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México D.F. Domingo 15 de febrero de 2004

Guillermo Almeyra

Lula, las paciencias y las impaciencias

Antes que nada, debo decir que no estoy de acuerdo con las políticas económicas ni con las alianzas del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva y mucho menos aún con la expulsión de cuatro parlamentarios de la izquierda del Partido de los Trabajadores, que las criticaron y se negaron a votarlas en el Parlamento. Un partido que reconoce la libertad de tendencias no puede aplicar un centralismo estalinista de sentido único contra la izquierda.

Pero mi opinión o la de muchos izquierdistas del PT no es lo fundamental, por importante que pueda ser el poder disentir y proponer otras opciones. Lo que realmente cuenta, en cambio, es la forma en que puede sostenerse y avanzar el progreso realizado por el pueblo y los trabajadores brasileños en el camino de su organización y de la independencia del país, proceso que tiene otra dinámica y otros ritmos que la fácil toma de posiciones por los intelectuales.

En primer lugar, los que ahora critican a Lula y a la dirección del PT, acusándolos de traición, Ƒesperaban acaso un gobierno socialista revolucionario? ƑNo habían leído los últimos programas del partido, no conocían la composición del cuerpo dirigente del mismo, no conocían las características y la trayectoria del propio Lula da Silva?

En segundo lugar, los que acusan a Lula y a la dirección del PT de antidemocráticos Ƒcreen acaso que el actual aislamiento de los expulsados y la cuota de apoyo popular que mantiene Lula, a pesar de su política, se deben a que la gente es muy atrasada y no sabe lo que le está pasando ni qué le conviene, simplemente porque no reacciona como ellos creen que debe reaccionar? ƑNo se les ocurre pensar en cuáles son las bases de ese apoyo a un gobierno cuyas políticas no se diferencian mucho de las de Fernando Henrique Cardoso pero sigue hablando de un cambio? ƑHay que inventar un lulómetro o, por el contrario, hay que estudiar el modo confuso y tortuoso en que se forja una nueva conciencia democrática en un inmenso país que jamás fue democrático y ni siquiera unificado, y donde la única experiencia política de masas se realizó durante casi 40 años, desde la dictadura, a partir de los movimientos campesinos, obreros, y de las comunidades eclesiales de base, todos los cuales después formarían el PT?

El cambio social es una necesidad y una posibilidad, Ƒvan a seguir entonces los millones de trabajadores y oprimidos de Brasil tratando de alcanzarlo con su presión y su organización legal en torno al PT y a su gobierno o van a acompañar a los Petras y a la ultraizquierda que quiere formar un partidito sectario y ultracentralizado que no da ninguna alternativa? Los trabajadores no han hecho aún su experiencia con el PT, que es, hasta ahora, su único instrumento político histórico, pese a su carácter reformista, ni tienen otra opción creíble ni otra alternativa, no están organizados porque su apoyo fue sólo electoral, no son marxistas ni socialistas sino explotados católicos o de otras religiones que desean acabar con el hambre y que impere la justicia. ƑNo tienen derecho a tener paciencia hasta estar en mejores condiciones y a no dar bola a los impacientes y vociferantes que en algunas cosas pueden tener razón en abstracto pero que ignoran que los protagonistas del cambio social son los trabajadores y que entre la dirección y las bases no hay sólo una relación de mando-obediencia sino una interrelación que va también desde abajo hacia arriba?

Los trabajadores no son tontos y ven las limitaciones, por ejemplo, de las direcciones sindicales y la aceptación por las mismas del marco capitalista. Pero, en primer lugar, ellos no se plantean acabar con el capitalismo sino convertir en propietarios de tierras a millones de campesinos que nada tienen, y pasar de un sistema que mantiene incluso la esclavitud a un capitalismo moderno, sin hambre y con derechos sociales. No quieren una revolución socialista sino una democrática y tratan de hacerla. Pero, como la misma no es posible sin grandes cambios sociales, deberán llegar a políticas y a una conciencia socialista. ƑAyuda acaso a que realicen ese transcurso el ultraizquierdismo y el sectarismo? ƑQuién puede excluir que si la situación brasileña y del Mercosur se agravasen, no habrá una radicalización social y hasta el aparente milagro de una radicalización de Lula y del PT para mantenerse a flote o no pasar a la historia como agentes de Washington?

Si la gente necesita urgente, imprescindiblemente, clavar un clavo y no tiene un martillo sino una piedra que le lastima la mano cuando golpea con ella, Ƒes sensato gritar que debe tirar esa maldita piedra y pedir que le forjen un martillo de acero, esperando mientras tanto hasta que el mismo le llegue? La arrogancia de quien se considera la única medida de lo bueno y de lo malo y la prepotencia de quien, en nombre del socialismo, desprecia a los que son los protagonistas del mismo y no puede esperar a realizar la tarea "cotidiana y gris" de acompañarles en sus experiencias para educarles en el marxismo, son defectos clásicos de la Vanguardia autoproclamada, que cree que nada debe aprender porque ya lo sabe todo. šQue Alá nos salve de esa gente!

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