Transferirá el manejo de los centros de rehabilitación

Recorte presupuestal mantiene en "situación crítica" al DIF: Aranda

CAROLINA GOMEZ MENA

Debido a que para este año al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) se le recortó el presupuesto en casi 20 millones de pesos, deberá reducir su personal y traspasar la operación de sus centros de rehabilitación a los estados, con lo cual ahorrará más de 150 millones de pesos, informó Ana Teresa Aranda Orozco, directora general del DIF, al detallar que para 2004 el Congreso sólo le destinó a la institución mil 30 millones de pesos.

En entrevista con La Jornada, Aranda Orozco reconoció que la situación financiera del DIF es "crítica", aunque todavía "no imposible de superar" al concretar las esquemas descritos, pero advirtió que si para el próximo año sigue sin recibir aumento serán los programas los que se empiecen a afectar, entre ellos el de niños de la calle, el esquema en contra de la explotación sexual comercial y el de menores migrantes.

Ante esta precariedad de recursos "nos vemos obligados a agilizar la restructura iniciada en 2001, la descentralización, para bajar aún más el gasto corriente, pero también vamos a disminuir la nómina".

En 2003 el DIF redujo 900 plazas y para este año la expectativa es recortar mil 500 más. Actualmente cuenta con alrededor de 4 mil, pero a principios de 2000 tenía 5 mil 600, por lo cual se prevé que durante los primeros cuatro años de este sexenio la institución haya eliminado más de 3 mil de sus plazas. Con esto, explicó Aranda, no sólo ahorrará dinero, sino que también se convertirá en "un ente rector y no operativo".

Por otra parte, el diagnóstico para traspasar la operación de los 34 centros de rehabilitación está por concluir y se presentará en breve a los gobernadores, indicó la funcionaria luego de remarcar que el DIF sólo "tiende a quedarse con sus centros nacionales modelo".

Ellos son las dos casas hogar, las dos casas cuna, los dos centros de rehabilitación que posee en el Distrito Federal -el Gaby Brimmer y el de Iztapalapa-, así como su centro de desarrollo comunitario y el centro para ciegos y débiles visuales, ya que desde ellos realiza investigación, pone a prueba modelos y realiza tareas de capacitación.

También quedarán bajo su tutela los siete centros recreativos que posee en diversos lugares turísticos, entre ellos Playa Aventuras, en Quintana Roo, Ixtapa y Mazatlán, esto debido a que "si los entregamos la población vulnerable -ancianos, discapacitados y niños con precariedad económica- no podrán acceder a ellos".

Los que sí se dejarán en poder de los estados serán los 24 centros de rehabilitación y educación especial. Al concretar este traspaso, aseguró, se reducirán automáticamente los gastos administrativo-burocráticos al no hacer todo el manejo desde la capital, además que los estados podrán quedarse con las cuotas de recuperación.

Los otros 10 centros "que fueron descentralizados de manera malhecha, porque desde acá siguen saliendo los sueldos y el mantenimiento", también serán canalizados a los estados vía corrección de esa descentralziación, concluyó.