.

Otro dato muy importante, y aquí diría que central, es que los trabajadores indocumentados ganan considerablemente menos que los nativos. Cerca de dos tercios de los trabajadores indocumentados ganan menos de la mitad del salario mínimo, situación sólo comparable con un tercio de todos los trabajadores en Estados Unidos. Los trabajadores indocumentados forman menos de 10 por ciento de los 43 millones de trabajadores con bajos salarios en ese país.

En cuanto a los niños hay cerca de un millón 600 mil por debajo de los 18 años y otros 3 millones que ya son ciudadanos estadunidenses por nacimiento, y a su vez son hijos de padres indocumentados. Este es otro dato fundamental, pues éste es el grupo al que potencialmente va dirigida la propuesta de George W. Bush.

Lo que tenemos que pensar es que el trabajo es permanente, la propuesta temporal. ƑSe puede siquiera suponer que estos indocumentados se encuentren muy felices pensando en una legalización que dure tres o, si les va bien, seis años?

Si no se resuelve el problema otorgándoles la residencia permanente, y se acepta la propuesta, lo que vamos a ver es la duplicación de los migrantes en Estados Unidos: los que ya están aquí y aquellos que puedan venir y que a la larga se conviertan también en indocumentados.

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