Presentó Carandirú

La cárcel significa el límite: Babenco

AFP

Miami, 3 de febrero. Héctor Babenco, director de cine brasileño nacido en Argentina, y objeto de un homenaje en el Festival de Cine de Miami, en el cual presentó su reciente filme Carandirú, afirma haber tomado lo mejor de ambos países para "hacer un gran blend (mezcla)".

"Yo transito tranquilamente entre las dos culturas (argentina y brasileña): salí de Argentina a los 17 o 18 años porque no quería ingresar al ejército. Me di cuenta que el mundo era mayor de lo que yo imaginaba y me fui a Europa; pasé unos años magníficos, con mil dificultades, mil vicisitudes", contó en un hotel de Miami Beach.

"El día que decidí hacer cine me fui a Brasil. Creo que tomé lo mejor de Argentina y lo mejor de Brasil para hacer un gran blend", añade.

El cineasta de 57 años (El beso de la mujer araña) se declaró orgulloso de que "los brasileños hayan acudido a ver mi película", sobre el penal de Carandirú, en Sao Paulo.

"Carandirú no es una película típica de prisión, sino que aborda el encierro como un hábitat obligatorio. La cárcel para mí tiene el significado del límite", explica.

Este penal, con capacidad para 3 mil reclusos, que llego a alojar a unos 10 mil, en 1992 tuvo uno de sus más violentos motines, en el que perdieron la vida más de un centenar de presos.

Drauzio Varela, médico que trató al propio cineasta de un cáncer, también se ganó la confianza de los presos de Carandirú y fue el autor del libro en el que se basó Babenco para hacer la película.

Respecto del cine brasileño, Babenco asegura que "siempre fue bien recibido tanto en Brasil como en el extranjero y ahora surge una nueva ola de excelentes directores.

"Hay también una explosión de brasilianidad por parte del público", añade.

Babenco dice admirar a Fernando Meireille, realizador de Ciudad de Dios, con cuatro nominaciones a los premios Oscar, pero destaca en particular al mexicano Alejandro González Iñárritu. "Creo que 21 gramos es la mejor película de estos años", afirma, el director.