Ojarasca 83 marzo de 2004

Heridas abiertas en los Chimalapas

Lo que sigue es la titulación

"individual" de la tierra: Vicente Fox





Emanuel Gómez, Santa María Chimalapa, Oaxaca. Este 25 de febrero se cerró una de las heridas abiertas en el Istmo de Tehuantepec. Tras 47 años de conflicto agrario, la comunidad zoque de Santa María Chimalapa recibió de manos del presidente Vicente Fox los títulos que confirman que tenían razón en la lucha que sostuvieron contra los ganaderos de la colonia Cuauhtémoc, de Matías Romero. Los 257 lotes que invadían la selva de los Chimalapas serán comprados con cifra millonaria y las tierras expropiadas, se entregarán a sus legítimos dueños: los comuneros de Santa María.

Queda abierta una herida más grave: el conflicto por más de 100 mil hectáreas en la frontera de Oaxaca con Chiapas, originado por la histórica complicidad entre caciques, terratenientes, ganaderos, madereros y políticos que propicia que los ejidos chiapanecos invadan la zona oriente de los Chimalapas.

El presidente de bienes comunales de Santa María, Reynaldo Cruz, con los documentos entregados por Vicente Fox en la mano, rompió el protocolo de su discurso al anunciar que "ahora vamos a seguir luchando por resolver el conflicto con Chiapas". Reynaldo Cruz anunció también un proyecto de conservación que propondrán al gobierno federal por 23 millones de pesos.

En su momento, Xóchitl Gálvez, directora de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI, antes Conadepi-INI), se comprometió a pavimentar cuatro tramos carreteros: dos en las cabeceras municipales de Santa María y San Miguel Chimalapa, otro en la zona oriente de San Miguel y otro en el Uxpanapa-Chimalapa. Estos tramos carreteros alcanzan la cifra de 39 millones de pesos tomados del Fondo Indígena que integró la CDI. Ni un peso para resolver el conflicto agrario de la zona oriente, que es diez veces más complicado que el de la Cuauhtémoc.

En su discurso, Vicente Fox, lejos de atender este asunto, declaró que con la entrega de tierras de la colonia Cuauhtémoc se apagaba el "foco rojo" de los Chimalapas, pero hasta el gobernador de Oaxaca, José Murat, le solicitó se integrara una mesa de diálogo con el gobierno de Chiapas.

En lugar de responder a esta inquietud, Fox anunció que el paso siguiente es "certificar" la posesión de tierras mediante el Procede, para que "la seguridad jurídica de la tierra sea individual" y se permita el desarrollo sustentable.

Ciertamente sin seguridad jurídica en la tierra es imposible pensar en cualquier proyecto de desarrollo, pero la certificación individual fragmenta el tejido comunitario para abrir las tierras colectivas a la venta o renta a las grandes empresas agroindustriales que tienen puestos sus intereses en las selvas de mayor biodiversidad del sureste mexicano.

Si bien para los comuneros de los Chimalapas la entrega de tierras fue motivo de fiesta y júbilo, esto no significa que ahora el gobierno federal tenga los Chimalapas a su disposición y vayan a permitir los megaproyectos de desarrollo carretero, agroindustrial, de conservación y extracción de recursos forestales, biológicos y minerales, anunciados como parte del Plan Puebla Panamá y el Corredor Biológico Mesoamericano.

Ya José López Portillo planeaba el megaproyecto Alfa Omega. En 1996 Ernesto Zedillo lo anunció como Megaproyecto Transístmico. Ahora Vicente Fox lo llama Plan Puebla Panamá. En esencia se pretende cubrir el sureste mexicano con infraestructura urbana y de comunicaciones por tierra, aire y mar facilitando la explotación de los recursos naturales. El gobernador José Murat anunció en el mismo acto, que para diciembre de este año el complejo carretero Oaxaca-Istmo-Costa estará concluido al 70 por ciento, para integrar Oaxaca, Chiapas y Veracruz. Es en esta triple frontera donde se encuentra la zona oriente de los Chimalapas, escenario de conflictos agrarios.
 

Oaxaca-Chiapas
En el cerro La Jineta, se organizan ya para iniciar el brecheo. El 13 de diciembre de 2003, acompañados de la Procuraduría Agraria, los comuneros de San Miguel Chimalapa y los ejidatarios de Plan de Ayala, municipio de Tapanatepec, fueron a La Jineta y hallaron 2 mojoneras muy cerca una de la otra. En el plano definitivo de Plan de Ayala y sus títulos del Procede aparecen estos puntos como límite con Chimalapas. Pero los chimas no reconocieron esta mojonera y les pidieron caminar tres kilómetros al sur para llegar a una mojonera destruida que dejó marcada Genaro Benítez Coronel, uno de los líderes chimas que en 1971 inició la movilización en la frontera con Chiapas para expulsar a los madereros chiapanecos invasores.

Desde La Jineta se observa claramente la zona de conflicto interestatal. Desde el año pasado los comuneros de la zona oriente en La Cristalina, Sol y Luna y Benito Juárez, identifican otras mojoneras donde está latente el conflicto agrario.

Este cerro es reconocido como límite interestatal por lo menos hace 300 años, según cuenta Charles Brasseur en su Viaje al Istmo de Tehuantepec. El otro punto que marca los límites de Oaxaca-Chiapas-Veracruz es el cerro Los Martínez. El problema es que el gobierno federal nunca ha reconocido el trazo de la brecha que marcan los comuneros para definir los límites territoriales.
 

Chimalapas-Cuauhtémoc
En 2001 empezó el brecheo de los comuneros de Santa María con la colonia Cuauhtémoc, lo que motivó que los colonos amenazaran a los comuneros chimas. La tensión aumentó. El 10 de junio del 2003 los comuneros trazaban la brecha y se acercaron los colonos para impedir el trabajo por la fuerza. En este suceso cayó muerto el presidente de la colonia Cuauhtémoc, Andrés Luis Luis, y de inmediato se acusó a los comuneros de su muerte, sin poder demostrarlo nunca. El caso está latente.

Según El Universal (10 de febrero de 2004) el presidente de la Cuauhtémoc, Eulogio Olivera, fue amenazado de muerte el 27 de enero, en un momento "inesperado" pues al vender las tierras del antiguo conflicto con Chimalapas al gobierno (para que este las entregue a los chimas), "ya no tenemos conflicto con nadie".

Su sospecha es que Carlos Vélez, como se identificó la persona que lo amenazó de muerte por teléfono, está relacionado con "los mismos" que asesinaron a Andrés Luis Luis (Noticias, 9 de febrero de 2004).

Es decir, pese a la solución del conflicto agrario, la violencia sigue amenazando la región. Si no fueron los chimas ¿quién fue? La sospecha es que hay grupos criminales que se benefician desde hace casi cincuenta años de la inseguridad jurídica de la tierra. Necesariamente hay que considerarlos en una línea de investigación más.

Por lo pronto, la fiesta sigue en Santa María Chimalapa.



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